El perfil de las porteadoras de la frontera “no es homogéneo”

FRONTERA / TARAJAL

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, en un informe sobre la frontera sur, relata detalles sobre las mujeres que transportan mercancías hacia Marruecos desde el polígono del Tarajal

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La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha realizado un informe sobre el tránsito en la frontera sur de España, Ceuta y Melilla, que presta especial atención a las porteadoras, de quienes pone de manifiesto que su perfil nono es homogéneo, “no se puede encorsetar a estas mujeres en un único tipo”. Sin embargo, se pueden dilucidar algunos rasgos sobre quienes son las mujeres porteadoras, indican.

“Las porteadoras –apunta el informe- suelen tener de 35 a 50 años; esto no quiere decir que todas pertenezcan a este intervalo de edad. Hay chicas muy jóvenes que trabajan como porteadoras, muchas de ellas acompañan a su madre, porteadora también, para aprender el trabajo”. A su vez, en un día normal de trabajo también se puede ver a porteadoras con una edad avanzada trabajando al mismo ritmo que el resto. El nivel de estudios de las porteadoras es muy bajo, hay que recordar que el 80% de las mujeres de la zona norte de Marruecos son analfabetas (CEAR Marruecos, 2013) y las porteadoras no son una excepción: la mayoría no saben leer ni escribir. Respecto a su lugar de nacimiento, hay una importante distinción: por un lado las mujeres nacidas en la zona de Tetuán; de otra parte, las mujeres del sur de Marruecos que se trasladan a Tetuán para adquirir el pasaporte tetuaní y poder trabajar en la frontera sin necesidad de visado. Estas últimas han aumentado de manera considerable en los últimos años ante el recelo de las porteadoras originarias del territorio tetuaní.

En cuanto al estado civil, “encontramos entre las porteadoras a mujeres divorciadas, viudas y casadas. Estas últimas trabajan bien porque son el único sustento de su unidad familiar, bien porque el marido está incapacitado para trabajar o porque no encuentra trabajo”. De tal modo que el estado civil “no es relevante por sí solo, pero sí lo es que sobre ellas recaiga el peso económico de la familia. Estas mujeres trabajan de porteadoras para alimentar a sus cargas familiares, no hay porteadora que no tenga que alimentar a sus hijas e hijos, marido o padres”. Esto “cra especial importancia ya que el trabajo como porteadoras puede compaginarse con sus labores como amas de casa, madres y esposas; algo que trabajando en una fábrica de la industria de exportación sería imposible por el interminable horario laboral de este tipo de empleo”.

“La situación de las porteadoras es una vergüenza para ambos países. Se trata de mujeres en exclusión social con cargas familiares y en pobreza extrema (tanto que si un día se rompen un brazo, al día siguiente vuelven a trabajar porque si no trabajan no tienen con qué alimentar a sus familias). Encontramos a mujeres que cargan fardos de 50 kilos y esperan filas interminables de pie, sin ninguna sombra, ni agua potable, ni aseos…”.

Desde la perspectiva del informe realizado por la APDHA, “se encuentran expuestas a acoso, a los juegos de favores y a abusos sexuales. Son víctimas de violencia policial indiscriminada, de la situación autopercibida de ilegalidad de su trabajo y del rechazo de su sociedad de origen. Tanto es así que las familias de las porteadoras piensan que trabajan como empleadas domésticas en Ceuta. Y todo esto ante la incapacidad y la pasividad de ambos lados de la frontera, ¿por qué?”, se pregunta la asociación.

Apuntan que “desde la perspectiva marroquí, la entrada de mercancías de Ceuta a su territorio tiene consecuencias negativas para el dinamismo empresarial marroquí. Este hecho, de manera indudable, daña su economía doméstica al frenar el consumo de productos nacionales. Por lo cual, si parar esta actividad tendría interés económico, ¿por qué no se hace?”

La Cámara de Comercio Americana de Casablanca señala que del comercio atípico viven directamente 45.000 personas, de las cuales el 75% son mujeres, e indirectamente otras 400.000 personas.

A lo que hay que añadirle “unos 90 millones de euros anuales a través del soborno a policías según cifra el semanario independiente marroquí Al-Ayam. Es decir, que dejar sin sustento económico a toda la red que vive de la frontera en el contexto de fuerte desempleo en la diluya de Tetuán tendría unas consecuencias sociales para Marruecos de protestas sociales que, sin duda alguna, dañarían la imagen de estabilidad que proyecta en la comunidad internacional el reino alauita”.

