Día de la Hispanidad
Cristóbal Colón y sus relaciones con Don Álvaro de Portugal presidente del Consejo Real de Castilla

El primer viaje de Colón a lo desconocido
El primer viaje se inició el 3 de agosto de 1492 desde Palos de la Frontera (Huelva), con tres barcos, dos carabelas, La Pinta y La Niña y una nao la Santa María.
El 8 de agosto arribaron a las islas Canarias, de donde zarparon hacia lo desconocido, el 6 de septiembre.
Durante el día 7 de octubre divisaron una bandada de pájaros volando en dirección suroeste, por lo que decidieron variar sensiblemente el rumbo, avistando tanto ramas como cañas flotando en el mar algunos días más tarde, augurando que la tierra no podía quedar muy lejos. Y así fue, ya que el día 12 de octubre al amanecer la Pinta lanzó el aviso de tierra.
Ese mismo día Cristóbal Colón y sus hombres desembarcaron en la isla Guanahani, (la actual isla Watling) perteneciente al archipiélago de las Bahamas, a la que Colón bautizó con San Salvador, comenzando “el descubrimiento de América”.
Cristóbal Colón inició el regreso el 16 de enero de 1493. En la travesía una tormenta separó a las embarcaciones. Siendo la Pinta la primera que llegó dando aviso a los reyes de lo que se había descubierto.
Colón, después de hacer varias escalas, una de ella en Lisboa, llegó el 15 de marzo a Barcelona.
Las relaciones de Cristóbal Colón con Don Álvaro de Portugal
Don Álvaro, tras el regreso del primer viaje de Colón en marzo de 1493, había neutralizado a Martín Alonso Pinzón, el único que podría refutar a Colón.
Después del segundo viaje de Colón 1493-1496, tras los resultados desastrosos del viaje y del gobierno de Indias. Muchos fueron los que exigieron su retirada. Gracias a la intervención de Álvaro de Portugal. Colón consigue todo lo que quiere, nada se le niega.
Cuando los privilegios de Colón comenzaron a ser puestos en duda. D. Álvaro de Portugal se pronunció a favor de Colón cuando este solicitó su ayuda. Se pidió a los reyes la confirmación católica de las Capitulaciones de Santa Fe, para la vida y naturaleza hereditaria del almirante, virrey y gobernador, la cual fue concedida el 23 de abril de 1497. Álvaro de Braganza logró que fuera posible establecer la primogenitura el 22 de febrero de 1498. (¿Cristóbal Colón portugués?, Carlos Fontes)

Colón inició su tercer viaje el 30 de mayo de 1498, zarpando del puerto de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.
La primera escala fue en Porto Santo, de donde partieron para Madeira y de allí al Archipiélago de Cabo Verde y luego a las islas Canarias. Después atravesaron el Atlántico llegando a la isla de Trinidad el 31 de julio de 1498, pasando más tarde a Isla Margarita.
En su regreso en la isla La Española, Colón tuvo un grave problema con los colonos, ya que habían hecho el largo viaje en busca de las riquezas que el almirante le había prometido, por lo que se sentían defraudados.
