UGT y CCOO regresan el 1º de Mayo reivindicando la unión de los ceutíes para que Ceuta deje ser la capital del paro
1º DE MAYO
UGT y CCOO, después de no poderlo realizar el pasado año debido a la situación epidemiológica, han vuelto a lanzarse a la calle este 1º de Mayo para manifestarse por los derechos de los trabajadores.
A las 12.00 horas, decenas de representantes sindicales de ambas centrales y de diferentes sectores, se daban cita en la céntrica Plaza de los Reyes para, tras un año marcado por la pandemia, poder regresar a mostrar, con más fuerza que nunca, sus reivindicaciones frente a la Delegación del Gobierno.
Banderolas sindicalistas y pancartas con numerosas reivindicaciones inundaron la Plaza de los Reyes pero siempre guardando esas medidas preventivas necesarias que todavía requiere la situación epidemiológica.
El secretario general de UGT, Juan Carlos Pérez, era el primero en atender este importante Día del Trabajador, tras un año con numerosos despidos o aperturas de Expedientes Reguladores Temporales de Empleo (ERTE's) motivados por la pandemia. Pérez resaltaba la importancia de poder regresar a la calle de la forma más reivindicativa que nunca para que se cumpla con los trabajadores de España.
El ugetista resaltaba lo importante que, durante la pandemia, han demostrado ser para el tejido productivo los servicios públicos, los servicios esenciales, los cuales han dado la cara en este país para salir adelante, de ahí que exigiera al Gobierno de la Nación cumplir con la clase trabajadora, y cumplir con las promesas realizadas, como la derogación de la reforma laboral del 2012, poner unos salarios dignos y establecer un salario mínimo interprofesional de 1.000 euros, así como trabajos y empleos estables.
Además, Pérez también insistió en la imperiosa necesidad de retomar la negociación colectiva para poder afrontar los convenios sectoriales, así como la importancia de no dejar a nadie atrás. Por eso reclamó medidas que protejan tanto a los trabajadores como a los desempleados, recordando que en España hay más de un millón de familias que no tienen ningún tipo de ingresos y que esto ha provocado que se hayan alargado las colas del hambre y del paro, acusando de esta situación a “las políticas llevadas a cabo por la derecha”, indicando que esto ha generado que en España haya “trabajadores pobres”, algo que tal y como resaltó Pérez, “no se puede consentir”.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Juan Luis Aróstegui, advertía ante los medios de comunicación que España se encuentra en una situación muy delicada debido al “brutal” impacto de la crisis sanitaria, la cual “ha destruído mucho empleo y ha hecho mucho daño a nuestro tejido productivo”.
Aróstegui, ante esta situación, ha indicado que de la misma “sólo se puede salir con una política de izquierdas”, trasladando a los trabajadores que “la pancarta y el voto, son dos caras de la misma moneda y que por consiguiente no vale salir a la calle para reivindicar condiciones laborales justas, servicios públicos esenciales suficientes para que la vida sea digna para todas las personas y después votar a quien precisamente hace todo lo contrario”.
Durante su intervención ante los medios de comunicación, el secretario general de CCOO Ceuta insistió en que “sólo se podrá salir dignamente de esta crisis con una política clara de defensa de lo público, de defensa de la dignidad de los trabajadores, de derogación o abolición de la reforma laboral, de empezar otra vez la senda del crecimiento con empleo de calidad y con el desarrollo económico en el que haya un trato justo para todos los ciudadanos”.
Aróstegui también se refirió a los despidos que se están produciendo en el sector de la banca. Ante esta cuestión fue especialmente duro y crítico, indicando que “cuánto no habrán ganado todos estos sinvergüenzas durante años, qué fortuna no habrán amasado, que ahora en plena crisis van a mandar a ocho mil personas a la calle. No tienen vergüenza”, sentenciaba.
El líder de CCOO advirtió a todos los trabajadores que se avecinan tiempos muy duros, y abogó por la unión para cambiar radicalmente el marco de relaciones laborales que impuso la derecha en el marco 2012. Para ello, consideró esencial favorecer la negociación colectiva, eliminar las trabas que tienen los trabajadores para promocionar de manera interna, acabar con las mafias de las subcontratas, conseguir que los convenios colectivos vuelvan a ser un espacio seguro para los trabajadores, y conseguir acabar con el fraude en las contrataciones.
Como indicaba Aróstegui, “este es un compromiso, no sólo de los sindicatos, sino de la sociedad en su conjunto”, y avanzó que a partir de hoy mismo intentarán concienciar en todos los centros de trabajo de esta situación.
Durante su intervención, el secretario general de CCOO también tuvo palabras para lo que catalogó “extrema derecha”, indicando que esta “mata y hunde la democracia”, resaltando que “la extrema derecha es un virus que puede acabar con el modo de vida que todos hemos conocido y por el que todo hemos luchado”, poniendo de manifiesto que ante la extrema derecha “no se pueden hacer ni concesiones ni ser condescendientes, ni tampoco transigente, y hay que combatirla con todas nuestras fuerzas ya que es una amenaza muy seria que acabará con los derechos y las libertades de todos los ciudadanos”.
Para finalizar, Aróstegui centró su discurso en la situación de Ceuta, indicando que la ciudad se encuentra sumida actualmente en “una depresión económica enorme que ni siquiera somos capaces de frenar”, remarcando que cada día los datos que se producen “nos van hundiendo un poco más, y desde que se cerró la frontera y el tejido productivo empezó a deshacerse, no hay más que malas noticias”, criticando la “indiferencia” del Gobierno ante esta situación, la cual se traduce para Aróstegui en un “continuo abandono y una falta de respeto hacia esta ciudad”.
El secretario general de CCOO ponía de manifiesto que las centrales sindicales tienen el compromiso de luchar para que las políticas del Gobierno de la Ciudad y del Estado cambien con respecto a Ceuta y Melilla, y que estas sean unas políticas justas “que defiendan la soberanía española de Ceuta y Melilla sin ningún tipo de discusión, y que las negociaciones tanto en Europa como con Marruecos se realicen desde esta premisa y que nos permitan levantar la cabeza”.