De VHS a la actualidad: La Ciudad convertirá en formato digital los plenos de los años 90
Cabe reseñar que a la contratación para la transformación de VHS a digital, solo se habría presentado una oferta
La Consjería de Educación y Cultura ha anunciado la adjudicación del contrato menor destinado a la digitalización de las cintas de vídeo VHS correspondientes a los plenos municipales de la década de los 90. Esta iniciativa busca preservar en formato digital los archivos audiovisuales y garantizar su accesibilidad para futuras generaciones.
El contrato, que en un principio contaba con un presupuesto base de licitación de 499,2 €, ha sido finalmente adjudicado a Tomás Víctor García Díaz, quien ha sido la única empresa en presentar una oferta, por un importe total de 499,2 €.
Con este paso, se asegura la conservación de estos archivos audiovisuales, facilitando su consulta y evitando el deterioro de las cintas originales. Además, cabe reseñar que a la contratación para la transformación de VHS a digital, solo se habría presentado una oferta.
Orígenes y fin del VHS
En términos históricos, en 1976, la compañía JVC desarrolló y lanzó al mercado el sistema VHS de grabación de vídeo para el mercado de consumo. Los primeros sistemas fueron los HR-3300, que tenían un precio de salida en Estados Unidos de 885 dólares. Un año antes, Sony había lanzado el otro sistema de vídeo analógico, el Betamax. Con la llegada del VHS comenzó una guerra de formatos que duró hasta bien entrados los años 80 en la que también compitió Philips con su V2000. Sólo hubo un ganador, y ese fue JVC y sus cintas VHS.
La compañía acabó abriendo la patente de su formato a los demás fabricantes, con un sistema de fabricación mucho más flexible que el Betamax de Sony, lo que hizo que acabara extendiéndose así el VHS por todas las tiendas de electrónica. Además, el VHS ofrecía un tiempo de grabación de dos horas, frente a la hora que ofrecían los primeros aparatos Beta que existían en el mercado por aquel entonces.
La compañía supo, además, concretar licencias y alianzas con distintas distribuidoras cinematográficas como Paramount o Disney, que comenzaron a lanzar sus títulos en formato cinta. Sony admitió su derrota en 1988, abandonó el formato Betamax y comenzó a producir su propia línea de grabadoras de VHS, un formato que ya tenía el 95% del mercado por aquella época.
El VHS fue el líder indiscutible hasta el año 2000, año en el que comenzó el derrocamiento con la popularización del DVD. Aún así, ambos formatos convivieron por igual hasta 2004, cuando las compañías comenzaron a apostar únicamente por el segundo y dejaron de producir progresivamente aparatos de VHS.
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