La bombonas de Marruecos, un grave problema

Los incendios no cesan en la ciudad y lo hemos vuelto a comprobar durante este fin de semana. El fuego es uno de los problemas estructurales de nuestra Ceuta y para el que parece que no se encuentra solución ante la enorme preocupación de una ciudadanía que se muestra “cansada” de tener que vivir y sufrir esta situación diariamente. La labor de los bomberos ceutíes es digna de reconocer cada día, siendo preciso destacar que esta problemática sigue siendo una realidad, aunque haya dejado de ser una noticia novedosa para convertirse en algo casi cotidiano por la constancia del vandalismo y la asiduidad de las llamas que corren por las calles de Ceuta.

Ya no solo de madrugada, también estamos sufriendo incendios durante el día, como este sábado en Juan XXIII con la quema de un colchón. lo que supone un mayor riesgo cuando nos encontramos a las puertas de la primavera.

Las autoridades han informado en numerosas ocasiones que se han creado planes y grupos de trabajo específicos, entre Ciudad y Delegación del Gobierno, para combatir este problema, sin embargo, los resultados no son visibles y son diarios los incendios provocados en nuestros barrios, que ponen en peligro nuestras casas y a nuestros vecinos.

Otra cuestión preocupante que se están encontrando los bomberos en las últimas semanas, es el de las bombonas de marroquíes abandonadas en solares y vertederos improvisados e ilegales. Botellas de butano que suponen un gran peligro porque en caso de explotar podrían ocasionar graves daños, tanto materiales como humanos. Estas bombonas eran muy utilizadas por algunos ceutíes ya que el precio de recarga en Marruecos es inferior, pero con el cierre fronterizo ya no se les puede dar uso y muchos se están deshaciendo de ellas. En este sentido, es importante que seamos conscientes de lo que supone cada uno de nuestros actos, y en este caso además de estar dañando el medio ambiente, se está poniendo en peligro la vida y las viviendas de nuestros vecinos. Hay vías legales para tirar las bombonas, por lo que desde aquí hacemos un llamamiento de responsabilidad. Porque las llamas es un problema de todos y tenemos que ser responsables para que no nos alcancen.