Una veintena de estudiantes participa en el Concurso de Microrrelatos del Siete Colinas

La profesora de Lengua y Literatura María Jesús Fuentes repartió pequeños sobres con tres bombones Ferrero Rocher en su interior. Lo hizo después de pasearse entre las mesas de los estudiantes para entregarles los folios donde, en la hora siguiente, debían plasmar su originalidad. Casi una veintena de alumnos de Bachillerato participaron en el ya tradicional Concurso de Microrrelatos del IES Siete Colinas, donde se celebró la prueba en la mañana de este miércoles, a partir de las 12:00h.

Al Ángelus, minutos antes de comenzar a explicar a los jóvenes el tema escogido y las diferentes normas del concurso, Fuentes no disimuló su entusiasmo. Confesó la “alegría” que le confiere contemplar una sala llena de chicos y chicas dispuestos a expresarse a través de la literatura, todos en compañía, cada cual de un instituto diferente. Esta cuarta edición del certamen está atravesada por dos novedades que entusiasmaron a la docente y poeta: coincide con el Día del Libro y es presencial.

Hasta este año, los trabajos se enviaban por Internet y tanto el jurado como los organizadores tan solo tenían la posibilidad de conocer a los ganadores, ya en la entrega de los premios. “Nuestro director consideró que, como se trata de una actividad también para estrechar lazos, para conocernos, para que nuestros jóvenes talentos sutiles se encuentren, debíamos hacerlo aquí”, explicó María Jesús Fuentes en declaraciones a la prensa en los momentos previos al inicio de la prueba.

Aunque se advirtió a los estudiantes de que habría un tema concreto, para que no lo tuvieran “todo muy preparado, sino que fuera más fresco y más espontáneo”, el asunto requerido para el microrrelato ha sido “bastante abierto”. “Tampoco se lo queríamos acotar demasiado, queremos darles bastante libertad”, aclaró la profesora.

Para ésta, los alumnos de Bachillerato suelen tomarse el concurso con un mayor sentido de la competitividad, mientras cuando organizan certámenes para los estudiantes de la ESO el ambiente es más relajado. “Los de la ESO son más alegres y miran más que el hecho de participar, como debe ser, es suficiente”, afirmó. Se mostró satisfecha con el poder de convocatoria: “Está teniendo éxito. De hecho, algunos compañeros que ya han participado otros años se han puesto en contacto con nosotros a través de mensajes para ver la obra y manifestar su visión”.

El jurado del concurso busca que los tres ganadores sean los mejores microrrelatos. Se concederán tres reconocimientos en forma de tarjetas-regalo canjeables en una librería local: un primer premio de 150 euros, un segundo de 100 euros y un tercer galardón de 50 euros. Además, los mejores textos formarán parte de una publicación digital y una exposición física, tanto en la web del IES Siete Colinas como en su revista literaria “HACER”.

Se reunirán la semana que viene para valorar. Fuentes, como coordinadora del Plan Lector, se encontrará con el jefe del departamento de Lengua y con el director. “No hay trampa ni cartón”, resume la profesora, quien asegura que, mientras leen los relatos, desconocen la identidad de sus autores. “Siempre se miran de acuerdo con los criterios que hemos establecido, originalidad, ortografía, estructura oracional…”, desgranó. Fuentes destacó que, “en general, el nivel ha sido siempre muy alto”.

Desde el IES Siete Colinas agradecieron el apoyo institucional que hace posible esta actividad. Quisieron mostrar su agradecimiento a la Cámara de Comercio y a la Casa de la Juventud, “por el respaldo constante, que permite que el amor por la lectura y la escritura tenga su espacio entre los jóvenes”.

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