La historia de la furgoneta Citroën HY-1600 de la calle María Salud Tejero

Este vehículo clásico lleva 18 años en manos de Luis Linares, gerente de 'Lubriauto', y antes perteneció a la familia Benoliel, que lo utilizaban para recoger los uniformes confeccionados del Ejército y repartirlos por los acuartelamientos

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Luis Linares es el gerente de ‘Lubriauto’, que se encuentra en la calle María Salud Tejero. Se trata de un taller de mantenimiento del automóvil y eso es precisamente lo que está haciendo con una pieza muy curiosa que se encuentra en esta misma calle. Hablamos de un Citroën modelo HY-1600, a quienes los vecinos en particular y la sociedad ceutí en general ya le tienen un cariño especial, debido a que esta furgoneta está aparcada todos los días en la calle como si fuera un icono, salvo los fines de semana, que su dueño la guarda en el taller.

Linares lleva ya 18 años con este vehículo, momento en el que se lo compró a la familia Benoliel, que gestionaba el comercio ‘Puerta del Sol’. “Yo llevaba detrás de este vehículo más de siete años ya que ellos no lo utilizaban”, cuenta el ceutí. Le costó un tiempo hacerse con esta joya, de hecho, tuvo que dejar de funcionar la furgoneta y cuando el trabajador la puso en funcionamiento tuvo la oportunidad de “cerrar la operación” y se la compró a los Benoliel justo cuando estos ya cerraron su comercio.

La matrícula que tiene es la original de la época, y para quienes entienden de estos códigos, puede observar que lleva en Ceuta desde abril de 1981, poco tiempo después de salir de la fábrica de Citroën. En manos de los Benoliel, este vehículo transportaba la ropa de los militares, que tenía una fábrica de confección militar, especialmente ropa de La Legión. “Este vehículo pasaba por el almacén, recogía los uniformes de La Legión confeccionados y los repartía por las unidades militares que había en aquella época, que eran tres acuartelamientos”, recuerda el ceutí.

De este vehículo llama la atención hasta el color, de hecho, es el mismo con el que salió de la fábrica, según cuenta su más fiel seguidor. Ahora mismo tiene parches de imprimación anti óxido, ya que Luis se encuentra inmerso en su restauración. “En este mismo taller lo pinté hace ya 17 años, con la única diferencia de que el gris original es igual, lo que ocurre es que a mí me gustan los vehículos antiguos y clásicos pintados a dos tonos y a dos colores”, cuenta Linares, aclarando que este es el caso de esta joya que tiene pintadas las llantas y el techo de otro color.

En la parte trasera tiene un mensaje muy curioso que dice “sígueme a ‘Lubriauto’”, ya que el coche tenía unos carteles a modo de menú de los servicios que se prestaban en este taller. Esto indica que Luis lo ha tenido mucho tiempo como medio de transporte durante su jornada laboral. “Como en esa época, mientras se pudo, yo lo utilizaba con mucha frecuencia para ir en invierno al campo y en verano a la playa, aquel que venía detrás de mí leía el cartel y lo hacía como una pequeña publicidad”, señala el empresario.

En la familia de Linares se rifa este coche y, su hijo, es un gran candidato a heredarlo. Lo que tiene claro Luis es que no piensa venderlo a nadie, porque él es un aficionado de los coches clásicos pero no es un comerciante de ellos. “Si yo tuviera intención de ser negociante con un vehículo clásico, no me estaría dando la paliza en restaurarlo”, reivindica el empresario. Ahora que las caravanas se han puesto de moda con las clásicas furgonetas camperizadas, le han llegado a pedir 500 euros por él como quien le hace un favor por quitárselo de en medio. Algo que él no contempla: “me han ofrecido 500 euros por él para luego venderlo por 50.000 euros”.

En Ceuta hay una asociación de vehículos clásicos, pero desde que esta está en funcionamiento, son muchos los miembros de estos coches que han ido vendiendo sus joyas, algo que Linares no contempla. “Muchos dan prioridad a tener dinero en el banco a tener un vehículo clásico original de Ceuta y que se mantenga dentro de la ciudad”, confiesa el artista.

Actualmente, el Citroën HY 1600 no se mueve de la calle María Salud Tejero porque Luis continúa trabajando sobre su recuperación. Lleva desde principios de año parcheándolo, quitándole el óxido y haciéndole cosas para poder tenerlo listo cuando termine el puente de diciembre, estima. El coche está en perfectas condiciones para poder viajar con él porque se le han cambiado bombines de freno, zapatas, latiguillos, se le ha puesto un líquido de freno especial y una serie de trabajos que le permite viajar correctamente. Ha participado en mudanzas hasta Jerez, cuando Luis acompañó a su hermana, y no descarta en marcarse un viaje próximamente con una pieza que a los jóvenes ‘instagramers’ ya les gustaría encontrarse para fotografiarse.

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