La colocación de unos bolardos en la calle Velarde atenta contra la accesibilidad

La reciente instalación de bolardos en las aceras de la calle Velarde, realizada por operarios de la empresa pública Obimace, ha generado críticas vecinales por el impacto que tienen en la accesibilidad. La estrechez original del acerado se ha visto agravada por los nuevos elementos, lo que imposibilita el tránsito de personas en silla de ruedas y dificulta el paso de carritos de bebé, según denuncias recogidas por la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos (FPAV).

El presidente de la FPAV, Francisco García Segado, ha sido el encargado de dar voz a la protesta ciudadana. "Es inadmisible que unas obras destinadas a mejorar la vía pública terminen empeorando la movilidad de los vecinos. No se ha tenido en cuenta la accesibilidad, algo fundamental en cualquier intervención urbana", afirmó Segado en declaraciones a los medios.

Además, García Segado ha aprovechado para recordar que no es un caso aislado. Según explicó, en diversas barriadas de la ciudad se han registrado problemas similares, con aceras que presentan losetas sueltas y que han provocado ya varias caídas de peatones. "La seguridad y el bienestar de los vecinos deben ser prioritarios, y exigimos soluciones inmediatas para estas deficiencias", subrayó.

“La obra en la calle Velarde ha puesto en evidencia, una vez más, la falta de planificación y supervisión en algunas actuaciones urbanas”. Desde la FPAV, se ha solicitado al Ayuntamiento una revisión del proyecto y la retirada de los bolardos para garantizar que la acera cumpla con los estándares de accesibilidad.

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