Una farmacia comprometida con Ceuta
Un eslabón imprescindible en la cadena que mantiene la salud de los ciudadanos. Esto es lo que son las farmacias en la sociedad actual. Sin embargo, su servicio y la labor de quienes en ella trabajan pasan desapercibidos con frecuencia, quedando eclipsados por el trabajo de otros profesionales como los médicos. Sin embargo, la receta que se extiende en la consulta de un doctor no sería más que papel si no existieran las farmacias y los farmacéuticos. Unos profesionales a los que no sólo acude un ciudadano para entregar una receta y coger un medicamento, ya que en ese proceso se enriquece con un consejo, una advertencia y una explicación que muchas veces no se encuentra en la consulta por falta de tiempo. La profesión farmacéutica ha aportado mucho, y tiene mucho que aportar, a la sociedad en general y a la ceutí en particular. En Ceuta, la implantación de la receta electrónica ha salido adelante por la colaboración de este colectivo, que ha visto en esta herramienta la manera de mejorar la calidad de su servicio a los ciudadanos. Pero la labor de los farmacéuticos no acaba con el despacho de los medicamentos. Desde este colectivo tienen un compromiso con la sociedad caballa y uno de los ejemplos es el convenio que mantienen con Cruz Blanca para la ayuda domiciliaria. Un compromiso que no cae en saco roto y muestra de ello es el merecido homenaje que se ofreció ayer a José Ruiz Moya por su labor al frente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta desde 1988. Y es que, sólo estando en la sociedad y siendo partícipe de sus necesidades, se puede avanzar para alcanzar logros comunes. Y las farmacias no deben quedar al margen de Ceuta. Son una parte importante dado el carácter de servicio público que tienen y, sin la dedicación de quienes en ella trabajan, la salud de los ceutíes se resentiría.