David Navarro: «El Sida ya no debería ser una enfermedad estigmatizada por la sociedad»

Pregunta.- ¿En qué consiste tu trabajo?, ¿a qué tipo de pacientes atiendes en tu práctica diaria?

Respuesta.- Dentro de la medicina interna, me encargo de la especialidad VIH-Sida y de las coinfecciones con otro tipo de virus o enfermedades. Atiendo a pacientes que padecen solo el VIH y también a aquellos que conviven tanto con el Virus de Inmunodeficiencia Humana como con otros, como puede ser el caso de la Hepatitis B o C.

P.- ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en esta consulta?

R.- Empecé hace cuatro años. Antes, la llevaba el jefe de servicio, Luis González, pero me la cedió y desde 2018 llevo trabajando en ella.

P.- Para quien no lo sepa, ¿cuáles son las vías de contagio de este virus?

R.- En los años 80 y 90 fue cuando más se extendió el VIH y se produjo de manera parenteral, es decir, de jeringas compartidas entre drogadictos. A España llegó a principios de los 80, aproximadamente, y la principal vía de contagio fue esa, a través de las agujas. Actualmente, y desde el año 2000, la vía de contagio más frecuente es la vía sexual, sobre todo, entre homosexuales. Otra forma de contagio es la vía vertical, es decir, desde la madre que esté contagiada al niño, suele ser raro porque se suele dar tratamiento durante el embarazo, se le controla, pero hay casos de personas que no sabían que eran VIH y en el momento del parto le transmiten el virus al bebé. A modo de síntesis, la vía más frecuente ahora mismo es la sexual, entre ella la homosexual más que la heterosexual, le sigue la vía de transmisión parenteral, por drogas inyectadas y por último tendríamos la vertical, de madre a hijo.

P.- Después de conocer las vías de contagio, ¿qué canales son los que difunden este virus?

R.- Fundamentalmente, la sangre. También se encuentran el semen, los fluidos vaginales y la leche materna.

P.- ¿El líquido preseminal o más conocido como ‘precum’ puede llegar a transmitir el VIH?

R.- Depende del tipo de contacto. Sí que es verdad que el hombre transmite el VIH a la mujer con más frecuencia que la mujer al hombre porque el semen tiene más cantidad de células que no tiene el fluido de la mujer. En cuanto al líquido preseminal, puede ser motivo de contagio pero rara vez ocurre. La forma de contagio más bien se produce por la fricción que hay durante el coito, a través de las microfisuras que pueden aparecer durante el acto sexual, esto no quita que el ‘precum’ no contagie, pero normalmente, suele producirse por otras vías.

P.- He leído que si vas a practicar sexo oral, no es bueno cepillarte los dientes antes de hacerlo, ¿realmente es así?

R.- A ver, el contagio a través de mucosas orales es poco frecuente, se puede dar, pero no es muy común. Cuando una persona tiene un sangrado en las encías, una úlcera o un erpes en la zona de la mucosa oral, el riesgo de contagio es mayor que si no hay ese sangrado. Tú, al cepillarte los dientes puedes acabar irritándote las encías, provocando así un posible foco de entrada, pero vuelvo a repetir, no es usual que se transmita de esta forma.

P.- Una persona que ha tenido una conducta de riesgo, ¿tiene algún tipo de tratamiento posterior a ese acto?

R.- Siempre hay que valorar el tipo de riesgo que has tenido, es decir, saber que esa persona con la que has tenido esa práctica sexual tiene el VIH de manera controlada o no. Se supone que tiene una carga viral muy alta por no estar en tratamiento, por lo que el riesgo de contagio es muy elevado. En ese caso, la persona receptora y posible contagiada tiene acceso a tomar una medicación antirretrovirales durante un mes para prevenir ese posible contagio, esto es lo que conocemos como ‘Post exposición’.

"La forma de contagio más frecuente suele ser la que se produce por la fricción durante el coito"

P.- Además de la ‘Post’, también existe la ‘Prep’, ¿qué me puedes contar sobre ella?

R.- La ‘Pre Exposición’ es un tratamiento antirretroviral, que el Estado empezó a administrar, aproximadamente, en el año 2019, a personas que tienen riesgo de contraer el VIH, o bien por sus prácticas sexuales, es decir, por no utilizar preservativo o por ser alérgico al látex, entre otros. Se recomienda que el fármaco se tome todos días del mes en el caso de las personas que practican sexo sin protección y si es así, se ha comprobado que el riesgo de contagio es muy pequeño, te evita de adquirir el VIH en un 99%, pero no te quita de coger otras ITS, como por ejemplo, la Sífilis.

P.- ¿Cuándo se habla de que una persona seropositiva es indetectable?

R.- Si una persona tiene VIH y hace su seguimiento como es debido, el tratamiento hará que la carga viral sea indetectable, es decir, que el virus no lo tenga en la sangre, que es lo que se consigue con los tratamientos de hoy día. Por lo tanto, en este caso, el riesgo de transmisión de esa persona es bajo o muy bajo, puesto que no tiene virus en la sangre, pero sí que es verdad que se recomienda el uso del preservativo, por si en algún momento puede llegar a ser detectable.

"Los pacientes seropositivos no están tan esclavizados por la sociedad, pero aún queda por avanzar mucho

P.- ¿Por qué crees que aún no existe una vacuna contra este virus?

R.- La vacuna es un tema difícil. El VIH es un virus que se nutre de la maquinaria del linfocito, entonces, hace que nuestro organismo no sea capaz de combatir ese virus. Además, el VIH muta mucho, continuamente sufre diferentes mutaciones. La vacuna es un tema que se está tratando, que se ha estudiado y se estudia, pero no se ha obtenido una eficacia importante, debido a las diversas mutaciones del VIH en su cápside, ya que incluso la cápside, la coge del linfocito, motivo por el cual la vacuna no puede acceder a destruir este virus. En cuanto a vacuna, se puede decir que en estos momentos, no hay nada, sí que hay en cuestión de tratamiento, pero de vacuna no.

P.- ¿Crees que sigue siendo un tema tabú hablar de VIH hoy en día?

R.- Por supuesto. Sigue siendo una enfermedad estigmatizada por la sociedad. Es cierto que mucho menos que antes, ya no existen tantos tabúes como hace años y los pacientes seropositivos no están tan esclavizados por la sociedad, pero aún queda por avanzar mucho.