Julia Ferreras: «Hay que evitar la sobreinformación de noticias sobre coronavirus»
Entrevista / Julia Ferreras - psicóloga
Esta psicóloga ceutí afirma que no sólo hay que tratar a los sanitarios y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado como héroes, sino también prestarles nuestra ayuda para que se abran emocionalmente.
Julia Ferreras es una psicóloga ceutí que se ha sumado a la iniciativa estatal #TienesMiAyudaSoyPsicólogo, en la que este colectivo profesional se ofrece de forma voluntaria a las personas que necesiten en estos momentos tan difíciles de confinamiento ayuda emocional. Por ello, ha emitido un vídeo en las redes sociales que ha sido compartido por colectivos como Comisiones Obreras de Ceuta, para que su iniciativa solidaria llegue a todos los ceutíes que necesiten su ayuda desinteresada. En momentos de pandemia global está surgiendo el lado más solidario de los seres humanos también. Julia, que afirma haber recibido varias llamadas ya pidiéndole ayuda y consejos, habla de cómo puede afectar la etiqueta de 'héroes' que se le ha impuesto a los sanitarios y agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en este estado de alarma.
Pregunta.- ¿Qué reacciones puede derivar en los sanitarios que se les esté encumbrando como héroes como si tuvieran cualidades sobre humanas?
Respuesta.- No sólamente a los sanitarios, sino a todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que los hemos encumbrado porque se lo merecen por la labor profesional o humana que están desarrollando. Pero es un arma de doble filo, porque el colocar sobre ellos esa losa de superhéroes hace que no se les permita comportarse como al resto de los seres humanos. Hace que vayan acumulando tensiones y que no se vacíen emocionalmente cuando acaban sus turnos. Al final cuando todo esto pase vamos a acabar con muchos casos de estrés postraumático.
P.- Por tanto, ¿puede generarles ansiedad o más bien les repercute aumentándoles su moral?
R.- Nunca va a repercutir negativamente el que se les trate como lo que son, héroes, pero tiene que ir acompañado de un ‘déjame que te devuelva el favor de alguna manera. Eres para la sociedad un héroe pero tienes permitido llorar, agobiarte o tener miedo’ porque esto es una situación novedosa para todos. Lo negativo es no tenderles la mano cuando ellos también lo necesitan.
P.- Derecho a la debilidad, por tanto, ¿no?
R.- Claro. Imagina lo duro que es estar en primera línea de batalla pero que no se te permita desfogarte o esperar un tiempo para gestionar esa emocionalidad hacia afuera. Es como si tuviera que estar constantemente con tu traje de superhéroe porque la gente de tu alrededor no puede ver que tienes miedo, estás agotado o sobrepasado por la situación.
P.- ¿Qué consejos le daría a los trabajadores que están teletrabajando en estos momentos?
R.- Lo primero que les aconsejo es que intenten mantener una rutina, prácticamente la que tenían antes, con la dificultad que eso conlleva. Y para los que tienen que seguir yendo a trabajar que entiendan que todas las reacciones que tienen como llorar cuando llegas a casa de trabajar, son reacciones completamente normales ante la situación anormal que estamos viviendo. Que intenten no aislarse socialmente y que hablen con su familia, aunque sé que es difícil muchas veces, porque lo que quieres es no sobrecargarlos más, pero se pueden poner también en contacto con nosotros, los profesionales, para sacar todo fuera y no se enquiste las emociones.
P.- Por tanto, ¿ayuda más el contarlo que no darle muchas vueltas?
R.- Las emociones, tanto positivas como negativas, tienen que fluir y sacarse fuera. Las que no se sacan fuera no se comprenden y es información que no se gestiona bien. Muchas veces el simple hecho de expresarlas ya es terapéutico de por sí.
P.- ¿Es normal que la ansiedad laboral pueda aumentar en estos días de teletrabajo?
R.- Claro. Es muy normal. Encontramos a gente que no ha teletrabajado nunca y se tiene que enfrentar a herramientas nuevas y a dinámicas nuevas de trabajo. Además, el simple hecho de trabajar desde casa hace más difícil llevar una rutina, muchas veces olvidamos el propio autocuidado. Puede ocurrir que incluso te levantes y te sientes directamente a teletrabajar. Eso es completamente contraproducente, por eso es importante mantener los mismos horarios laborales y los mismos momentos de descanso que cuando trabajabas.
P.- A los trabajadores que tienen que seguir yendo a trabajar y tienen miedo a un posible contagio y a contagiar a sus familiares ¿qué les diría?
R.- Lo primero es darle las gracias por todos los que nos quedamos en casa. Lo segundo es que no podemos estar viviendo continuamente en una ansiedad anticipatoria de lo que puede ocurrir en el futuro.
P.- ¿Qué consejo le daría a las personas que están confinadas pero sin trabajar?
R.- Mantener la rutina, una serie de horarios, actividades de ocio, ejercicio físico, y no aislarse socialmente, sino que hacer videollamadas, ponerse en contacto con familiares y compartir tiempo con ellos. Y por supuesto, que si notan algún síntoma de ansiedad que se pueda alargar en el tiempo que se pongan en manos de un profesional.
P.- ¿Existe un tabú a la hora de hablar de estrés o ansiedad?
R.- Sí. Seguimos teniendo la idea de que acudir a un psicólogo es síntoma de tener un trastorno mental. Esto no es así, y lo es menos en estos momentos de pandemia global que nunca hemos vivido. Es normal sentir miedo, ansiedad, estrés o incluso tener ataques de pánico. Cualquier desviación normal es completamente normal en cualquier situación. En esta ciudad sigue existiendo un gran tabú con el hecho de ir al psicólogo. Es completamente normal necesitar a esa persona que te ayude cuando te sientes perdido en algún momento de tu vida y que te encienda la bombilla para recorrer el camino. Pero es difícil, porque la gente se cree que el estrés del día a día hay que soltarlo con los amigos o en los bares, y muchas veces se requiere de ayuda profesional porque no nacemos con ciertas herramientas que sí tenemos los profesionales.
P.-Hablando de su iniciativa, ¿le ha llamado alguna persona ya para pedirle ayuda o algún consejo?
R.- Sí, desde trabajadores hasta personas que están confinadas en casa.
P.- ¿Por qué le han contactado concretamente?
R.- Por miedo, porque hemos visto en las últimas 48 horas como en nuestra ciudad se ha cuadripicado el número de casos, los días de confinamiento van pasando y parece que no se le ve salida y empiezan a aparecer los primeros síntomas de ansiedad, impotencia o rabia sin saber como gestionarlo.
P.- ¿Y qué les aconseja?
R.- Lo primero es tranquilizar a la persona, que no se sientan bichos raros por lo que están sintiendo y que no piensen que no se va salir de esta. Por otro lado, evitar la sobreinformación ya que estamos expuestos las 24 horas a noticias sobre coronavirus, nuevos casos, fallecidos, etc. Debemos limitar a una hora por la mañana y a otra por la noche para obtener la información por los canales oficiales y el resto del tiempo despejar nuestra mente y ocuparla en otras cosas.
P.- Aunque hoy en día es muy difícil desconcertar de la actualidad con las redes sociales...
R.- Es muy difícil pero es necesario. No tenemos que estar 24 horas metidos en las redes sociales. Si estamos en grupos de Whatsapp y estos días solo hacen subir información sobre la situación o bien hay que silenciar esos grupos o si son gente de confianza decir ‘a mí esto no me está sentando bien y me voy a salir del grupo cuando esto pase’ o pedir que no se esté enviando información todo el día sobre eso.