Huracán (DANA) en Ceuta hace 182 años

COLABORACIÓN

La población de ceutíes en esa gran tragedia, unos 3.000 habitantes, y a esta cifra había que añade el número de militantes que componían la guarnición y mas de 2.440 reclusos en el presidio del Hacho y del cuartel Principal en la zona de las Eras.

Puente del Cristo de los Afligidos. Hacia 1890. / FOTO Archivo: Paco Sánchez
Puente del Cristo de los Afligidos. Hacia 1890. / FOTO Archivo: Paco Sánchez

El 10 de octubre de 1842, los ceutíes sufrieron un gran Huracán, hoy le llamaríamos Dana, con características muy iguales. Una DANA suele ser más localizada y puede afectar áreas específicas durante períodos prolongados. En algunos casos, la “gota fría” puede causar fenómenos extremos como granizadas o tornados, difícilmente resultan en vientos destructivos como los huracanes.

La población de ceutíes en esa gran tragedia, unos 3.000 habitantes, y a esta cifra había que añade el número de militantes que componían la guarnición y mas de 2.440 reclusos en el presidio del Hacho y del cuartel Principal en la zona de las Eras.

Los acontecimientos de hace dos siglos en Ceuta, apenas tenemos noticias, pero hemos de encontrar el diario Gaceta de Madrid y dejar las crónicas.

Este pueblo, abatido tantos años, ha por la más constante desgracia, tan llegó de privaciones de todo género y tan olvidado de la grandeza qué en sus añales cuenta, acaba de ser testigo de una de aquellas calamidades extraordinarias que ha venido, digámoslo así, a poner término hasta sus esperanzas de mejor suerte, según paso exponer la consideración.

Desdé la tardé del día 10 de octubre, se vio el horizonte cargado de nubes y con síntomas bien claros de una cercana tempestad y cuándo estos infelices habitantes esperanzaban alborozados las lluvias del invierno para sacar multiplicados frutos de las huertas y posesiones frondosas que abundan en esté recinto, la Providencia, burlando sus esperanzas, las ha trocado en un cuadro espantoso de desolación.

Porque tal ha sido la fuerza de la tempestad, y tales los estragos que ha causado en toda la noche, que es posible presenciarlos sin estremecerse ni menos describirlos de una manera exacta el medio de la sensación profunda que no agita.

El Ayuntamiento constitucional y comandante de ingenieros, en tuerza de una actividad incansable por parte de cuantos funcionarios públicos intervinimos en la suerte que ella en su mayor parte hubiese experimentado catástrofes aún más sensibles, pues que afortunadamente.

Muchas familias luchando a nado con la muerte dentro y fuera de sus aposentos, tan solo ha habido hasta ahora una víctima que lamentar, y esta de edad muy de pequeños, porque las demás personas que han sido maltratadas, ninguna de ellas presenta riesgo de perder la vida.

Estas infelices familias van a quedar reducidas, porque además de los grandes estragos que hay visibles y de los que aun pueda ocasionar la tempestad que en este momento de las doce de la noche, del 10 de octubre de 1842, no ha desaparecido, pocos serán los edificios en que no hayan de hacerse reparos de consideración.

La comisión nombrada del seno de este ayuntamiento constitucional para reconocer y averiguar, en unión de los correspondientes peritos, la carpintería y albañilería, las ruinas y destrozos causados en la noche última por el recio temporal y copiosísima lluvia que jamás conocieran los naturales del país.

Tan lamentables desgracias, que han dejado sumida en la mayor miseria y consternación al infeliz propietario, que a costa de mil afanes pudo labrarse siquiera la mansión de su menesterosa familia, mirase ya sin hogar, y expuesto a la inclemencia de los tiempos y del infortunio.

Varios funcionarios, salvaron prodigiosamente sus vidas; pero perdieron aquel y hasta los muebles y ropas que tenían para su uso y precisa decencia personal.

Es testigo ocular de todo, y le consta evidentemente que en esta tenebrosa noche lodo fue tribulación, conflicto y espanto, porque las calles de Ceuta presentaban el aspecto de un caudaloso no precipita lo por las cataratas del cielo, que obligó a arrojarse a muchos habitantes por balcones y ventanas, saliendo en de ellos cuantos efectos y menajes teman dentro de las mismas, los cuales inutilizados desaparecieron inmediatamente, siendo presa de la corriente y del mar.

