Maite Domínguez, última víctima mortal del Covid en Ceuta con solo 57 años

Aunque es cierto que la pandemia provocada por la Covid-19 no cuenta con el mismo impacto que hace dos años, no menos cierto es que sigue presente entre nosotros y, lo más doloroso, que sigue llevándose a personas por delante. Prueba de ello es lo vivido en Ceuta en el inicio de esta semana, donde en menos de 24 horas fallecieron hasta cuatro personas. La última de ella una ceutí de solo 57 años que ha dejado un enorme vacío entre sus familiares y amigos.

Maite Domínguez Vilchez nacía a finales del año 1964, pasó toda su infancia en el antiguo Patio Don Juan, situado en la calle Real y tenía dos hermanos, Juan Antonio y Macu.

En el año 1980 contrajo matrimonio con su esposo Miguel, que siempre ha estado a su lado en los momentos buenons y malos hasta su triste final y con el que tuvo tres maravillosos hijos; Óscar, Laura y Paula. Además, tenía tres nietos que eran su “ilusión de vivir”, como reconoce su familia; Óliver, Mario y Sofía.

Maite era una ama de casa entregada al 100% por su familia, a la que estaba dedicada las 24 horas del día. Una mujer cercana, cariñosa, que todo lo compartía y que sin duda, es el espejo donde se miran sus hijos, que siempre guardarán en su corazón los consejos que les han venido acompañando a lo largo de todos estos años de manos de su madre, que en unión con su esposo Miguel, supieron crear una familia unida basada en el respeto, el amor y la ejemplaridad.

Maite ya se encuentra en el trono de los elegidos, a donde todos marcharemos antes o después y queda su legado, el del amor y entrega a su familia en los momentos buenos y en los más difíciles, como los vividos por su enfermedad, donde siempre ha sido un ejemplo de entereza, fuerza y fe.

Maite Domínguez Vilchez ya descansa en el Señor con la certeza de que su trabajo quedó realizado en la tierra, donde todos estamos de paso

Su familia quiere agradecer las muestras de apoyo recibida en los últimos días por parte de una población ceutí que ha quedado conmocionada por la pronta marcha de Maite, que con 57 años, se ha convertido en la víctima mortal 153 en Ceuta por la Covid-19.

Esto debe servir para no caer en la relajación y para tener presente que la pandemia continúa entre nosotros y que debemos aplicar todos los mecanismos de protección que estén a nuestro alcance para evitar ser contagiados y, principalmente, para proteger a las personas más vulnerables y que tienen patologías, pues son las más afectadas por un virus que siempre será recordado como la peor de las pesadillas de este siglo XXI y que nos acompañará durante muchos años, por lo que debemos aprender a convivir con él sin poner en riesgo nuestras vidas ni el de las personas que con las que convivimos durante nuestro día a día.