Juan Vivas no cree que Ceuta deba asumir las competencias en sanidad y educación
POLÍTICA
El presidente de la Ciudad ha intervenido en unas jornadas sobre el Estatuto de Autonomía, texto del que ha defendido su utilidad “para conseguir los objetivos de seguridad, estabilidad, prosperidad y cohesión social”
El presidente de Ceuta, Juan Vivas, se ha mostrado contrario a que el Gobierno local asuma las competencias en sanidad y educación, dependientes directamente del Ejecutivo central a través de sus respectivos ministerios. El popular cree que estos servicios esenciales “deben estar en manos de la Administración General del Estado” debido a “los condicionantes estructurales que afectan a su funcionamiento, su alto nivel de exigencia en todos los aspectos” y por estar “en juego el principio constitucional de igualdad de los ceutíes con el resto de españoles”.
Vivas dejó la puerta abierta a la posibilidad de aplicar “fórmulas de desconcentración, como alternativa a la descentralización, que acerquen la toma de decisiones a las necesidades reales y procuren, por esta vía, satisfacer las acuciantes carencias existentes”. Lo defendió en la tarde de este miércoles durante la ponencia ofrecida en el salón de actos del Centro del Mayor, con motivo de las Jornadas Técnico-Jurídicas por el 30 aniversario del Estatuto de Autonomía de Ceuta.
Para el presidente, el texto “ha sido y sigue siendo útil para conseguir los objetivos de seguridad, estabilidad, prosperidad y cohesión social”, además de para “lograr la Ceuta que los ceutíes merecen”. Sus 24 años en el más elevado cargo político de la Ciudad motivaron a los organizadores de las jornadas -el Instituto de Estudios Ceutíes- a llamar a su puerta para que participara en un evento que dio comienzo el martes y finalizará este jueves.
Al término de su discurso, que duró 25 minutos menos de lo esperado -estaba previsto que finalizara a las 20:00h, cuando debía continuar el letrado jefe del Servicio de Doctrina Constitucional del Tribunal Constitucional, Luis Pomed Sánchez, que inició su ponencia media hora antes-, Vivas hizo autocrítica. El político esbozó cuatro preguntas que se permitió responder como colofón final. Comenzó reconociendo que en el Estatuto quedan “espacios políticos sin explorar después de 30 años de vigencia”. Los de Ceuta y Melilla son, de hecho, los únicos Estatutos de Autonomía españoles sin reformar desde su proclamación.
“La respuesta es sí, un sí categórico que tiene que ver, y se justifica, por la falta de utilización, durante todo este tiempo, de las facultades que el Estatuto, a través de sus artículos 13 y 26, atribuye a la Ciudad para llevar a cabo iniciativas legislativas”, inició su contestación Juan Vivas. Explicó a continuación que se refería a iniciativas “que tengan por finalidad modificar Disposiciones Generales del Estado que no hayan tenido en cuenta las peculiaridades” de Ceuta o para “atender necesidades específicas que requieran normas con rango de ley”.
Para ello, cuentan con dos opciones: la solicitud al Gobierno de la aprobación de un determinado Proyecto de Ley o presentar una proposición de ley a la Mesad del Congreso. Considera que estas capacidades deberían haberse aplicado para atender, al menos, cuatro casos “de indudable interés”. Entre ellas, se refirió a uno de los asuntos más polémicos con respecto al régimen autonómico: la ley del suelo. Según Vivas, podría con estas herramientas cubrirse “el vacío legal existente en materia de ordenación de suelo y urbanismo”.
También habló de la posibilidad de “garantizar la suficiencia financiera de la hacienda local y autonómica, al objeto de compensar los mayores gastos que los condicionantes estructurales originan en el funcionamiento de los servicios propios”. Los dos últimos casos de interés giran en torno a “actualizar y perfeccionar el Régimen Económico y Fiscal especial” y “dotar a la Autoridad Portuaria de Ceuta de un marco regulatorio específico, habida cuenta su carácter geoestratégico”.
"Fuimos el único gobierno del PP que votó a favor del modelo de financiación autonómica. Muchos no lo entendieron. Sí lo entendió Mariano Rajoy”
El presidente también esbozó una serie de “asuntos fundamentales para Ceuta” que, según opina, “debería contemplar el Estatuto y no contempla”. Por ejemplo, afirmó que el texto debe recoger, de manera explícita, “la previsión contenida en la Estrategia de Seguridad Nacional: el reconocimiento de la necesidad de una atención especial por parte de la Administración General del Estado para garantizar la seguridad de Ceuta y el bienestar de los ceutíes; además, el blindaje, aunque sea redundante, del mencionado Régimen Económico y Fiscal especial”.
También introdujo algunos de los cambios que, desde su perspectiva, deberían introducirse en el documento con el fin de “mejorar el funcionamiento de los distintos órganos de la Ciudad”. Juan Vivas, que es presidente del Gobierno local y también de la Asamblea, cree que “sería conveniente” diferenciar ambos cargos, “así como posibilitar el cuestionado nombramiento de miembros del Consejo de Gobierno que no sean diputados, siempre, claro está, que no existan escollos de índole constitucional”.
Destacó varias de las posibilidades que el Estatuto de Autonomía confirió a Ceuta. En resumen, “un estatus político e institucional nunca antes conocido, un estatus que habilita cauces de comunicación, presencia y participación igualmente inéditos”. Como alcanzar voz y voto en la Conferencia de Presidentes, en las Sectoriales de los distintos departamentos ministeriales, el Consejo de Política Fiscal y Financiera o la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado.
