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SOCIEDAD
Dentro del firme propósito de la Ciudad de poner en valor el patrimonio histórico de la misma, en el que se enmarcan las Murallas Reales, donde se han encontrado vestigios de diferentes civilizaciones, el Baluarte de la Bandera será rehabilitado para su conversión en un Centro de Interpretación.
Tras una serie de iniciativas presentadas para poder llevar a cabo este proyecto, la propuesta titulada Resiliente, de la mano de Ayllón, Paradela, y de Andrés (estudio madrileño dirigido por Javier Alejo Hernández Ayllón, Verónica Paradela Pernas y Javier de Andrés de Vicente) resultó ganadora en el concurso público organizado por el Ministerio de Fomento para construir un Centro de Interpretación en el Baluarte de la Bandera y en las bóvedas anexas a las Murallas Reales de la Ciudad Autónoma de Ceuta, en España.
Ayllón, Paradela y de Andrés utlizan tres estrategias combinadas para realizar el proyecto
Ayllón, Paradela, y de Andrés utilizan tres estrategias combinadas para realizar el proyecto: la restauración, la rehabilitación y la reconfiguración.
En primer lugar, se recupera el volumen y la forma inicial de cada bóveda, eliminando los elementos innecesarios y restaurando las piezas originales.
En la rehabilitación, se rehacen los vacíos generados por las pérdidas de materiales originales, sustituyéndolos por otros contemporáneos y neutros.
En primer lugar, se recupera el volumen y la forma inicial de cada bóveda, eliminando los elementos innecesarios
Como tercer y último paso, se encuentra la estrategia que tiene por nombre reconfiguración. En esta etapa, se diseña una pieza de latón, lineal y que se encuentra suspendida del techo, que permite dar continuidad a los diferentes espacios abovedados para organizar las zonas expositivas. Se trata de una pieza resiliente con usos múltiples desde donde se descuelgan paneles, vitrinas, iluminación… En el exterior, se diseñará un nuevo espacio de acceso o plaza pública con 20 palmeras.
Se prevé que el proyecto Resiliente para el CIMR salga a licitación en este primer semestre de 2023
El proyecto ‘Resiliente’ aún está pendiente de que se licite por parte del Ministerio. Según ha contado a EL PUEBLO el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, “se trata de un proyecto que está bastante avanzado en relación a otras propuestas”.
Se prevé que salga a licitación en este primer semestre de 2023, para su posterior adjudicación y por consiguiente, la puesta en marcha.
Una iniciativa que lleva por nombre la palabra resiliente. Este término hace referencia a que algo tiene la capacidad de recuperación tras estar sometido a fuerzas o presiones producidas en el tiempo.
El término resiliente hace referencia a que algo tiene la capacidad de recuperarse tras estar sometido a presiones
Por ejemplo, un metal resiliente puede absorber las tensiones para no romperse o deformarse de manera permanente; es decir, recupera su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
La ciudad y los edificios de nuestro tiempo necesitan ser reparados constantemente para adaptarse a las necesidades de la contemporaneidad y evitar que caigan en el tedio del olvido. En ese sentido, el sociólogo Richard Sennet, en su ensayo ‘El Artesano’, señala que los arquitectos y urbanistas tienen muchas cosas que aprender del artesano en relación a cómo reparar ambos; para recuperar un jarrón roto, el artesano puede seguir tres estrategias: la restauración, la rehabilitación o la reconfiguración.
Tres estrategias: restauración, rehabilitación y reconfiguración
En el urbanismo o la arquitectura, las tres estrategias pueden superponerse todas ellas, de modo que la obra adquiere un carácter de palimpsesto en el que las diferentes actuaciones a lo largo del tiempo se entrelazan formando una nueva realidad contemporánea que permite a la vez leer, a modo de estratos superpuestos, las distintas realidades pasadas de la vida del edificio.
Cada arquitectura expresa momentos de la cultura de un pueblo y configura de manera particular su ambiente urbano. Así, el ambiente presente es el resultado de la superposición de las capas del pasado reconfiguradas a la contemporaneidad.
De este modo, la intervención propuesta, persiguiendo este objetivo, se fundamenta en esas tres estrategias. En primer lugar (restauración), la actuación se centra en recuperar el volumen y la forma primitiva de todas las bóvedas, eliminando toda la tabiquería y forjados intermedios. Igualmente, se separarán todos los revocos y pinturas, restaurando el material primitivo allí donde aún está presente el original.
La intervención busca adaptar la preexistencia a las exigencias funcionales de la contemporaneidad
En una segunda etapa (rehabilitación), a tenor de las pérdidas de material original de gran volumen en determinados puntos (huecos practicados en los muros, suelos, fachadas etc.), la propuesta renuncia a recrear las fábricas originales para recomponer esas heridas. Asimismo, se libera a nivel material para recomponer esos vacíos de cara a conseguir recuperar la forma primitiva pero, desde la contemporaneidad y a través del uso de materiales neutros y abstractos como pletinas de aluminio lacado en negro, entre otras.
Por último (reconfiguración), la intervención busca adaptar la preexsitencia a las exigencias funcionales de la contemporaneidad. Para ello, la actuación emplea elementos abiertos -desligados formal y materialmente del original-, que colonizan la preexistencia configurando la nueva realidad. Así, aparece un elemento lineal suspendido en el vacío que enlaza todos los volúmenes recuperados de las bóvedas primitivas. Este elemento configura los distintos ámbitos espaciales del CIMR (Centro de Interpretación de las Murallas Reales) y el propio recorrido expositivo a partir de los diferentes dispositivos que descuelgan del mismo (paneles, expositores, vitrinas...), además, se convierte en el elemento infraestructural principal (iluminación, datos..). Para su materialización, se apuesta por el latón, material de alta resiliencia, ductilidad, maleabilidad y gran resistencia a la corrosión marina. Éste procede de la aleación del cobre y zinc, minerales fáciles de conseguir y muy económicos en el entorno próximo (Marruecos).
Para su materialización, se apuesta por el latón, material de alta resiliencia, ductilidad, maleabilidad y gran resistencia a la corrosión marina
Igualmente, en esta última etapa, en un claro gesto de entender la actuación desde una vocación al servicio de la ciudadanía, la actuación apuesta por una decidida reconfiguración urbana del ámbito de acceso, liberando por completo el frente urbano del nuevo Centro de Interpretación de las Murallas Reales.
De este modo, se genera un gran vacío urbano dominado por 20 palmeras que, a modo de soportal, se convierten tanto en el espacio de acogida para visitantes y turistas del nuevo CIMR como en una nueva plaza pública al servicio de los ceutíes.
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