Borrell se reúne en Rabat con el ministro de Exteriores marroquí para tratar la crisis climática

El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, ha destacado la asociación entre la UE y Marruecos, pero ha pedido pasar "de las palabras a los hechos" en materias como la ley de lucha contra el cambio climático o la crisis energética para "cumplir los compromisos" y "hacer que las letras escritas sobre el papel se conviertan en algo que los ciudadanos puedan percibir en su día a día".

El también vicepresidente de la Comisión Europea ha realizado estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, en el marco de la visita oficial de dos días que realiza desde este jueves al país magrebí.

Entre los asuntos discutidos por ambos en su reunión, de momento, y según ha trascendido no se ha mencionado la cuestión de la aduana comercial de Ceuta y Melilla, ni ningún otro asunto de las ciudades autónomas que son la frontera sur de Europa.

Borrell ha reconocido que han abordado las alegaciones de corrupción contra algunos miembros del Parlamento Europeo, ante las que se han mostrado "evidentemente preocupados".

"Los eventos son inquietantes y las acusaciones son graves", ha señalado el Alto Representante, quien ha reiterado que la posición de la UE al respecto es "clara" y que "no habrá tolerancia con la corrupción", al tiempo que ha abogado por "esperar a los resultados de la investigación en curso por parte de las autoridades judiciales".

En lo que respecta a la asociación entre la UE y Marruecos, Borrell ha destacado que esta es "sólida y estratégica", basada en "acciones comunes y concretas" y que ha cobrado todavía "mayor importancia" en los "tiempos difíciles" a los que Europa debe hacer frente en la actualidad, con "una guerra en sus fronteras en el este", en referencia a la agresión de Rusia a Ucrania.

"Consideramos que Marruecos es nuestro socio más dinámico y más cercano", ha incidido Borrell, al tiempo que ha admitido que le resulta "especialmente querido", por lo que ha instado a compartir una visión "más ambiciosa" del acuerdo entre ambos que permita cumplir los compromisos en materia de las reformas estructurales que afronta Marruecos con el acompañamiento de la UE.