“Mi escultura ‘The Golden Apple’ es una manera de decirle ‘thank you’ a Nueva York”

GINÉS SERRÁN-PAGÁN

Ginés Serrán-Pagán llegó a EE.UU. y tiró el reloj al East River, tenía 25 dólares en el bolsillo y las dos primeras personas con las que habló eran de Ceuta, esta es la historia de cómo “el esfuerzo y la ilusión abre las puertas a un joven que llegó sin nada”

6206_e539f399-86bb-4a5a-8667-57140cb849e9
6206_e539f399-86bb-4a5a-8667-57140cb849e9

Estados Unidos forma parte del artista ceutí. Ginés Serrán-Pagán no ha tenido siempre una vida color de rosa, era un joven de apenas 20 años cuando llegó a la gran ciudad con 25 dólares en el bolsillo, que era lo que le quedó después de comprar el billete a América, aunque en realidad es un viaje a la vida, a las oportunidades y a la esperanza. Como es de buen nacido ser agradecido, Serrán-Pagán ha devuelto un poco de lo que le dio EE.UU., el caballa dice ‘thank you’, gracias y cualquier muestra de afecto a Nueva York con su escultura ‘The Golden Apple’, una obra con historia, de un joven que llega sin nada y le cambia la vida.

Ginés Serrán-Pagán: “Cuando me fui de Ceuta lo hice para estudiar en Cádiz, después Sevilla, y durante los veranos, desde el año 68 o 69 tenía 18 o 19 años y me ponía en Algeciras con una maletita y una manta haciendo autostop, sin dinero apenas y me llevaban a un sitio y a otro, trabajaba en los campos de Toulouse y en la construcción en París, y volvía para el curso académico”. Pero fueron los setenta, la época de los hippies, la dictadura de Franco y el comienzo de un sueño. “En el año 71 me fui a Nueva York, trabajé en un restaurante en la feria de Sevilla y con lo que ahorré me dio para comprar el billete, pero me sobraron 25 dólares, tenía para dormir en el sitio más cutre, 5 noches sin comida”, recuerda un Serrán-Pagán emocionado.

“Dije que no usaría más reloj en mi vida, era un challenge –cambio-, la ciudad o yo”

Cuando llegó en junio, sin saber inglés y sin tener amigos, lo primero que hizo fue lanzar el reloj al East River, “dije que no usaría más reloj en mi vida, era un challenge –cambio-, la ciudad o yo”, y desde entonces, el artista vive sin reloj, sin tiempo, disfrutando cada experiencia como la primera. Cuando se despertó de la primera noche en la habitación compartida se dirigió al restaurante español que quedaba en frente, “Don Quijote”, había un señor limpiando que le dijo que no tenía trabajo –era lo único que buscaba Ginés Serrán-Pagán, trabajo-, pero justo antes de salir por la puerta “me llamó y me preguntó que de donde era”. Y así se conocieron dos caballas de la calle Velarde, “yo jugaba con su hermano al fútbol”.

971_ae773e08-a8ed-4f2a-884c-987b04322343
971_ae773e08-a8ed-4f2a-884c-987b04322343

Una historia que parece de película: tres ceutíes y un gallego que trabajó para Al Capone, en Nueva York

El mundo es un pañuelo y la vida te sorprende cuando no luchas contra el destino, en Nueva York, una ciudad de millones de habitantes, se encuentran dos ceutís, aunque no es todo. El guardaespaldas de un cabaret que salía a las cuatro de la mañana –y que recomendó el trabajador de “Don Quijote”- también era de Ceuta. Esperando a que saliese, Serrán-Pagán se sentó con el dueño, “un gallego que tenía una pistola enorme, me dijo que había trabajado para Al Capone”. Una historia que parece de película: tres ceutíes y un gallego que trabajó para Al Capone, en Nueva York.

Aunque lo único que hicieron fue tomar algunas cervezas y fumar cigarrillos, porque no fue ahí donde el artista ceutí encontró trabajo. “Busqué en las páginas amarillas teléfonos de una Iglesia, Santa Teresa, llamé y pregunté por el cura”, narra. Cuando se dirigió a la puerta de la Iglesia, el padre Esteban había estado el año anterior en los kibutz. “Lo que es la vida, cuando te propones cosas, sigues tu camino, cuando lo haces con fuerza e ilusión, las puertas se abren. Cuando estás en contra de tu destino, las puertas se cierran.”, cuenta Serrán-Pagán.

El padre Esteban le encontró un trabajo en un club de jóvenes, después en un biblioteca, “la Universidad de Nueva York me dio 4 becas, terminé el máster, doctorado, fundé una revista donde participaban periodistas españoles que estaban allí, etc.”. Ese fue el inicio, demostrando que nunca fueron fáciles, y que querer es poder, un joven ceutí que llega sin nada, acaba creando una escultura ‘The Golden Apple’, “nunca se me va a subir a la cabeza porque he empezado de cero, le debo tanto a Estados Unidos… fue todo para mí, me dio oportunidades”, continúa.

Es una manera de decirle 'thank you' a Nueva York

Serrán-Pagán: “Mi escultura, ‘The Golden Apple’, es una manera de decirle 'thank you' a Nueva York, y como yo hay millones de personas que van a la ciudad sin nada y les da oportunidades. Detrás de la escultura hay una historia, la de un joven que va sin nada y cambia su vida”.

6206_e539f399-86bb-4a5a-8667-57140cb849e9
6206_e539f399-86bb-4a5a-8667-57140cb849e9

También te puede interesar

Lo último

stats