Isabel Hernández: «La feminidad es mucho más que ese pecho que te han quitado»

La psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer nos habla sobre el papel de la autoestima a la hora de tomar decisiones durante la enfermedad del cáncer de mama, así como la importancia de la comunicación entre el paciente y su familia

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Isabel Hernández trabaja como psicooncóloga en el Servicio de Psicooncología de la Asociación Española Contra el Cáncer de Ceuta. Este servicio es gratuito, la paciente, el familiar o el allegado no necesita ser socio ni pagar sesiones.

Por Hernández han pasado pacientes que han superado la enfermedad, y otros que fallecieron a causa de la misma. Además, ha trabajado con familiares y allegados para trabajar el acompañamiento durante la enfermedad así como el duelo tras la muerte.

La psicooncología busca que haya comunicación porque es fundamental para el proceso que la familia esté informada, que el paciente se sienta apoyado para facilitar la aderencia terapéutica y los cuidados que se requieren tras el tratamiento.

• Pregunta.- ¿Qué diferencia hay entre la psicología y la psicooncología?

Respuesta.- Yo soy psicóloga, un psicooncólogo sigue siendo psicólogo, lo que ocurre es que tenemos una formación especializada donde se adaptan los trastornos que pueden aparecer asociados al cáncer. Estamos ahí desde que se diagnostica el cáncer, hasta los cuidados paliativos o, inclusive, cuando un familiar tiene que ser asesorado, orientado o tratado durante un duelo complicado. Además, también llevamos a cabo estrategias, dinámicas, formación y actividades que tengan que ver con la prevención del cáncer. Dentro de la psicología, es una rama asociada a la enfermedad en todos sus ámbitos. La diferencia es que te especializas en el campo de la oncología, por lo demás somos igual que los psicólogos. Los psicooncólogos pueden trabajar en hospitales, asociaciones u otras entidades. En la Asociación Española Contra el Cáncer, el servicio de psicooncología está dirigido tanto al paciente como a sus allegados.

P.- ¿Hay una escala sobre las preocupaciones que lleva un paciente oncológico a la consulta?

R.- Hay mucha variabilidad de pacientes en cuanto a qué tipo de preguntas hacen en consulta. La mayoría de las veces llegan deseando que alguien les normalice las emociones. Intentan mantener una actitud de fortaleza, que es la que le impide expresar lo que está verdaderamente sintiendo: esa pérdida de autoestima, esa pérdida de seguridad, etc. Es difícil acudir al psicólogo y reconocer que tienen problemas a la hora de identificar emociones. Una vez que dan el paso de hablar con un psicólogo, se empiezan a trabajar cosas más concretas como, por ejemplo, cómo es su nueva imagen, qué cree que podemos hacer para que pueda sobrellevar el tratamiento, dudas sobre el tratamiento y las terapias, si no tienen ganas de salir, qué es lo que les impiden hacer vida en la calle, hay que ver el abanico de cada persona para trabajar.

P.- ¿Qué papel tiene la autoestima en esta enfermedad?

R.- A veces la persona asocia la autoestima a la imagen que uno proyecta, y ahí hay que explicar que la autoestima es el valor que te das a ti mismo en todas las esferas. Así como la autoeficacia, que es la capacidad de darle solución a la autoestima. El autorefuerzo también es autoestima, cómo yo hablo con mi médico y le pregunto todo lo que me da miedo, yo me refuerzo esa capacidad porque me digo que qué bien lo he hecho porque he conseguido ponerme a prueba, porque tengo miedo a hacer esa pregunta y he conseguido hacerla. Y, por último, la autoimagen. La autoestima juega un papel importante en todos los sentidos para tomar decisiones.

P.- ¿Cómo se le da más herramientas a una paciente de cáncer de mama, enseñándole a verse como cuando no estaba enferma o a prepararla para que entienda que ese cambio físico forma parte de la enfermedad para aceptarlo?