Francisco de Bobadilla fue designado por los Reyes Católicos el 21 de mayo de 1499 juez pesquisidor y gobernador de las Indias, en sustitución de Cristóbal Colón, con motivo de las tenaces quejas contra la administración del genovés: la esclavización de los indios, la rebelión de Roldán, el descontento de los colonos, y por acusaciones de traición y enconados ataques de sus muchos enemigos. El nombramiento de Bobadilla permanece en la nebulosa en cuanto a sus causas: si a la confianza que merecía a los reyes, a su violento carácter, o a que fue impuesto por el grupo enemigo de Colón, cada vez más poderoso en la corte. Bobadilla arribó a Santo Domingo el 23 de agosto de 1500. Cristóbal Colón estaba en La Vega y en la ciudad se hallaba su hermano Diego, quien rehusó obedecer a Bobadilla por considerar superior la autoridad del Almirante. Dos días después, el gobernador leyó su nombramiento real y tomó posesión de su mando, con gran satisfacción de los enemigos de los Colón, conquistando plena adhesión al hacer pública su decisión de pagar los sueldos atrasados. Se apoderó de la fortaleza, se hizo cargo de los presos y se incautó de todos los bienes de los hermanos Colón, a la par que favorecía a sus enemigos. Comenzó una pesquisa secreta contra el Almirante y recogió todas las quejas contra él. Sin escucharle, apresó a Diego y, encadenado, lo envió en una carabela hacia España. Cuando en septiembre de 1500 Cristóbal llegó a Santo Domingo, ante un requerimiento de Bobadilla, este, sin más consideraciones, le atrapó con unos grilletes y lo encerró en la fortaleza, haciendo lo mismo con Bartolomé.
A comienzos de octubre, los barcos partieron hacia España, llevando en su interior presos y encadenados a Cristóbal y Bartolomé, con la orden de Bobadilla de que fueran entregados a Fonseca, el enemigo de los Colón. Los Reyes Católicos, al parecer, manifestaron sentir el atropello y ordenaron la puesta en libertad cuando llegaron a España, pero no destituyeron inmediatamente a Bobadilla, que continuó dos años en el Gobierno, hasta 1502, en que llegó su sucesor, Nicolás de Ovando. (Biblioteca virtual Miguel de Cervantes).
Tras caer en desgracia Colón y un mal gobierno de Francisco Bobadilla, los reyes nombraron, a principios de septiembre de 1501, a un hombre de su entera confianza, Nicolás de Ovando, entregándole el título de gobernador de Indias.
Isabel la católica abogó por la liberación de Colón, a costa de renunciar a sus títulos de almirante de la mar océana y de virrey de todos los territorios que descubrió.
En Granada en 1501, Colón mantuvo una intensa actividad. En primer lugar, inauguraría una nueva faceta de su vida: la de consejero de los reyes. Así le vemos enviando memoriales sobre la forma y manera en que habían de poblarse las Indias. Además, claro, está, de ocuparse de sus asuntos económicos en la redacción de aquellos memoriales de agravios que coinciden con la llegada de las primeras cantidades significativas de oro de las Indias. Y para negociar en su nombre el cobro de su décima, escogería un representante de excepción. D. Álvaro de Portugal; nadie tan bien situado en el consejo como el portugués para pleitear por sus derechos.
La décima de oro fue siempre causas de problemas y fue la primera cantidad que reclamó don Diego Colón, cuando a su padre, en el cuarto viaje, le dieron por perdido.
Don Álvaro tuvo una gran importancia en los descubrimientos geográficos tanto castellanos como portugueses. Todas las propuestas de Cristóbal Colón que iban a la corte de Castilla eran revisadas por el Consejo Real. (Colón y la Casa de Contratación: Consuelo Varela).
Desde 1485 don Álvaro era el presidente del Consejo Real.
Para el cuarto viaje de Cristóbal Colón (3 de abril de 1502) se le permitió mantener sus títulos de almirante y virrey, aunque sin permitírsele ejercer este último título, ya que Nicolás de Ovando poseía poderes ilimitados.
El 18 de octubre llegó a las costas de Veragua. El 6 de enero de 1503 intentó fundar la ciudad de Belén en Veragua (el primer asentamiento en el continente)
Las Islas Caimán fueron divisadas por Cristóbal Colón. El 10 de mayo arribó a las actuales Pequeño Caimán y Caimán Brac, a las que bautizó como las Islas Tortugas debido a la gran cantidad de estas que había.
El 25 de junio arribó a Jamaica, donde son destruidos, por diversas causas, los dos barcos que le quedaban. El 7 de julio, envía una carta a los reyes con Diego Mendoza. Diego Méndez y Bartolomeo Fleschi, en una canoa india, van de Jamaica a La Española en busca de ayuda, pero Ovando durante meses impidió enviar ayuda al almirante.
