“Ser legionario no es un trabajo en sí, es una forma de vida”
CENTENARIO DE LA LEGIÓN
En ocasión del Centenario de la Legión, tres legionarios han compartido con El PUEBLO su experiencia y cómo pertenecer a este unidad ha impactado sus vidas.
Durante su centenaria historia la Legión Española ha debido asumir distintos roles, misiones que la nación le ha encomendado y con las cuales siempre ha cumplido porque ese fue el espíritu con el que el Millán-Astray la fundó: una unidad de alta moral y gran espíritu que colaborara con arrojo en la defensa de España.
Pero es mucho lo que ha cambiado el mundo desde 1920 y mucho lo que han cambiado los componentes militares, cambios a los que la Legión no ha escapado y mismos que ha sabido afrontar inteligentemente, convirtiéndose un una unidad moderna y adaptable a las distintas circunstancias que le toca enfrentar.
Sobre el espíritu con el que fue fundada y su adaptación a los nuevos tiempos, así como su experiencia formando parte de esta unidad, hemos conversado con el sargento 1º Álvaro Pérez Canduela y los cabos Jorge García Rioja Francisco José Gaona Carmona, integrantes del Tercio Duque de Alba, 2º de la Legión.
Preguntados sobre las razones por las que eligieron pertenecer a la Legión, el primero en responder es el sargente primero Pérez Canduela, quien refiere que “en mi caso me llamó la atención la Legión que era la punta de la fuerza de acción rápida en ese momento y que eran los que primero que salían a las misiones exteriores, tenían unas capacidades operativas más altas comparadas con otras unidades. Muy pocas unidades había en ese momento, a lo largo de los años 1994, 1995, 1996, que estuvieran en la fuerza de acción rápida, solo había la Legión y la unidad de paracaidistas, posteriormente entran una unidad de montaña y aerotransportadas, ese fue uno de los principales motivos.”
“También es verdad que el sistema de elección no era que uno a donde quería ir, muchas veces te escogían por capacidades. Cuando se hacían las filtraciones uno ponía las prioridades a las que quería ir y luego había que pasar una selección, si las pasabas conseguías quedar dentro y si no, pues, te ibas directamente a la calle. Eso ha ido cambiando con los tiempos, para muchos estar en la unidad en la que estamos y en la que hemos querido estar no ha sido siempre de la misma manera. Luego, posteriormente, por destino también se puede conseguir”.
“Algo de la Legión te llama”
El cabo Jorge García Rioja formó parte de distintas unidades, entre ellas el 4º Tercio, en Ronda, y en el último año ha venido al 2º Tercio. “Algo te llama de la Legión”, refiere y explica que, comparando su experiencia en otras unidades “la vida, el compañerismo, y el cómo se trabaja” diferencian a esta undiad.
La experiencia del cabo Francisco José Gaona Carmona es similar. Para él es “una suerte haber estado en dos de las mejores unidades de España que son Regulares y La Legión, de la cual me siento muy orgulloso de pertenecer”. Formar parte de ella era un deseo que le acompañaba desde que era un niño, narra.
“Desde pequeño me llamaba mucho la atención las formaciones, veía a los legionarios y sentía como envidia, quería ser como ellos y llevo aquí ya ocho años y estoy muy contento. Me ha demostrado que el compañerismo que hay aquí no lo hay en ningún lado, la ayuda que tienes aquí no la tienes en ningún lado, tienes un problema y tanto los compañeros como los mandos se vuelcan contigo y la verdad es que estoy muy contento”.
Sobre el significado que para cada uno de ellos tiene pertenecer a la Legión, Pérez Canduela señala que “la forma en la que somos ahora mismo parte lo que coge uno de la sociedad y gran parte, pues uno se pega mucho tiempo en esta forma de vida y al final se adquieren todas esas capacidades, esas virtudes o valores que le enseñan”.
Preguntado si considera que la Legión le ha ayudado a convertirse en una mejor personas, el sargento considera que “en muchos aspectos sí, evidentemente (…) a ser mejor persona me ayuda en el día mi familia, aquí también, me han enseñado unos valores, unas virtudes, algo que a lo mejor en otros trabajos no te enseñan, no es un trabajo en sí, es una forma de vida”.
Vigencia
Estos legionarios tienen plena conciencia de la evolución de la labor que lleva adelante la Legión y sobre esto expresan: “al fin y al cabo nosotros somos fiel reflejo de la sociedad, si la sociedad está cambiando pues nosotros también”, explica Pérez Canduela quien señala que aun cuando es posible que los nuevos legionarios que ingresan puedan tener “perspectivas diferentes a la que podía haber en tiempos anteriores (...) cuando salimos de misiones al extranjero o participamos activamente en defensa de lo que sea, pues ven para qué estamos”.
Están convencidos de que el papel de la Legión y de todas las demás unidades militares sigue siendo vigente y necesario en gran medida por su continua preparacion para enfrentar cualquier tipo de escenario.
Sobre esto el cabo Gaona Carmona recuerda que “tenemos un lema en la instrucción que ‘el sudor en la instrucción ahorra sangre en el combate’. Nosotros estamos permanentemente preparándonos para lo que pueda pasar. A lo mejor hoy en la sociedad nos ven en los desfiles pero no ven la labor que hay detrás, en el campo de maniobras, frío, lluvia, sudor, ahí nos estamos preparando para el combate por si España alguna vez nos necesita ser los primeros que acudimos al combate”.
“Esta es una de las primeras cosas que nos enseñan en la Legión, es el espíritu de nuestro fundador, es nuestra hoja de ruta actual ¿es necesario? Por supuesto, ya se vio hace poco en el salto a la valla del Tarajal, estábamos ahí junto a otras unidades aquí en Ceuta ayudando a los cuerpos de seguridad. Estamos preparados para el combate pero también estamos para el tema del covid, hemos estado para incendios, estamos para los que se nos necesite”.
“Pero no solo nosotros -añade Pérez Canduela- sino todo el ejército, cada uno en la parte que le corresponda”.
De la misma opinión es el cabo Jorge García Rioja, para quien “se ha visto que somos necesarios, como recientemente en la Operación Balmis en la cual todo el Ejército ha participado, a cada no se les da unos cometidos algunos como punta de lanza, algunos como retaguardia, pero estamos todos por igual”.
Día a día
El quehacer de unlegionario comienza “muy temprano, por la mañana, explican, con la instrucción deportiva o física, luego hay un pequeño espacio para ducha, higiene y demás y a partir de ahí la instrucción que esté marcada para ese día, se va preparando con cierta anterioridad, vamos preparando las prácticas y según lo que se vaya demandando nos vamos instruyendo más eficazmente para una cosa o la otra, más específica de la parte en la que estemos destinados, el que está en una compañía tendrá que instruir en esa parte específica, el que esté en otra pues en lo que le corresponda”.
“Todos los militares tienen que prepararse para el combate, cualquier cuerpo de seguridad se prepara para la defensa y enfrentarse para cualquier amenaza que haya en un momento determinado, pero no solo eso, también labores humanitarias, labores de apoyo a la sociedad y se instruyen para cada una de ellas”.
El cumplimiento del deber llevo al sargento 1º Álvaro Pérez Canduela a participar en misiones de ayuda humanitaria y de mantenimiento de paz en Kosovo, Afganistán y en Líbano en el extranjero y sobre ello refiere que es “gratificante, porque al fin y al cabo estás desarrollando realmente para lo que te preparaste. Aquí no nos estamos instruyendo para un caso hipotético, estás desempeñando para una función real o más tangible, por lo cual es más satisfactorio”.