Medidas de salvación se dictaron rápidamente, secundadas por la corporación que suscribe y por beneméritos y celosos vecinos y militares y aunque a ellas se debió seguramente la evitación de una catástrofe general, no alcanzaron sin embargo a dejar de lamentarse la pérdida de una inocente niña, que tratándola de salvar sus padres se la arrebató la impetuosidad del elemento que causaba las desgracias.

Porque el agua subió en centenares de casas a la altura de seis pies; y mientras esto sucedía, el oficial comandante y tropa de la guardia del punto llamado las Balsas tuvieron que salir a nado hasta lograr pisar tierra, colocándose en lo alto de una escalera que existe a las inmediaciones, pero precipitando al joven tambor, que se habla puesto de antemano en el hueco de una ventana alta huyendo del agua, a la vecina plaza denominada de San Pedro, con todo el cuerpo de dicha guardia y el lienzo de la muralla, cuya construcción puede decirse era del mejor material y por consiguiente solidez en fortificación. El ayuntamiento se abstiene de hacer a una exacta descripción de todas las pérdidas originadas a estos habitantes porque le consta que se halla últimamente penetrado de ellas.

Puente de la Almina y pescadería. Hacia 1900..  / FOTO Archivo: Paco Sánchez
Puente de la Almina y pescadería. Hacia 1900.. / FOTO Archivo: Paco Sánchez

Desaparecían casas, arrancados arboles...

Siguiendo con la crónica de Gaceta del Madrid, en 1842, muestran las tragedias de aquellos ceutíes de hace dos siglos, como fue el Huracán (DANA) y nos destruí absolutamente las huertas, arrancados sus árboles, parrales y hortalizas, obstruida completamente parte de las calles, deshechos sus empedrados, reventadas algunas alcantarillas, y por último la desaparición de las casas, dejen de todas las domas quebrantadas y expuestas a ruinas. El Ayuntamiento, realizo un listado de las ruinas. Una casa baja en la calle Real, 46, fue anegada con “19 pulgadas de altura”. Otra en el mismo número principal de morada de altos y bajos fue anegada por la parte del Sur por la ruina de una pared de 72 varas en cuadro que lindaba por una huerta, llegando el agua en las habitaciones altas a dos varas y siete pulgadas, y destrozando todos los tabiques, puertas y vidrieras, descendió a los bajos; y produciendo el mismo efecto, al salir por balcones y puerta principal, desempedró la calle formando una hendidura de más de media vara de profundidad. Un lienzo de pared de 126 varas cuadradas tue arruinado fin el sitio llamado de la Barría, dejando en estado peligroso á otro pedazo de 72 varas, también en cuadro.

Listado de los ayudas a Ceuta desde Cuba. / FOTO Archivo: Paco Sánchez
Listado de los ayudas a Ceuta desde Cuba. / FOTO Archivo: Paco Sánchez

Suscripción para Ceuta afectados por Huracán [DANA] en 1842

El Ministerio de Marina Comercio y Gobernación de Ultramar, mediante una circular dirigida a los gobernadores capitanes generales de aquellas provincias, les encarga que abran una suscripción en favor de los vecinos de Ceuta que sufrieron pérdidas en el huracán del 10 de octubre de 1842.

El desamparo en Ceuta, el 10 octubre de 1842, fue impresionante, el diario Gaceta de Madrid cuenta su trágica... En el dicho callejón de Linares formó el agua una zanja de 3 o varas de longitud y dos de profundidad, dejando en próxima ruina las paredes lateras. La Marina Norte una fuerte pared de 60 varas de longitud y 5 de altura ha sido arruinada por el centro en más de 20 varas en cuadro, dejando el resto en próximo peligro, la salida del agua por el hueco anegó la batería que se halla su frente, denominada de San Pedro, saliendo con ímpetu por encima de sus muros.

En el callejón llamado del Tio Valiente se arruinaron tres paredes; una de 50 varas en cuadro; otra de 30, y otra de 60. El callejón del Molino el agua hizo una franja de 30 varas de longitud y una de profundidad. En el mismo callejón, habiéndose caído un lienzo de pared de 35 varas cuadradas de la casa núm. 7.

Al remate de la calle Real la casa 7 fue anegada. La contigua núm. 38, habiendo sido arruinada casi en su totalidad al fuerte impulso del torrente del agua, arrastró con una muralla que se hallaba a su frente al Norte de más de 200 vara, y como de la parte de abajo de dicha muralla se hallase una huerta con arboleda, arrancó todo.