Carta dirigida por Cristóbal Colón a los reyes de España, desde Jamaica, en julio de 1503.
“Yo entré a vuestro servicio cuando tenía la edad de veintiocho años. Hoy no poseo un cabello que no esté blanco. Mi cuerpo está gastado. Yo he consumido todo lo que me quedaba después de haber vendido mis bienes. Se le arrebató todo a mi hermano, sin que se nos oyera e interrogara, con grande deshonor para mí. Hay que creer que todo esto no ha sido hecho por orden de Vuestras Altezas. Estoy abandonado. Hasta el presente yo he llorado sobre otros. Ahora... que el cielo tenga misericordia de mi y que la tierra llore sobre mis desgracias. Desde el punto de vista material, yo no poseo una moneda para dar a la ofrenda. Desde el punto de vista espiritual, he llegado a las Indias, aislado con mis meditaciones, enfermo, esperando la muerte de un día para el otro, rodeado de un millón de salvajes crueles que nos hacen la guerra, alejado de los Santos Sacramentos, de la Santa Iglesia que olvidará mi pobre alma, si ella abandona aquí mi pobre cuerpo. Quienes tengan sentido de la caridad, de la bondad y de la justicia, lloren por mí. Yo no emprendí este viaje y esta navegación para ganar honores ni riquezas. Hace mucho tiempo que la esperanza de tales ventajas ha muerto en mí. Yo no puedo mentir. Suplico humildemente a Vuestras Altezas, si le place a Dios sacarme de aquí, que me permitan ir a Jerusalén, como a otros lugares de peregrinación.” Firmada en Jamaica el 7 de julio de 1503”.
El 29 de junio de 1504 son rescatados de Jamaica por un barco enviado por Diego Méndez y llevados a La Española, donde llegaron el 13 de agosto.
El 11 de septiembre partieron de Santo Domingo llegando a Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre.
Tras la muerte de don Álvaro de Portugal en la ciudad de Toledo en verano de 1503 seguirían las relaciones con la familia Colón tras contraer matrimonio uno de los hijos de don Álvaro. D. Jorge Alberto de Portugal con la nieta de Cristóbal Colón, hija de Diego, su hijo.
Meses antes de su fallecimiento D. Álvaro intervino en la liberación de Juan de la Cosa:
Juan de la Cosa había participado en la primera y segunda expedición de Colón a América.
En 1499 embarcó de nuevo, esta vez en la expedición de Alonso de Ojeda, esto fue debido al romperse el monopolio de Cristóbal Colón para las indias, por este motivo existieron varias capitulaciones de navegantes, entre ellos Alonso de Ojeda, que también había participado en el segundo viaje de Colón. Juan de la Cosa iba como piloto mayor y cartógrafo, a su regreso fue detenido y preso en Portugal.
Don Álvaro consiguió la libertad de Juan de la Cosa en Lisboa, donde había sido arrestado acusado de espionaje, regresando a la Corte castellana en Segovia.
Allí le entregó a la reina informes y cartas de marear en las que aparecían los lugares visitados por los portugueses y que probablemente se trataban de las correspondientes a los viajes de Cabral y de Vespucio. Como consecuencia del éxito de su misión, Juan de la Cosa fue nombrado jefe de una flotilla de cuatro carabelas de guerra con el objeto de impedir cualquier asentamiento portugués en Tierra Firme. (La vieja España / Juan de la Cosa, Navegante, descubridor, cartógrafo y espía).
