Tiempo de Navidad, tiempo de ¿solidaridad?

Con la llegada de la Navidad llega también el tiempo de la solidaridad. En estas fechas tener un gesto solidario, sea el que sea, parece asignatura obligada y todas las entidades se movilizan con actividades de cualquier tipo cuyo objetivo es recaudar. Qué recaudar, a veces, incluso es lo de menos, lo importante es movilizarse y movilizar con ello a mucha gente.

Comida, ropa, juguetes, material escolar, dinero... cualquier cosa es recaudable en Navidad. Desde los chavales que con el viaje de estudios en mente venden productos navideños para ganarse un dinero que subvencione su aventura, a quienes recogen juguetes para los niños más desfavorecidos, es raro quien no se moviliza en Navidad pues, a sabiendas de que los corazones se vuelven más sensibleros por esta época, se aprovechan de una corriente de solidaridad y colaboración que ha crecido en los últimos años.

Sin embargo, cuando llega el nuevo año, la solidaridad parece irse abajo por la cuesta de enero al igual que lo hace el dinero del común de los mortales. Pero las necesidades siguen ahí. Las familias más pobres siguen sin tener recursos para comprar alimentos o ropa, y las asociaciones sin ánimo de lucro necesitan colaboración, no sólo económica, si no también personal.

Por eso, no estaría de más dosificar esa solidaridad que desborda los corazones en Navidad, y que las entidades que salen a la calle para hacer recolectas lo hagan durante todo el año. Es bueno estar del lado de los que más lo necesitan, pero no sólo por Navidad, ni para hacer la foto, si no durante todo el año y sin necesidad de que se publicite. Los problemas, las necesidades y las situaciones extremas se dan, lamentablemente, durante los 365 días del año. Sin desmerecer a quienes, de manera desinteresada y con mucho esfuerzo, salen estos días a la calle para recaudar con fines solidarios, también es importante reclamar la colaboración de los ciudadanos a lo largo del resto de meses para causas tan nobles con las que se abanderan estos días.