Ceuta riega a la ‘invisible’ Comisión Islámica con casi 1 millón de euros en 7 años

POLÍTICA

La entidad religiosa local, la única que recibe una subvención individual de toda España, ha pasado de obtener 65.000 euros en 2018 a 294.00 en 2025, un aumento del 330% a pesar de que el convenio no se ha modificado

La Comisión Islámica (CI) de Ceuta está recibiendo cantidades ingentes de dinero público sin haber variado el convenio que firmó con la Ciudad Autónoma en 2018. Por aquel entonces la entidad religiosa recibía 65.000 euros del ayuntamiento, pero este año la subvención ha sido bastante más suculenta: 290.000 euros. El hermetismo del organismo que “representa al Islam y a los musulmanes” y la poca colaboración de la administración cuando se le exige transparencia y justificaciones de las cuentas y los gastos hace complejo rastrear unas actividades que, después de bucear por internet, dejan un aspecto claro: son prácticamente inexsistentes. Desde que comenzó la colaboración entre Gobierno local y la CI el aumento de las ayudas para la “protección, fomento, mantenimiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de toda la comunidad musulmana" ha sido del 330,77%.

A principios de junio la Ciudad ratificaba que este año la subvención dirigida hacia la CI será de 140.000 euros para todo el año 2025, una cifra elevada teniendo en cuenta que desde 2018 hasta 2022 la cuantía ascendía a 65.000 euros, en 2023 aumentó a 95.000 euros bajo el argumento de “dar respuesta a los gastos derivados del programa de actividades” y en 2024 el Gobierno local apoyó a la entidad con 84.000 euros. Desde el inicio de la colaboración Ceuta ha destinado 794.000 euros a esta entidad religiosa -su delegado es Hamido Mohamed, cercano al presidente de UCIDE Laarbi Maateis- a la que tildan fuentes conocedoras de la comunidad musulmana en Ceuta de “invisible”.

La Comisión Islámica de España recibe anualmente del Estado casi 450.000 euros; la de Ceuta es la única a la que le asignan una subvención por parte de un Gobierno local. El crecimiento económico en las arcas de la CI no va unido a una mejora en el servicio y las “actividades” que desarrolla la entidad supuestamente en Ceuta, ya que el convenio no ha cambiado prácticamente en nada desde que la Ciudad otorga dinero a esta entidad religiosa. En cambio, las cifras no han parado de aumentar.

El incremento disparatado de este año tuvo su guinda el pasado 16 de junio, cuando pasó sin pena ni gloria una enmienda a la modificación de los Presupuestos de la Ciudad Autónoma presentada por el diputado no adscrito, Navil Rahal, en la que solicitaba otros 150.000 euros para la Comisión Islámica de Ceuta. No se debatió, no se puso sobre la palestra, simplemente se aceptó y de buenas a primeras de 140.000 la subvención pasó a 290.000 euros. Todas estas ayudas son sin contraprestación.

Los argumentos del exdiputado socialista, que apoya al Gobierno de Juan Vivas en la mayoría de iniciativas que se plantean en los plenos desde que abandonó a la formación roja, reflejan poco peso teniendo en cuenta una serie de aspectos que describe con contundencia Marian Aretio, secretaria general de la Asociación de Consumidores Halal (ACOHA) y voz autorizada en el mundo de la enseñanza del Islam.

Rahal razonaba en su escrito, al que tuvo acceso este diario, que dicha partida irá dirigida a “la rehabilitación, el mantenimiento, el equipamiento, las reformas y la construcción para la Subvención de Rehabilitación de Mezquitas”. El objetivo, subrayó en el texto, es “asegurar la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y los lugares de culto islámicos en Ceuta, medida que fomenta activamente la diversidad cultural y religiosa, pilar fundamental de la convivencia y la identidad de la Ciudad Autónoma”.

Las palabras y el mensaje grandilocuente de Rahal en su escrito no convencen a Aretio, que tiene claro que la CI local no ha justificado hasta el momento qué hace realmente con la subvención ni ha explicado por qué piden aumentos año tras año en las ayudas a pesar de que ni se realizan actividades ni ha cambiado el convenio desde que se firmó en 2018.

“Este año se ha incrementado mucho sin ninguna justificación, sin ningún motivo y sin ningún cambio en ese convenio. A una comunidad islámica de ámbito nacional que también recibe financiación pública a nivel estatal. ¿En base a qué esa subida tan considerable?”, apunta Aretio durante una conversación con este diario.

La secretaria general de ACOHA desglosa punto por punto el convenio del pasado año y, además de no encontrarle explicación al aumento, asegura que en determinados apartados chocan con un Estado laico y aconfesional como es España.

Bucear por Internet confirma que la CI de Ceuta no es propensa a realizar actividades, conferencias u otras iniciativas a nivel local. Lo único que se puede encontrar y que está “vinculado” a la entidad que lidera Hamido Mohamed fueron unas charlas sobre Islam e identidad musulmana organizadas por la asociación Iqra y unas jornadas de sufismo que llevaron a cabo ACEDI y la UNED y que contaba con “respaldo institucional” de la entidad religiosa.

A pesar de que desde ACOHA pidieron a través de un escrito dirigido al presidente Juan Vivas el pasado 26 de mayo transparencia y datos públicos relacionados con la CI y sus justificaciones del gasto a raíz de las subvenciones, la administración miró para otro lado y contestó un escueto: “No procede”.

