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Las obras que está realizando la empresa Obimace en la fachada del edificio que alberga el Museo del Revellín, en el número 30 del Paseo, fueron ayer paralizadas provisionalmente por el riesgo que supone para la nidificación de los vencejos, un ave que se encuentra bajo estricta protección.
Miembros de Seo Bird LifeY Sociedad Ornitológica de Ceuta advirtieron del riesgo que se estaba produciendo y se personaron durante la mañana de ayer en el lugar. También estuvieron levantando acta agentes de la Policía Local y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Por parte de los conservacionistas, representados en el lugar por Andrea Guirado Moya, José Jiménez Martínez y Sonsoles Cubillo Robles, se expresó la preocupación por la reproducción de esta especie, que solo lo hace durante un mes al año. Después, adultos y polluelos emigran, por lo que el problema se podría solucionar realizando labores de pintado y limpieza en zonas que no afecten a los lugares de nidificación.
Concretamente, los vencejos y también algunas palomas establecen sus nidos en pequeñas oquedades redondas que existen en torno al primer piso del edificio, que es por donde comenzaron los trabajos.
Es ahora cuando han nacido los polluelos y cuando los padres han de alimentarlos.
La pena económica que conlleva la afectación al periódo de nidificación de los vencejos oscila entre 5.001 y 200.000 euros.
También desde el colectivo conservacionista se puso de manifiesto el hecho de que se ha cursado un escrito dirigido a la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad señalando que en el lugar están criando varias parejas -los vecinos señalan que a diario están viendo a más de un centenar de ejemplares volando por la zona- y que los trabajos de limpieza y pintado del edificio, con el uso de un andamio elevador eléctrico, produce “molestias en el periodo reproductor, afectando seriamente a la viabilidad”.
Explican que se puede evitar parte del daño ya causado, con la adopción de medidas provisionales.
Invocan en su escrito al Real Decreto 139/2011 de 4 de febrero para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, que incluye al vencejo. En este caso es el vencejo común ‘Apus Apus’.
Se trata de un ave que presenta unas peculiaridades verdaderamente asombrosas. Permanecen siempre en vuelo: en el aire viven, se alimentan, se aparean e incluso duermen. Prácticamente solo se paran cuando están desovando, incubando o alimentando a sus polluelos, siempre teniendo en cuenta que debe estar el nido en altura, puesto que son incapaces de levantar el vuelo si se encuentran en el suelo.
Son migratorias, tienen una media de vida de unos siete años, y su velocidad de vuelo es espectacular. En planeo se sitúa en unos 5-7 metros por segundo, pero cuando juegan entre ellos llegan a alcanzar los 70 metros por segundo.
Se calcula que a lo largo de un año un vencejo puede llegar a recorrer 190.000 kilómetros en vuelo sin descanso.
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