El recorrido
“Habéis hecho lo correcto. Negociar pensando en los intereses de Ceuta por encima de los del partido”, le dijo el entonces líder de la oposición nacional, el popular Mariano Rajoy, al presidente de Ceuta, Juan Vivas, en el verano de 2009. Era mediados de julio y gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero cuando la entonces ministra de Hacienda y vicepresidenta del Gobierno, la socialista Elena Salgado, interrumpió la desconexión vacacional del ceutí con una llamada en la que le preguntaba cuánto dinero necesitaba Ceuta para considerar que el sistema les era favorable. “Empleé poca retórica. Le dije: el doble. Fuimos el único gobierno del PP que votó a favor del modelo de financiación autonómica. Muchos no lo entendieron. Sí lo entendió Mariano Rajoy”.
Fue una de las anécdotas que, con tono cercano e ínfulas de gloria, Juan Vivas relató durante su ponencia de 35 minutos. El presidente hizo un recorrido por las mejoras alcanzadas entre el Gobierno nacional y el local durante su larga etapa al frente. Comenzó por José María Aznar y finalizó con Pedro Sánchez. De la etapa de Aznar reseñó el inicio de las obras del Hospital Universitario de Ceuta (HUCE), la construcción del helipuerto, la renovación y ampliación de las infraestructuras destinadas a la producción y abastecimiento de agua, “lo que permitió cubrir las necesidades de suministro durante las 24 horas del día, sin tener que recurrir ni al buque aljibe ni a las aportaciones procedentes del país vecino”.
El ex presidente popular también protagonizó uno de los relatos de Vivas en la tarde del miércoles. Como cuando le pidió que contactara con el que fuera secretario de Estado de Hacienda, Antonio Beteta, para tratar de compensar las pérdidas de recaudación del IPSI. “La llave de la caja de los servicios que presta la Ciudad no está dentro de nuestras fronteras”, le dijo Vivas a Aznar, con relación a la dependencia del comercio transfronterizo con Marruecos. La recomendación del presidente nacional fue fructífera, ya que se materializó en que la ley recogiera la compensación reclamada. Hoy en día “cubre el 20% de todos los gastos corrientes de la ciudad, incluyendo organismos autónomos y empresas dependientes”.
De la etapa de Zapatero ensalzó la ya mencionada reforma del modelo de financiación autonómica, aún vigente, la regeneración de las playas de la bahía sur, la Biblioteca Adolfo Suárez o la EDAR. De nuevo con un compañero de partido a los mandos de España, durante la etapa de Rajoy se tomaron, según destacó, “dos decisiones trascendentales muy difíciles”: “dejar a salvo el esfuerzo inversor del Estado” en Ceuta y el Régimen Económico y Fiscal especial “de los duros ajustes y medidas drásticas que impuso la gravísima crisis, financiera y presupuestaria, vivida en los años 2011 y 2012”.
Destacó la elevación al 60% de la bonificación en el IRPF o la implementación de nuevos incentivos fiscales para favorecer el desarrollo de la industria del juego online y de otros servicios de base digital. No faltó anécdota, claro. Rememoró una conversación mantenida con Mariano Rajoy, en la que asumían que, “pese a la gravedad de la crisis”, en Ceuta “no podía cerrarse ningún servicio público, no podía despedirse a nadie, no podía dejarse de pagar una sola nómina. Como así fue”.
Al llegar a Pedro Sánchez, evocó una llamada telefónica mantenida el 18 de mayo de 2021 y un encuentro desarrollado en el antiguo despacho de la Alcaldía de Ceuta. Más de 8000 personas acababan de cruzar -el día 16- hasta la ciudad autónoma, procedentes de Marruecos, de manera irregular provocando caos y temor entre la población. Durante aquellos días, los presidentes hablaron “de la necesidad de una política de Estado que tenga por objeto la protección de nuestras dos ciudades, habida cuenta la concurrencia de unos condicionantes, riesgos y amenazas sin parangón en el resto de España”.
Puso el foco en la superación de la crisis mencionada y la de la pandemia de Covid. Destacó del gobierno del socialista “la normalización del funcionamiento de la frontera en cuanto al tránsito de personas y vehículos”, “el establecimiento de una aduana comercial en dicha frontera, de la que se espera un funcionamiento convencional”, el “Plan Integral para el Desarrollo Socioeconómico, aprobado en octubre de 2022”, o la incorporación de Ceuta, de manera expresa, a la Estrategia de Seguridad Nacional aprobada en diciembre de 2021.
En definitiva, resumió su recorrido histórico, años de “coincidencias, complicidad y lealtad institucional en los asuntos de Estado por encima de siglas”. Vivas concluyó su ponencia reproduciendo aquellas sentencias que integra en cada una de sus intervenciones y que, por si las olvidaban sus consejeros y compañeros allí presentes -que abarrotaron un Centro del Mayor completamente vacío el día anterior, durante el inicio de las jornadas-, volvió a recordar para rematar su discurso. “Que Ceuta es España por los cuatro costados, se mire por donde se mire, lo avala el derecho, lo acredita la historia y lo quieren los ceutíes, todos los ceutíes, recen como recen y se llamen como se llamen”; y que “Ceuta tiene problemas, pero no es un problema”.
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