R.- Los psicooncólogos damos pautas generales pero también tenemos que ser individuales. Tenemos que conocer qué es exactamente la dificultad que trae una mujer que padece cáncer de mama, si le preocupa su imagen ayudarla para que esa autoimagen que quiere ofrecer a los demás sea la que más se adecue a lo que ella espera y ayudarla ya sea a maquillarse o a cómo colocarse la prótesis para que se perciba menos. Pero sobre todo, independientemente de lo que te digan, a veces hay que ir a lo más básico. Yo les hago el ejemplo de que si cojo un billete de 50 euros, lo arrugo, lo parto y lo ensucio, le pregunto a la paciente qué valor tiene ese billete de 50 euros, si ha perdido valor, porque sigue valiendo lo mismo aunque esté arrugado, estropeado y ensuciado. Las personas somos mucho más que las cicatrices que tenemos. La feminidad es mucho más que ese pecho que te han quitado. Sigues siendo femenina a pesar de esa cicatriz, siempre y cuando esto se trabaje. Hay que partir desde la individualidad que quiere cada persona. No se puede partir de la idea de que todas las mujeres quieren maquillarse y de tener esa necesidad de que no quieren parecer enfermas. Quizá eso no les preocupa y no tienes por qué hacer una sesión de maquillaje en tu consulta. Ahora, si la mujer siente que desde que ha enfermado no ve bien su aspecto y eso le produce malestar, lo que hay que hacer es una estrategia para que el reflejo del espejo no le parezca tan diferente. Si antes se maquillaba y tenía ese autocuidado y lo ha dejado de hacer, se trabaja en qué hacer para recuperar cosas que antes hacía, para hacerlo de forma saludable porque no es lo mismo maquillarse de una manera u de otra, porque el reflejo que se da es distinto, pero sin imponer estereotipos sobre la mujer, sobre que tiene que ir maquillada, perfecta. Eso habría que romperlo, no hay que pensar que por ser mujer hay que trabajar la feminidad desde el maquillaje porque una mujer puede ser igualmente femenina y mujer sin maquillarse.

P.- ¿Cómo abordaste tu ponencia en las jornadas sobre el cáncer de mama?

R.- Hablamos del impacto psicológico en el cáncer de mama. Yo hice referencia a que el impacto, obviamente, supone un estrés a la persona que padece cáncer porque tiene que poner en marcha muchos mecanismos de afrontamiento y a veces encontramos dificultades en ese proceso. Inicialmente, lo que pretendemos los psicólogos es acompañar en las diferentes fases por las que pasa una paciente oncológica, desde el diagnóstico, el tratamiento, la cirugía, la recuperación, etc. También hablamos de los predictores de la posibilidad de tener un trastorno psicopatológico. Por ejemplo, si anteriormente al diagnóstico ya se tenía un trastorno depresivo y te anuncian un cáncer, eso puede precipitar a que el trastorno se acentúe o reaparezca. Si teníamos problemas de autoestima antes de enfermar y ya enferma pierdes identidad y te encuentras peor, esa autoestima puede empeorar, si encima no se es capaz de tomar decisiones por la sensación de ineficacia, eso puede provocar un trastorno ansioso, depresivo, etc. Por último, hablamos del Servicio de Psicooncología de la Asociación Española Contra el Cáncer.

P.- ¿Puede un paciente de cáncer convivir con esta enfermedad sin acudir al psicólogo?

R.- Por supuesto, no siempre se va a desarrollar una psicopatología en cáncer, bien por buena salud mental, por capacidad de resiliencia, buen apoyo social, autoeficacia, autoestima, etc., por lo tanto, puede que solo tenga reacciones normales a una situación estresante y se puede sobrellevar sin la ayuda de un psicólogo. No hay que asociar acudir al psicólogo con desarrollar un trastorno. La psicoeducación es muy útil para el paciente y les explicamos los tratamientos cuando el médico o la enfermera no pueden detenerse.

P.- ¿Cómo es la comunicación en el cáncer?

R.- Nos hemos encontrado casos en los que el paciente no había comunicado la enfermedad a la familia al igual que familias no le habían comunicado al enfermo de cáncer que tenía una enfermedad. Por lo que trabajamos esa comunicación así como se respeta el derecho del paciente a conocer su diagnóstico y su pronóstico, si así lo desea, por encima del deseo de otra persona. No hay que tener miedo a llorar, hay pacientes que vienen muy contenidos porque no han llorado nunca delante de su familia. Así como familiares que no han llorado nunca delante del enfermo. Para facilitar ese llanto como un mecanismo de comunicación y regulación emocional.

Para contactar con el Servicio de Oncopsicología de la Asociación Española Contra el Cáncer pueden hacerlo a través del teléfono gratuito 24 horas de 'Infocáncer' 900 100 036 o puede contactar con Isabel Hernández en el 646 474 908. La sede de la Asociación Española Contra el Cáncer se encuentra en la calle Independencia nº 5.

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