José Miguel Giner «La poesía convierte la realidad en algo terapéutico y reconfortante, la transforma»
SOCIEDAD
El poeta nacido en Ceuta y residente en Madrid ha presentado su tercer poemario en el marco de la Feria del Libro.

El autor nacido en ceuta José Miguel Giner ha presentado su poemario 'Juegos y otras maneras de pasar el tiempo’, de Avant Editorial. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, y actualmente profesor de Lengua Castellana y Literatura en Madrid, cierra una trilogía de poemarios formada por ‘Tiempo Muerto’ y ‘24 horas’.
• Pregunta.- ¿Cómo se presentaría para los que no le conozcan aún?
Respuesta.- Nací en Ceuta en 1963 y soy profesor de Lengua y Literatura. Mi padre jugaba en el Ceuta, colgó las botas y a los ocho años nos establecimos en Málaga. Él se dedicó al negocio textil, y yo con el tiempo me dediqué a la enseñanza tras licenciarme en Filología Hispánica. Empecé de joven a escribir. He escrito tres poemarios y compuesto otros dos visuales.
P.- ¿Por qué la poesía?
R.- Uno es producto de su oficio, y dentro del mío siempre me ha apasionado la lectura de poetas. De adolescente escribía relatos, pero siempre me llamó la atención la letra de las canciones. Tuve la continuidad suficiente para escribir hasta que en un momento dejé de hacerlo y estuve veinte años parado hasta que regresé a la escritura.
P.- ¿A qué se debe esa pausa de tantos años?
R.- Me dediqué sobre todo a viajar. Se dice que si no vives no escribes. Fue un momento algo inestable en mi vida, y pasé mucho tiempo en Estados Unidos y Japón. Digamos que no me veía con la confianza suficiente, y tenía la necesidad de buscar un mensaje. Por entonces me dedicaba sobre todo a dar clases de español, a la gramática, y no encontraba tiempo para escribir, hasta que finalmente regresé a España y me asenté, y volvió la escritura.
P.- ¿Cómo definiría su poesía?
R.- Hay muchos tipos de lírica. Es un género muy antiguo y de alguna forma todo está ya hecho. Creo que cada poeta ha de buscar su maestro, y luego encontrar ese lenguaje propio, hasta que tienes cada vez más clara lo que es la definición de tu poesía. Mi poesía es la voz de la propia memoria, y esa memoria vive del paso de tiempo. Es una poesía que refleja las realidades interiores, algo que es difícil de explorar con otros géneros. Para mí la poesía debe de contar con el pasado, para eso es una potente arma. La idealización es poesía. La poesía convierte la realidad en algo terapéutico y reconfortante, la transforma.
P.- ¿Qué autores le han marcado el camino a seguir?
R.- Me suelo mover en lo que leo y en lo que enseño. Creo moverme entre los poetas de la experiencia, como Antonio Jiménez Millán o Javier Egea. Tengo algo de la poesía de la conciencia, de Begoña Abad o Antonio Orihuela. También hay de la poesía irracionalista de Blanca Andreu, pero tampoco me olvido de los primeros autores de la postguerra, y de ahí hasta los novísimos. Tampoco renuncio a los poetas más modernos como Raquel Lanseros. No me olvido del extranjero y de nombres de estilo postmoderno como es el caso de Richard Brautigan, la poesía sucia de Raymond Carver o poetas de principios de siglo como Walt Whitman o Pessoa.
P.- ¿Qué nos puede contar de su nueva obra?
R.- He agrupado los poemas de los dos últimos años, cuando me movía por Madrid con otros poetas. Esos poemas que tienes en el baúl y que vas agrupando. Recogen una mirada personal y particular hacia la situación de la política. Por un lado trato de empatizar con los sectores más desfavorecidos. Aunque se me suele catalogar como neorromántico, la poesía social puede ir ligada a todo tipo de estilos. También hay agrupaciones de temas no solo políticos de comunicación de masas, también hablo de la publicidad o de internet, temas que considero actuales.
P.- ¿Tiene relación este poemario con los dos anteriores?
R.- A mí me gusta considerar que he cerrado una trilogía. En este último he incorporado un culto a la naturaleza en donde busco personajes para un particular montaje de lo metafísico. Son versos que suceden en lo más reciente o en el inmediato pasado. Todo está recogido en un hilo conductor del juego de los juegos, que pongo como excusa para estructurar la obra.
P.- ¿De qué salud goza la poesía hoy en día?
R.- A nivel de lectura ha quedado en un segundo plano en favor de la música popular, es un hecho. Los autores de canciones de hoy en día, incluso los más modernos, tratan de escribir poesía a su modo, incluso las canciones de reggaeton. La poesía como tal ha cambiado mucho con el avance de los años. En el siglo XIX los poetas simbolistas abandonaron la rima, y en el siglo XX se ha llevado un ritmo conservado. Hoy en día es una poesía prosaica, pero no sería justo decir que no es poesía. Todo esto han sido pequeñas crisis que ha ido viviendo la poesía, que puede que la hayan llevado a ser demasiado críptica, un producto para unos cuantos, en definitiva, que las nuevas generaciones están llevando a formatos totalmente distintos.
P.- Para acabar, ¿cómo ha sido su experiencia con Avant Editorial?
R.- Ha sido una experiencia magnífica. Ezequiel Teodoro es todo cordialidad, un hombre sencillo y ameno, que ha hecho que todo vaya muy rápido, y con una forma de trabajar que me ha parecido muy cercana. Me ha dado tranquilidad y confianza en lo que estábamos haciendo, y sobre todo paciencia, porque he podido hacer mil correcciones sobre este o aquel verso, y lo ha captado todo en seguida. Francamente espero que sea la primera de muchas colaboraciones que tengamos juntos en el futuro más cercano.