¿A dónde va el dinero?

A la aparente falta de actividades y programas para justificar las cantidades de dinero recibidas se le suman dos eventos clave en los que la CI está presente, lleva la voz cantante, pero no paga un duro: la Musal-la y el Iftar Institucional.

La Ciudad destina todos los años 6.000 euros para llevar a cabo la Musal-la, que este año se ha celebrado en la explanada de Loma Colmenar. Otros tantos miles de euros abona el Gobierno local para sufragar el Iftar Institucional, una celebración que llevaron a cabo las autoridades en la Estación del Ferrocarril este año.

“Si acaso compran unas alfombras, alquilan algo de megafonía…Pero poco más -en relación a la Musal-la-, aunque 6.000 euros es una burrada para un acto que dura una hora y poco más. Vamos, es exagerado. El Iftar Institucional, lo que se realiza en Ramadán…todo eso va a cargo de la Ciudad. Está habiendo una asignación de dinero público que no se justifica. Sobre las actividades que hacen yo daría la enhorabuena a alguien que encontrara alguna realizada por la Comisión Islámica de Ceuta”, sostiene.

‘Desmontando’ el convenio

“Enseñanza de religión y de cultura árabe en centros escolares”. Este es de los primeros cometidos que tiene la Comisión Islámica de Ceuta en su convenio con el Gobierno local.

“Ese primer apartado en el que se asienta este convenio, por así decirlo, está fuera de sentido. La administración no puede financiar las clases de religión, porque sino tendrían que ser todas en toda España. Además, el carácter aconfesional del país quedaría en entredicho, sobre todo cuando esta tarea ya tiene su espacio, financiación y todo arreglado con la enseñanza religiosa y educativa”, cuenta Aretio en relación a la CIE a nivel nacional

Sobre la enseñanza del árabe, en realidad a nivel local se encarga la Asociación Al Idrissi, que recibe subvención, pero que cobra a los niños (unos 600) 20-25 euros, rebajándose en el caso de que sean dos o más hermanos los que se apunten. La CI no realiza dicha actividad, aunque haya aparecido en los convenios.

“Integración juvenil a través del deporte”. Otra posible falacia si se indaga un poco sobre las actividades en ese marco que lleva a cabo la CI. Lo único que este diario ha podido confirmar es que la UCIDE, vinculada a dicha entidad religiosa -aunque diferentes-, posee un equipo de fútbol en activo. Sobre la CI y sus iniciativas en el ámbito deportivo, ni rastro. “No hacen nada”, insiste Aretio.

Otro de los aspectos que se señala en el convenio es el de desarrollar programas de integración social de la población marginal. Iniciativa de la que también dudan tanto Aretio como fuentes en contacto directo con la comunidad musulmana. “¿Qué hacen? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Qué han hecho estos años? ¿Cómo están las condiciones de los menores? ¿Cómo está la situación de las mujeres musulmanas y su ámbito de participación e integración social? No hay nada específico que favorezca un programa de integración social para la población marginal”, recalca Aretio.

Sostienen fuentes consultadas que, además, para llevar a cabo dicho programa se deben contratar trabajadores o educadores sociales, entre otros, para detectar a los sectores vulnerables. Ponen de ejemplo algunas iniciativas como ayudar a mujeres analfabetas, marginales, fomento del empleo etc. “Esta gente lo que hacen cuando alguien va a pedir ayuda es dirigirlos a Servicios Sociales o a la Oficina de Empleo. No desarrollan propiamente nada”, subrayan.

Recuerda Aretio otro asunto controvertido, al que se agarra la CI de Ceuta para optar a la subvención millonaria y al que hace mención -de forma errónea, según fuentes consultadas y la propia secretaria general de ACOHACE- también Rahal: ¿Quién se encarga de la gestión, mantenimiento y demás aspectos de las mezquitas de la ciudad autónoma?

Según fuentes conocedoras de la situación y Aretio no hay duda: hace años que la comunidad ceutí pidió expresamente a Marruecos que se encargara de gestionar y mantener las 35 mezquitas de la ciudad autónoma.

Estas mismas fuentes confirman que Marruecos desembolsa cada año casi 1 millón de euros para el mantenimiento de las mezquitas, sus gastos derivados, la luz, el agua, la limpieza, las basuras…Además, continúan, el país vecino se encarga de designar a los imames y de responsabilizarse de sus sueldos. El órgano que se encarga de todo es el Ministerio de Asuntos Religiosos del reino alauita.

“La Comisión Islámica de España no tiene a cargo ningún templo de culto ni ninguna mezquita titular en Ceuta. Por lo que de todo lo que pase en las mezquitas se encarga Marruecos. La enmienda de Rahal ya es fácil de cuestionar porque pide 150.000 euros para la rehabilitación de las mezquitas de la CIE. Pero si no tiene. Es todo muy muy ficticio. El convenio hace aguas por todas partes”, zanja Aretio.

FE DE ERRATAS*. En la primera versión del artículo se aseguraba que la CIE cobraba por enseñar árabe como actividad extraescolar. Fue un error, ya que de esa práctica se ocupa Al Idrissi, que cobra a los alumnos a pesar de recibir subvención. También hubo un fallo al nombrar a Laarbi Maateis como presidente de la CIE. En realidad preside la UCIDE. El delegado de la CIE en Ceuta es Hamido Mohamed.

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