Breves apuntes sobre Don Álvaro de Portugal y Jorge de Portugal, su hijo
Álvaro de Braganza y Castro (Álvaro de Portugal), nació en la Ceuta portuguesa en 1439. Su nacimiento ocurre durante el reinado de Alfonso V. Rey de Portugal y de los Algarve, dinastía Avis (1438-1481). Las conquistas de Alcazarseguer 1457, Arcila el 24 de agosto de 1471 y Tánger cuatro días más tarde, le reportaron a Alfonso V el sobrenombre de “El Africano”. Fue este rey el que mandó acuñar monedas en Ceuta con el nombre de “ceitíe”, similares a la blanca castellana, que tenía un valor de medio maravedí.
Fueron los padres de don Álvaro, don Fernando I de Braganza y doña Juana de Castro; sus abuelos, don Alfonso I de Portugal, conde de Barcelos I duque de Braganza y, doña Beatriz de Pereira, su abuelo era hijo bastardo de don Juan I de Portugal, rey de Portugal 1357-1433, hijo de una unión extramatrimonial del rey con doña Inés Pires. Por lo tanto, don Álvaro era biznieto de don Juan I de Portugal, conquistador de Ceuta en 1415,
Don Álvaro tuvo como hermanos a: D. Juan, D. Fernando, D. Alfonso, D. Antonio, Dª Isabel, Dª Beatriz, Dª Guiomar y Dª Catalina.
Sobre el nacimiento de Álvaro de Portugal en Ceuta en 1439: este dato lo tenemos del ilustre escritor, profesor de derecho y de derecho romano de la Universidad de Valladolid, don Istvan Szaszdi León Borjas. Autor de numerosos libros y colaboraciones sobre la época de los reyes católicos. Esto se refleja en el “Memorial Portugués, 1494, una alternativa al Tratado de Tordesillas”
También su nacimiento en Ceuta aparece en el libro del historiador Carlos Fontes ¿Cristóbal Colón, portugués?, en el mismo se señala su nacimiento en Ceuta c/1440. En documentos de la Casa de Cadaval.
Don Álvaro de Portugal durante el reinado de Alfonso V el africano ocupó en Portugal el cargo de gobernador de la “Casa de Suplicaçao”, este cargo a partir de 1475 estaría unido al de canciller de la capilla mayor del rey don Alfonso V y Juan II, en este mismo año fue canciller mayor del reino y más tarde contador mayor.
La Casa de Suplicaçao (suplica) hasta el siglo XIV, era la Corte de la Casa del Rey, y acompañaba al este en sus viajes.
Durante el reinado de Juan I (1385-1433), se creó el cargo de gobernador de los jueces de la Casa de la Súplica. Esto duraría hasta 1582, en que Felipe I extinguió la Casa Civil de Lisboa y dio regimiento a la Casa de Súplica.
Don Álvaro contrajo matrimonio 18 de septiembre de 1479 con doña Felipa de Melo Villena y Menezes. De esta unión sale su parentesco con los duques de Cadaval, con la baronía de la Casa de Braganza. De dicho matrimonio nacerían seis hijos
Don Álvaro poseía un gran número de villas y señoríos, así como los ingresos de varios barrios judíos de Portugal.
Tras los asesinatos cometidos en Portugal contra la nobleza por orden de Juan II, entre los ejecutados estaba el hermano de don Álvaro, don Fernando.
Don Fernando II de Braganza y III duque, había sido juzgado en Évora, fue condenado a muerte y ejecutado el 20 de junio de 1483, por orden de Juan II.
