
La empresa venía prestando el servicio sin contrato desde agosto porque en la administración nadie se dio cuenta de que se le podía prorrogar un año más el que le había sido adjudicado
La reunión del Consejo de Gobierno ha tenido hoy un solo punto del día: aprobar un reconocimiento de deuda a favor de Limpiasol. La empresa, que se encarga de la limpieza de los edificios públicos, lleva sin cobrar desde agosto y ayer se conocía que no ha abonado las nóminas de sus trabajadores este mes de abril a no poder hacer frente al pago. Tras esta denuncia pública, hecha por UGT, el Ejecutivo no ha tardado ni 24 horas en poner el asunto sobre la mesa y decidir que se aprobara un reconocimiento de deuda a favor de Limpiasol por valor superior a 420.000 euros.
Este reconocimiento se aprobará definitivamente el próximo martes después de que se le hayan otorgado tres días a Hacienda para completar el expediente, según ha explicado el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, en rueda de prensa. Después de que el Consejo de Gobierno se reuna de manera extraordinaria para aprobar este pago, se espera que sea efectivo en cuestión de días. Y es que, Hachuel se ha mostrado confiado en que no habrá ningún problema técnico que retrase el pago de lo que se le adeuda a Limpiasol.
Según ha manifestado el portavoz, el contrato que se había adjudicado a la empresa era por dos años con la posibilidad de prorrogarlo por otros dos más y se había consumido sólo un año de los dos prorrogables. Sin embargo, ni la empresa cayó en que para continuar con la prórroga una vez transcurrido el primer año era necesario que lo ratificara el Consejo de Gobierno, ni en la administración nadie se dio cuenta de que el servicio se estaba prestando sin contrato aún con la posibilidad de hacerlo.
Así, el servicio se siguió prestando sin que nadie le prestara mucha atención y sin que saltara ninguna alarma, como ha reconocido el propio Hachuel, hasta que Limpiasol ha dejado de pagar las nóminas. Las facturas de estos meses se han ido acumulando, algo que según ha apuntado el portavoz es frecuente, mientras en la administración se quedaba estancado un expediente para licitar de nuevo el contrato de limpieza de los edificios públicos. Y es que, también ha señalado Hachuel, en mayo de 2016 se comenzó a preparar todo lo necesario para sacar a concurso el servicio, aunque aún no está listo el expediente y tampoco se sabe cuando podrá comenzar el nuevo proceso de licitación.
Entre tanto, lo que sí está claro ahora es que el Gobierno ha recurrido al reconocimiento extrajudicial de deuda para pagar a Limpiasol y que se mantenga el servicio de limpieza de los edificios públicos. Una herramienta que, ha recordado Hachuel, es legal y viable.