Desde el punto de vista ceutí, se explica en el informe, “aunque las grandes retenciones en la frontera del Tarajal en el acceso a la Ciudad Autónoma frenan el turismo económico marroquí y proyectan una mala imagen de la ciudad, es preciso señalar que el comercio informal o atípico representa el 70% de la actividad económica de Ceuta. Tanto es así que en los presupuestos del 2015, el 25,7% de los ingresos de la ciudad proceden del IPSI a las importaciones”. Siguiendo en clave económica, el 46% de las importaciones de Ceuta se convierten en exportaciones a Marruecos, lo que equivaldría a 405.285.933 euros anuales.

Por tanto, “ya sea por consecuencias sociopolíticas en el caso marroquí o por factores económicos para Ceuta, la vulnerabilidad de las porteadoras se invisibiliza como sujeto de derechos humanos”.

La situación de las mujeres porteadoras en la frontera hispano-marroquí, según el informe, concretamente en al caso de Ceuta, “responde a una vulneración constante de derechos humanos en la frontera sur europea, pero no es la única, como este informe indica. Sin embargo, para concluir, es muy conveniente hacer hincapié en el hecho de que los agentes institucionalizados –Unión Europea, Ceuta, España y Marruecos- ya sea por pasividad o por normalización de la situación estén invisibilizando esta realidad diaria que sufren miles de mujeres marroquíes por conseguir 15 euros al día para poder alimentar a sus familias”.

Desde la perspectiva de la APDHA, “parecía lógico que el enfoque de los análisis y la solidaridad se haya centrado, como hacemos en otras páginas de este informe, en lo que ocurre en el Este europeo. Pero durante todo el año 2015 han continuado llegando inmigrantes a España sin alcanzar las cifras del año 2006 y desde luego muy lejos de las que se están produciendo en el Mediterráneo del Este y Central”.

Y estos “resultados” de la represión de los flujos es considera un “modelo” para Frontex y la propia UE. Por ejemplo varios ministros europeos, entre ellos David Cameron, citaron a España como un ejemplo a seguir en la lucha contra la inmigración en el Consejo Europeo de abril de 2015. “Una apreciación que se confirma en el reciente ‘Informe Conjunto de la Comunidad África-Frontex correspondiente a 2015’ en el que se afirma que la ruta del oeste africano a las Canarias está bloqueada gracias a los esfuerzos conjuntos de España, Senegal,

Marruecos y Mauritania”, indican. También se destaca ”la importancia de los acuerdos de readmisión entre Marruecos y España, el aumento de las unidades de las fuerzas marroquíes destinadas a controlar la migración y, en el caso de Ceuta y Melilla, los efectivos destinados a proteger las vallas y el desmantelamiento de los campamentos de migrantes en la cercanía de dichas ciudades”.

“No se mencionan las violaciones de derechos humanos de Marruecos, que destacamos en otra parte de este informe, ni las numerosas muertes de inmigrantes, muchas de ellas en 2015 fruto de la acción directade las fuerzas marroquíes”, añaden.

En aras de esa colaboración, “Marruecos ha cavado una fosa y construido una tercera valla en las áreas más ‘calientes’ del perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla para impedir el acercamiento a las mismas de los inmigrantes. Del mismo modo Marruecos ha puesto en marcha las obras para blindar la frontera con Argelia, que permanece cerrada desde 1994, construyendo una valla de 150 kilómetros de los que lleva construido unos 70.

El ministro marroquí del Interior, Mohamed Hassad, en una repuesta parlamentaria en julio pasado confirmó que efectivamente Marruecos está construyendo una valla dotada con detectores electrónicos para protegerse de las amenazas terroristas, la inmigración ilegal y el contrabando”.

Buena parte de las medidas que quiere implementar la UE “tienen un precedente: España ha sido pionera en la puesta en marcha de esas políticas de control y represión de las migraciones.

Primero fue el despliegue del SIVE (Servicio Integrado de Vigilancia Exterior) en toda la costa española, que, pese a sus límites, sigue siendo un instrumento eficaz de detección temprana de las pateras. Se calcula que la implantación del SIVE a toda la costa española ha podido alcanzar los 300 millones de euros”.

Mientras tanto continúa el flujo de mujeres, fundamentalmente, a través de la frontera del Tarajal, cargadas con enormes fardos, procedentes de los polígonos del Tarajal, con destino al vecino reino de Marruecos. Una imagen habitual y que ha sido objeto de enormes controversias por parte de numerosos colectivos, oenegés y partidos políticos de diverso corte.

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