A don Álvaro le fueron confiscados todas sus tierras y bienes
El Rey mudo a la ciudad de Oporto, y de allí a Avero, entretanto, yendo D. Álvaro de Portugal camino de Barcelona, tuvo aviso, de que el Rey le confiscaba la hacienda, lo que acordó con él al tiempo de su partida, y como su inocencia era tan manifiesta, y el rey por varias veces le había confesado, reconociendo su fidelidad y gratos servicios con muestras de mayor agradecimiento. Con este hecho acabó de hacer sospechosa la justificación aparente que justificaba para acreditar estos castigos; más porque no quedase a un a este fin la sombra de la justicia, que afectaba, que era el estilo ordinario de aquel tiempo y quizás la mayor miseria de él: Después de confiscadas las rentas, citaron por edicto a D. Álvaro, y luego, al parecer, sin otras pruebas ni cargos, al de la casa de Braganza, y deudo de la Real Castilla, le condenaron a privación de bienes. Decían muchos, que dado que los patrimonios de D. Álvaro incurrían en esa pena, qué razón tenía el rey D. Juan para usurpar los de la condesa, su mujer y que no gozasen de los privilegios de la dote tan favorecida en todo su derecho; que las legítimas maternas de los hijos eran imponibles en este caso. Las otras rentas que D. Álvaro tenía en Beja, las cuales se transmiten por conductos particulares de que las instituyó a los herederos por cualquier delito, con lo que el poseedor las perdiese: pero estas y otras razones se satisfacía con solo decir=EL REY LO MANDA.
Como D. Álvaro se vio despojado de su estado, se fue a Barcelona (finales de 1483) con los reyes de Castilla, sus primos, mientras el de Portugal, con las riquezas de los acusados, llenaba a los acusadores. Dio a Pedro su parte, criado del duque, como el más principal de todos, la villa de Arrayolos con todas sus rentas y jurisdicción.
Más tarde la esposa de don Álvaro sería autorizada a salir del reino. En Castilla la reina Isabel I le concedió a don Álvaro importantes propiedades en la región de Gelves, Sevilla.
En el verano de 1485 el embajador Silva pidió a la reina Isabel la devolución de los bienes confiscados a los partidarios de Doña Juana de Castilla y en especial en aquellos de Alonso de Monroy. La Reina le contestó que exigía el trato recíproco para Don Álvaro de Portugal.
Don Álvaro fue miembro del Consejo Real de Castilla y presidente entre los años 1485 a 1503, solo hubo una interrupción en 1497 que sería simbólicamente ocupado por el príncipe Juan de Trastámara, el único hijo de los reyes católicos, a su muerte el cargo pasó nuevamente a Don Álvaro. Fue el único extranjero en ocupar tan alto cargo.
Durante su presidencia controló todo sobre las indias españolas.
El presidente o gobernador del Consejo Real y Supremo de Castilla era, durante el antiguo régimen, el máximo poder después del rey en la monarquía española. El nombramiento era por designación real
Don Álvaro de Portugal estuvo en primera línea en el sitio de Málaga (1487) y contribuyó con una gran cantidad de maravedíes 1.000.000 para la conquista de Granada (1492) en la que también se encontró
Fue presidente de los Reales Alcázares y Atarazana de Sevilla (1495.1503)
A la muerte de Juan II en 1495, don Álvaro de Portugal, Contador Mayor de Castilla y Presidente del Consejo Real, firmó en nombre del rey de Portugal don Manuel el 30 de noviembre de 1496 en Burgos, las capitulaciones matrimoniales para la celebración de la boda de D. Manuel I y la infanta doña Isabel, primera hija de los reyes católicos.
El 30.09.1497 Isabel contrajo matrimonio con Manuel I de Portugal, reforzándose la alianza entre Castilla y Portugal. Dicho matrimonio duró poco, Isabel falleció de parto el 23.08.1498.
