Copistería Ana Sánchez: humildad, buen precio y feedback con los clientes

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Siempre tiene unas colas enormes y el secreto es que se amolda, “es muy complicado tener cuatro niños o ser estudiante y pagar un alquiler y comida”, y está dispuesta a echar más horas

Ana Sánchez en su copistería. / FOTO CEDIDA
Ana Sánchez en su copistería. / FOTO CEDIDA

Ana Sánchez montó la copistería en 2013, de hecho, trabajaba en un medio y estuvo pensando qué montar. Ella vive cerca de la Universidad, y “dándole vueltas” vieron el local y se “liaron la manta a la cabeza”, aunque no era la primera vez en el campo, ya había trabajado en una copistería. Al principio era todo más para fotocopias y empezó ya con material escolar, detalles, regalos y “lo que haga falta”.

Siempre tienen unas colas enormes por algo, el secreto según le dice la gente es que tiene buenos precios, porque Sánchez se amolda a cada situación, “es muy complicado tener cuatro niños”. También, los estudiantes que “vienen, llegan a Ceuta, se tienen que pagar un alquiler, la comida, etc.,”, echando además “muchas horas, más horas”, para “intentar poner un precio más justillo”.

Pero no es falta de humildad, es realismo y reconocimiento del feedback de los clientes, “creo que también hago mi trabajo bien, siempre intento ser lo más agradable posible”. Y aunque un día malo lo tiene cualquiera, intenta “lógicamente, ser lo más agradable posible”.

Aunque el papel ha subido “mucho”, Ana Sánchez hace descuentos por cantidad, tanto para estudiantes como para los que no lo son. A mayor cantidad, “más barato te salen las cosas. Está todo muy complicado y siempre intento ajustar, pero esos son los descuentos que hago”.

Según cuenta la empresaria, muchos colegios dieron ya en junio la lista de materiales, entonces “la gente se ha ido organizando. La de un hijo la compra en julio y la de otro en agosto, por ejemplo, porque es mucho gasto”. Aunque para Ana Sánchez el material es lo de menos, es un gasto a añadir. Adelanta además que está pensándose “traer libros de texto, porque con la vuelta al cole tengo fotocopias y papelería, pero no puedo apartar a toda la gente que durante el año está haciendo fotocopias”, más lo está pensando.

La copistería que nació en 2013 y mantiene a diario unas largas colas, con un secreto: traerlo todo, tener una sonrisa siempre y apostar por la comunicación con el cliente / FOTO CEDIDA
La copistería que nació en 2013 y mantiene a diario unas largas colas, con un secreto: traerlo todo, tener una sonrisa siempre y apostar por la comunicación con el cliente / FOTO CEDIDA

Con el cheque libro, según la ceutí, “no da, tiene que ser casualidad o que hereden libros, de normal tienes que poner dinero al cheque”. La copistería de Ana Sánchez no falla con lo básico: goma, lápiz, colores, libretas o el compás. Estuches de dos o tres plantas, con cremallera, agendas, “eso ya depende de lo que necesiten los profesores”, pero tiene de todo. “Tengo estuches de silicona, de dos plantas, de una, etc., aunque es muy complicado tenerlo todo, cuando más de un par de personas me piden lo mismo, lo traigo”, explica.

Intenta, ya que están varias horas incluso en la cola, que si le piden algo, si no lo tiene, lo trae. “Hay una libreta que ha salido nueva, una inteligente, chulísima”, narra. Ella compra los materiales en una empresa de Málaga en julio, cuando fue la vio, pero pensó que no la vendería. Como ya le han preguntado 4 o 5 veces, la va a traer a Ceuta.

¿Cuánto dinero se puede dejar una persona en materiales? Aunque durante el curso también se compran, Sánchez cuenta que “hay colegios que intentan pedir todo lo que van a usar, intentan, pero después se pierde algo, etc. Una muchacha con dos listas, de 2 y 4 de primaria, por ejemplo, han sido 90 euros, aunque ahora ha subido todo”.

Cuando empezó a subir, “me preguntaban, pero yo subo lo que me ha subido, no me voy a aprovechar de esta situación”. Eso lo tiene claro, pero “si no subo tengo que cerrar, le doy muchas vueltas, pero también tengo familia”. La mayoría lo entiende, muchas clientas le decían ya antes que tenía que subir los precios, ríe. Pero esa es su esencia, no debe, pero da “explicaciones, hay quien se va conforme y quien no, pero es que ha subido todo muchísimo”.

La vuelta al cole es cuando “más chuminadas se venden, hay padres peores que los niños, las cosas de papelería le encanta a todo el mundo, aunque tengan dos sacapuntas quieren otro, ya a mitad de curso una goma normal y que sirva hasta el final”, relata. En esta copistería siempre tiene posibilidades para todos, “cosas de dos precios, más low cost y menos, marca Liderpapel y Oxford, hay quien le gusta MisterWonderful y también tengo normales, tengo de todo”.

Como empresaria, nota que los ceutíes apuestan por el comercio local, “me dicen que van a buscarlo a Carrefour porque no lo tengo, pero me dicen que prefieren venir porque lo tengo todo preparado”, le dan muchas explicaciones, pero ella no se “enfada”, y esa es la clave de la relación sana que tiene con su clientela. Sí que le dicen que es un trato más cercano, “en las grandes superficies es tú te lo guisas y tú te lo comes, yo rebusco y tal, tengo gente que viene desde la otra punta de Ceuta, me dicen que le cuesta más la gasolina que lo que gastan aquí”.

La pandemia está ya normalizada, pero en la Copistería Ana Sánchez siguen entrando de dos en dos, se pregunta de hecho cómo podía trabajar con todo el mundo dentro. Lo mantiene porque es “más cómodo para el cliente y para mí”. Como buena empresaria, sabe que hoy en día hay que estar actualizados, y lo están. Tiene redes sociales y un número de Whatsapp para pedir, imprimir, etc., “el sonido lo quito, porque es imposible”. Promete además contestar siempre a Whatsapp, aunque sea tarde, “es más cómodo que por teléfono”.

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