La casa núm. 28 en el callejón del Clavijo de altos y bajos de excelente construcción se halla amenazando próxima ruina por el agua socavando sus cimientos. La casa num. 34 en la calle Real fueron anegadas algunas habitaciones altas por las avenidas de un patio próximo.

La num. 24 en dicha calle de altos y bajos arruinada completamente. En el callejón de Duarte la casa núm. 1 que tiene su fachada a la calle Real, se anegaron sus habitaciones bajas hasta la altura de dos varas y cuarta.

Y como viniese el agua con una precipitación extraordinaria por las ruinas de unas paredes de la parte Sur, que es de más elevación el terreno, arrancó las puertas, rompió un tabique, y sacó una reja de su sido por donde salió el torrente, librando por esto la ruina total de la casa.

En el callejón del Correo viejo existía una casa sin techos, y habiéndose caído todo su frente de 50 varas en cuadro, arruinó otro lienzo de pared de una huerta, la cual se anegó destruyéndola toda.

En la calle Real, la casa núm. 16, habiéndosele arruinado por la parte superior del Sur una pared de 20 varas en cuadro, se anegó todo el jardín, y entrando por las habitaciones bajas hasta la altura de dos varas, destrozó puertas, pilares, y 3 llevó su torrente cuantos muebles y efectos existían en ellas.

En otra calle, la casa núm. 6, que es de las principales de la población y de las mejor construidas, ha sufrido un extraordinario quebranto en todas sus paredes y escalera de piedras, habiéndose notado hundido el piso de la cocina, que está en terreno firme, cerca de un pie: esta casa linda a poniente con el callejón nombrado de la Tercena vieja; y como en este hiciese el agua una zanja de 3 o varas de longitud y 2 de profundidad, por donde reventó un caño real subterráneo, la ha dejado casi en el aire por esta parte por haberse socavado sus cimientos.

A consecuencia del torrente de agua que bajaba por el dicho callejón de la Tercena y por el caño roto, fue arruinada una casa y un pedazo de pared de una huerta contigua, quedando esta desolada enteramente.

Al fin del expresado callejón se arruinó en un todo otra casa. En el callejón de la Veeduría formó la fuerte y espantosa avenida del agua una zanja de 45 varas de longitud y 2 de profundidad, cuya tierra fue conducida por todo el resto del dicho callejón.

El Comandante general tras amanecer del Huracán a la Comandancia de Maestranza, recibió el aviso de los partes que seguidamente acudía al más interesante punto de extremo del Norte de la cortadura del valle, en donde se ha desprendido un lienzo de muralla desde las inmediación de la batería de los Abastos hasta pasada la puerta de las Balsas, llevándose también el cuerpo de guardia del oficial, garita y letrina que cargaban sobre el parapeto, arquería del paso de la citada puerta y los pilares del segundo rastrillo más avanzado de dicho paso, dejando una considerable brecha en paraje tan accesible de cerca de las varas de longitud.

Ayudas a Ceuta desde Puerto Rico. / FOTO Archivo: Paco Sánchez
Ayudas a Ceuta desde Puerto Rico. / FOTO Archivo: Paco Sánchez

Ayudas desde Cuba y Puerto Rico

Contestación de los gobiernos de Cuba y Puerto Rico acompañando letras de cambio por el importe de la suscripción para Ceuta. Por otra parte el Huracán son sistemas mucho más poderosos y organizados que pueden causar daños extensos en grandes áreas. Los vientos en un huracán pueden superar los 119 kilómetros por hora, velocidades que pueden resultar en destrucción masiva de infraestructura, así como marejadas ciclónicas que causan inundaciones costeras. Cabe señalar que tanto el fenómeno DANA como un huracán son fenómenos meteorológicos extremos que pueden causar daños significativos, sus orígenes, estructuras y efectos son diferentes. llamado como “gota fría”, es un fenómeno que se forma cuando una masa de aire que se desprende por completo de una corriente muy fría y desciende sobre otra masa de aire caliente, creando una depresión que puede permanecer separada de la circulación general. Lo anterior produce grandes perturbaciones atmosféricas que regularmente se encuentran acompañadas por intensas lluvias.

Los fenómenos DANA son bastante típicos en el área mediterránea, justo en donde el aire frío interactúa con el aire cálido y húmedo del mar, dando lugar a intensas lluvias y tormentas. La “gota fría” puede ocurrir en cualquier época del año, aunque son más comunes durante el otoño; esto debido a la temperatura del agua en Mediterráneo.

Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí

También te puede interesar

Lo último

stats