Más de 1.000 personas y 305 vehículos cruzan la frontera en su primera noche abierta

APERTURA FRONTERA

Según datos de Delegación del Gobierno, a Ceuta accedieron procedentes del país vecino 827 personas y 171 vehículos, mientras que con destino a Marruecos pasaron 318 personas y 134 vehículos

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Las fronteras de Ceuta y Melilla ya están abiertas y España ya tiene comunicación con Marruecos tras más de dos años cerradas como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Así, según datos de Delegación del Gobierno, durante su primera noche abierta al paso de personas y vehículos, pasaron por la frontera un total de 1.145 personas y un total de 305 vehículos, de los cuales a Ceuta accedieron procedentes del país vecino 827 personas y 171 vehículos, mientras que con destino a Marruecos pasaron 318 personas y 134 vehículos.

Los que accedían a Marruecos andando tenían que pasar primero un control sanitario donde se les pedía el certificado de vacunación o una PCR, tras lo que entraban a la sala del control de pasaportes.

Entre uno y otro estaba Adil con su niña Nermi. Trabaja en Ceuta en un hotel: "Salimos con mucha ilusión de ver a la familia, a mi padre, a mi madre, llevo dos años sin verlos por el trabajo. Estoy nervioso", afirmaba a Efe, porque este tiempo, confesaba, "ha sido muy duro".

"Lo pasamos mal porque fallecieron familiares y no podíamos ir", decía junto a Nermi, que sabe bien lo que quiere de su abuela cuando la vea en Castillejos: "Un abrazo".

Y Biral, fotógrafo, que estaba "un poco nervioso" tras pasar el control sanitario. En Castillejos están "sus padres, sus amigos, sus familiares" y este tiempo en Ceuta, decía, ha sido "un poco estresante".

Hams, por su parte, recordaba cómo de pequeño pasaba por el Tarajal subido en el carrito empujado por su madre. Es organizador de eventos en Ceuta y de Marruecos echaba de menos "su olor, su gente, su ambiente, su comida, las calles... todo. Es salir y es otro mundo".

En la cola de los pasaportes, Dunia no paraba de llorar mirando el móvil, inmersa en una videollamada. Estaba hablando con su hijo, a quien no había podido ver en dos años. "Tiene miedo de que no la reconozca", decía su marido. "No lo llevé conmigo porque, cuando cerraron, él estaba en Marruecos y yo en Ceuta", aclaraba ella.

Hacia España, matrículas europeas

La alegría de los marroquíes entrando por fin en su tierra tras dos años sin poder pisarla (salvo los que podían permitirse un avión) contrastaba con los coches que salían de Marruecos rumbo a Ceuta, pocos y con matrículas europeas ya que solo pueden acceder residentes europeos o con visado Schengen.

En uno viajaba Vicky, profesora del instituto español Nuestra Señora del Pilar de Tetuán. "He vivido toda la pandemia en Marruecos", decía, y ahora que abren la frontera aprovechaba con una amiga para hacer una visita a Ceuta. "Vamos y volvemos esta misma noche porque mañana trabajo, es ir, visitarlo un poco y volver, solo por el placer de verlo otra vez".

Delante de su coche, una autocaravana con matrícula alemana transportaba a Chris, Vanessa y sus cuatro hijos. Llevan desde enero viajando con ella por Europa y decidieron pasar unas semanas por Marruecos. Estrenaron así los ferris a Tánger y ahora estrenan el Tarajal.

"Por coincidencia volvemos ahora a Europa tras tres semanas en Marruecos. Nos gusta la experiencia de pasar hoy", decía él, sorprendido por tanta cámara.

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