“El Plan de Recursos Humanos del INGESA, condenado a nacer cojo”
SATSE critica la “precipitación” con la que el INGESA pretende sacar el concurso de traslados y su “desconocimiento sobre la realidad de la ciudad”.

El Sindicato de Enfermería (SATSE) denunciaba ayer a través de un comunicado de prensa que el Plan de Recursos Humanos del INGESA, abordado este jueves en Madrid en una mesa de trabajo entre la Administración y los sindicatos, está “condenado a nacer cojo”.
Este documento, según SATSE, realiza un análisis de la situación de Ceuta, Melilla y el Centro de Dosimetría de Valencia, las tres entidades dependientes del INGESA, además de evaluar las necesidades que pueda tener este territorio en base a una serie de conceptos.
El principal concepto y eje del Plan de Recursos Humanos “es el número de habitantes a los que la sanidad pública asiste, en este caso, de Ceuta”. En el borrador que el INGESA proporcionó este jueves a los sindicatos, “éste se basa únicamente en el número de tarjetas sanitarias”. Esto hace que el Plan, de por sí, tal y como denuncia SATSE, “haga agua porque el INGESA omite la ‘población flotante’, que está reconocido oficialmente que atienden tanto los servicios de Urgencias como la Hospitalización en Ceuta”.
Como recuerda el sindicato, los profesionales del INGESA están obligados, por ley, a atender de forma integral a todos los menores de 18 años; embarazadas (parto y puerperio de la mujer); y todo tipo de urgencias que se produzcan en este territorio. Para lo cual, INGESA “debería dotar de los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar un servicio de calidad”.
Por ello, SATSE denuncia que “no solo presenta esta carencia, sino que también obvia a aquellos pacientes que pertenecen a otras mutualidades (Asisa, Adeslas, Muface, Sanitas…) y que los servicios de Urgencias y Hospitalización del INGESA acaban atendiendo por cualquier intervención de carácter urgente, que no sea banal”.
Además, independientemente de que las mutualidades abonen sus cuentas, SATSE manifiesta que “el problema está en que el cálculo de personal sanitario para una asistencia correcta a la población se basa en número de población inferior al que realmente se atiende”.
En la reunión celebrada este jueves, en un grupo de trabajo de la mesa sectorial, SATSE planteó como principal problema que “no puede partir de una base errónea porque todo lo que analice después será igualmente incorrecto. Motivo por el cual este Plan de Recursos Humanos nace cojo”, afirma el sindicato.
SATSE planteó este problema en la reunión y el INGESA dijo que “hará mención pero añadió que no se puede utilizar ese dato para calcular los recursos humanos, es decir, que la ‘población flotante’ se reconoce pero no se contabiliza”.
Ya en su día, SATSE advirtió de que “los recortes realizados por la crisis mermaron enormemente a la categoría de Enfermería, pasando a ser en 2014 un total de 3,1 enfermeras por cada mil habitantes en nuestra ciudad. Si además tenemos en cuenta la población flotante de Ceuta, que se estima en 30.000 personas diarias, dicha ratio caería a 2,32 enfermeras por mil habitantes”, advierte.
Además, según SATSE, “el INGESA demostró este jueves una falta de sensibilidad hacia la realidad de nuestra ciudad. SATSE defendió que el INGESA realice una reordenación de los recursos humanos de sus tres entidades (Ceuta, Melilla y Dosimetría de Valencia) a modo de cómo está haciendo el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en su territorio, que incluye a Ceuta”.
En su Plan de Recursos Humanos, el INGESA reconoce que, “hasta 2007, existía una tasa elevada de temporalidad e interinidad tanto en Ceuta como en Melilla que intentó solucionar con el proceso de consolidación 2007-2008 y la posterior Oferta Pública de Empleo (OPE) en la misma fecha”.
El INGESA reconocía, en el borrador presentado este jueves, que “estos procesos no han conseguido los efectos que deseaba”. Esta institución sanitaria pretendía que “el descenso de esa interinidad fuese mayor y, a la vez, consolidase al personal arraigado en la ciudad y que no se marche de Ceuta en breve”.
El INGESA explicó en el grupo de trabajo que “no ha tenido el resultado esperado porque profesionales de otras ciudades que ganaban la oposición, dejaban su plaza en excedencia para irse a vivir más cerca de sus domicilios familiares”. En base a este argumento, el INGESA reiteró su intención de convocar “un concurso de traslados a nivel del Sistema Nacional de Salud (SNS)”.
SATSE ha considerado que “esta reflexión va a conducir al mismo problema en un corto periodo de tiempo porque el personal trasladado de cualquier otra parte de España incrementará la edad media de la plantilla ya que habrá quienes decidan jubilarse en Ceuta por las ventajas fiscales que conlleva”.
Asimismo, los profesionales de otros lugares de España que ganen las oposiciones optarán, “por la vía de la excedencia, a trabajar en los servicios de salud de otras autonomías más próximas a sus domicilios familiares”.
SATSE ha exigido por tanto al INGESA, “porque aún es factible”, la realización de “una ordenación en materia de recursos humanos entre Ceuta, Melilla y Centro de Dosimetría de Valencia del mismo modo que está efectuando el Ministerio de Educación”.
Este procedimiento conseguirá que “el personal asignado al INGESA de Ceuta permanezca en las plazas de nuestra ciudad, previo al concurso de traslados que resulta necesario”.
Al respecto, el INGESA ha contestado a SATSE que “sería ilegal en base a un informe jurídico propio que en ningún momento ha aportado a pesar de que llevamos tiempo reclamándolo en mesa sectorial”.
Sin embargo, SATSE mantiene que “es simplemente una cuestión de voluntad política puesto que el Ministerio de Educación, en su día, introdujo las modificaciones en un Real Decreto para poder realizar la movilidad en el territorio del Ministerio de Educación, previa al concurso de traslados”.
Por último, SATSE critica “la precipitación con la que el INGESA pretende sacar este concurso de traslados sin valorar en profundidad este problema y demostrando, una vez más, su desconocimiento sobre la realidad de nuestra ciudad por su insularidad, ‘población flotante’ y las complicadas comunicaciones en el transporte entre Ceuta, Melilla y Centro Nacional de Dosimetría de Valencia.