Así permite Marruecos la inmigración irregular a Ceuta desde sus costas

El periodista Ignacio Cembrero publica en el 'elconfidencial.com' un reportaje sobre una escena en la que se evidencia la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes ante una embarcación repleta de inmigrantes que se echa a la mar sin ningún disimulo y a vista por decenas de peatones.

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"Vaya, están saliendo a plena luz del día", comenta entre risas uno de los transeúntes ante el descaro de los migrantes irregulares que suben a una zódiac semirrígida, junto al paseo marítimo de Castillejos (que los marroquíes llaman Fnideq), y zarpan rumbo a Ceuta, que se encuentra a tan solo tres kilómetros de distancia.

La escena grabada en video el martes 7 de marzo a primera hora de la tarde, fue vista por decenas de peatones. Minutos después, a las 16:49, según el atestado de la Guardia Civil, llegaban a la playa ceutí de la Almadraba 17 subsaharianos que dijeron ser originarios de Guinea Conakry. Estaban todos en perfecto estado porque la travesía había sido muy corta.

El vídeo demuestra la pasividad de las fuerzas de seguridad marroquíes ante una embarcación repleta de inmigrantes que se echa a la mar sin ningún disimulo. No siempre es así. En términos generales, Marruecos hace esfuerzos desde finales de 2003 por controlar sus costas, pero la corrupción de algunos funcionarios y los intereses políticos de Rabat proporcionan a veces oportunidades a los miles de subsaharianos que anhelan dar el salto a Europa.

La patera de principios de esta semana fue un pequeño susto comparada con los dos saltos masivos en la verja del 20 de febrero, cuando entraron 356 subsaharianos, y con el que tuvo lugar tres días antes, que supuso un auténtico récord: 498. Los policías españoles y guardias civiles que están a pie de obra en la frontera aseguran que la inacción de sus colegas marroquíes facilitó esa masiva irrupción.

Las autoridades españolas dan una versión diametralmente opuesta. José Antonio Nieto, secretario de Estado de Seguridad, se desplazó el 17 de febrero a Ceuta para echarse la culpa de lo sucedido. Declaró que los paros anunciados de la estiba “provocaron una concentración de efectivos (…) en los puertos” y que por eso en la verja no había suficientes guardias. La huelga se aplazó, pero el mensaje del número dos de Interior equivale a indicar a los subsaharianos que cuando empiece el paro es el momento ideal para dar el salto.

El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, también ensalzó la colaboración con Marruecos, pero el que fue más allá en las alabanzas al vecino del sur fue el propio presidente, Mariano Rajoy, en la cumbre hispano-francesa de Málaga del 20 de febrero. Tachó de “magníficas” las relaciones con Rabat. Afirmó que las fuerzas de seguridad marroquíes “han puesto de su mano todo aquello que han podido” para hacer frente al desafío migratorio.

Una de las voces españolas más autorizadas sobre las relaciones hispano-marroquíes ha osado, sin embargo, llevarles públicamente la contraria. El momento en que se han producido esos asaltos “me hace pensar que Marruecos los ha permitido o al menos ha decidido hacer la vista gorda”, escribe Jorge Dezcallar en una tribuna de una inusitada franqueza titulada 'Saltar la verja' y publicada la semana pasada en el diario 'El Faro de Vigo'. “Y tengo tres razones para ello”, anuncia.

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