También Don Álvaro se convirtió en negociador de la corte española, negociando en Portugal el matrimonio de la cuarta hija de los reyes católico

s, la infanta María de Aragón. Con el viudo de su hermana, Manuel I de Portugal
La Casa de Contratación de Sevilla
La Casa de Contratación de Sevilla o Indias. Los Reyes Católicos iniciaron un intervencionismo económico que culminó con la fundación en Sevilla, el año de 1503, de la Casa de la Contratación de las Indias, fechándose sus primeras Ordenanzas el 20 de enero de ese año. El Presidente del Consejo Real y Alcaide de los Reales Alcázares de Sevilla fue el responsable de esta nueva institución que estuvo bajo su dirección en los escasos meses que tuvo vida desde su fundación en febrero hasta su muerte en el verano de ese año de 1503, estando la Corte en Segovia. Este gran hombre de estado, el hermano menor del Duque D. Fernando de Braganza, se llamaba D. Álvaro de Portugal. El Magnífico Señor Don Álvaro tenía grandes planes para centralizar la economía castellana en el emporio sevillano, como demuestra el que poco antes de su muerte fuera nombrado por la Reina su Contador Mayor. Tenemos prueba documental que don Álvaro especuló con convertir la esclavitud de los indios en un importante objeto de trata en la Casa de la Contratación sevillana. (István Szászdi León Borjas: la fundación de la Casa de la Contratación de Sevilla)
Don Álvaro de Portugal falleció en Toledo en el verano de 1503, en principios fue enterrado en Segovia en el convento de San Francisco, más tarde sus restos fueron trasladados al convento de Dos Loios en Évora también conocido como de San Juan Evangelista y sepultado, en el panteón de la familia Melo.
Jorge Alberto de Portugal
Jorge Alberto de Portugal, hijo de don Álvaro de Portugal y Braganza y de doña Felipa de Melo, había nacido en Lisboa en 1470.
En sus comienzos fue paje del príncipe don Juan de Trastámara, (Juan de Aragón, príncipe de Asturias), (1478-1497) hijo de los reyes Católicos.
En 1503 es nombrado alcalde de Andújar, cargo que había estado en poder de su padre, también le sucedió en este mismo año por Merced de la reina Isabel como Alcaide Tenedor y Obrero mayor de los Reales Alcázares y Atarazanas de Sevilla, el título fue de por vida. (Inventario de la casa de Gelves, año de 1703.fo.60 Segovia 7 de octubre de 1503)
Fue nombrado camarero mayor del emperador Carlos V. Este cargo significaba ser el jefe de la cámara del rey.
A veces aparece como Carlos I: Carlos de Habsburgo (Carlos V) era emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Como rey de España entre los años 1517 y 1556, tomó el nombre de Carlos I (Carlos I de España y V de Alemania)
Don Jorge Alberto Casó en primeras nupcias en 1526 con doña Guiomar de Atayde y Silva, sin descendencia.
La segunda esposa de Jorge Alberto, fue Isabel Colón de Toledo, hija de don Diego Colón y Perestrelo (hijo de Cristóbal Colón) y de doña María Álvarez de Toledo.
Doña María de Colón, esposa de don Diego Colón, concertó la boda de su hija Isabel con Jorge de Portugal, ya viudo, el enlace tuvo lugar el 31 de mayo de 1531 y para llevarlo a efecto la virreina, no dudo en dotar generosamente a su hija con la promesa de seis (cuentos) millones de maravedís. La espléndida dote quedó fijada en las capitulaciones con Jorge de Portugal, suscrita en nombre de la virreina por el factor Francisco de Aguilar, y los banqueros genoveses Agustín de Vibaldo y Baptista Justinian. (Cristóbal Colón; incógnita de su muerte, 1506-1902. V-1)
Jorge Alberto de Portugal otorgó testamento en Sevilla el 10-X-1539 y codicilo el 3-IX-1543 ante Alonso de la Barrera, falleció días después, el 23-IX-1543. Su esposa Isabel Colón de Toledo otorgó testamento en los Reales Alcázares de Sevilla, el 16-VIII-1551, ante Diego de la Barrera. En el testamento de Isabel de Colón se señala: “Que mi cuerpo sea sepultado e llevado a la iglesia de Santa María de Gracia de la villa de Gelvez donde está enterrado el cuerpo del conde, mi señor” (Archivo de Protocolos de Sevilla)
La última voluntad de Jorge Alberto fue la de ser enterrado en la iglesia de Gelves y ante el altar mayor. Murió en sus aposentos de los Reales Alcázares de Sevilla.