“Salvar la vida de esta chica ha sido mi servicio más relevante en la Guardia Civil”
El alférez Raúl Narváez, community manager de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, intervino tras la petición de ayuda de una víctima de acoso escolar

La actualidad, plagada habitualmente de malas noticias, revelaba esta semana la esperanzadora historia de un guardia civil, destinado en Ceuta, que evitó el suicidio de una joven de 18 años, víctima de acoso escolar. El suyo es el relato de una persona implicada con la sociedad y que, a pesar de la gravedad de lo sucedido, considera que ha vivido una experiencia “bonita”. No en vano ha logrado salvar una vida, “lo más importante”. De ahí que tenga muy claro que este ha sido su servicio más “relevante” desde que forma parte del cuerpo.
El alférez Raúl Narváez, community manager de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, se confiesa también un poco “sobrepasado” por la vorágine de acontecimientos vividos en los últimos días. Ha perdido ya la cuenta de las entrevistas concedidas para hablar de lo que le sucedió en un viaje en AVE. Un trayecto en el que este agente retuiteó un mensaje sobre la campaña del Instituto Armado, ‘Danos valor’, destinada a conseguir que este cuerpo de seguridad pública tenga el reconocimiento que se ha ganado a pulso. “La chica contestó al tuit de la campaña y en su mensaje ponía, literalmente, que quería suicidarse y que sufría acoso. Se me cortó el cuerpo”, asegura.
Venciendo el temor a que se tratara de una broma, Narváez optó por ver el perfil de la joven, “ahí me terminé de asustar”. Una cuenta plagada de mensajes “oscuros” muy centrados en el suicidio. “Uno de los más ‘light’ decía: aunque por fuera parezca que estoy bien, por dentro estoy destrozada”. También enlaces con vídeos de Youtube en los que se hablaba del mismo tema. “Yo creo que era un grito silencioso en las redes”, apunta el alférez.
Narváez decidió entonces enviarle un mensaje privado a la joven explicándole que además de guardia civil, también es psicólogo, preguntándole si le podía ayudar en algo y que, entre todos, sería posible encontrar una solución a lo que le estaba sucediendo. “Estuvimos tres horas mandándonos mensajes privados”.
Su primera intención fue quitarle la idea de suicidarse de la cabeza. También le solicitó que le fuera mandando los mensajes de ‘whatsapps’ recibidos. La joven era obligada a formar parte de grupos. “Ella trataba de salir y la volvían a meter. Eran como una jauría, actuaban de esa manera”.
Y es que, cuenta Narváez, la chica había sido víctima de insultos “muy graves” y, en ocasiones, de contenido sexual “aberrantes”. “No sé cómo una persona puede dormir por las noches tras haber dicho cosas como ¿tú no te ibas a suicidar, por qué no lo haces ya? Nadie te quiere...”
En opinión del agente, los autores de esos mensajes no sólo demuestran ser malas personas sino también “inconscientes”. “Están fácilmente localizados y yo creo que no son conscientes de las repercusiones penales que eso puede tener. Si ya los insultos son delictivos, la inducción al suicidio lo es más”, recuerda.
Narváez apenas pudo dormir esa noche y, a pesar de haber llegado a casa y ser de madrugada, continuó consultando su móvil por si la joven le había mandado algún mensaje más. “Le prometí que hablaría con la Guardia Civil y con la orientadora de su instituto”.
Una promesa que el guardia civil cumplió al día siguiente cuando puso lo sucedido en conocimiento tanto del centro educativo como del sargento del puesto de la localidad de la joven. “La orientadora de su instituto se preocupó mucho y el sargento, tal y como vio los ‘whatsapps’, activó el protocolo para estos casos. Este caso es ejemplar porque todo el mundo ha actuado como tenía que hacerlo y, además, rápidamente”.
Aunque la estudiante no había ido a su instituto, el alférez continuó en contacto con ella. “No quiso abrirle la puerta al sargento porque estaba agobiada y sola, pero el caso fue trasladado al juzgado”, señala.
Narváez ha decidido ahora no indagar demasiado teniendo en cuenta lo delicado de la cuestión. “La investigación está siguiendo su curso, ya sabiendo que han actuado, sé que va a terminar bien”. La madre de la víctima, a través de Twitter, también le ha dado las gracias.
El guardia civil también se muestra satisfecho por haber contribuido a darle más visibilidad a un problema muy grave que, afortunadamente, va adquiriendo la importancia que merece. “Antes te pasaba algo así y te decían que eran cosas de críos. Ya han habido casos de chicos que se han suicidado”.
Para Narváez la clave es que la víctima se sienta apoyada y, para ello, insiste en que “si se sabe de algún caso, que se acuda a la Guardia Civil. Nosotros estamos las 24 horas del día, los 365 días del año. Hay que concienciarse de que es un problema grave y es mejor quedar de tonto antes de que pase algo más grave por no actuar”.