El Colegio San Daniel, escenario del Grand Prix por el día del patrón de Ceuta

En los alrededores del Colegio Concertado San Daniel se percibía solo el bullicio de los vehículos que transitaban la Avenida España. Pero al acceder a las inmediaciones del centro, los gritos y cánticos infantiles retumban en las paredes de colores vivos. Desde las 10 de la mañana, este martes la totalidad del claustro de maestros y profesores, además de los 800 alumnos matriculados, han celebrado el día de su patrón con la recreación del programa televisivo `Gran Prix´.

En el interior de las aulas, los alumnos aguardaban la llegada del tutor que les llevara hasta el patio del colegio, donde los organizadores de la actividad habían preparado cada una de las pruebas. Todos correteaban, conversaban a voces o tocaban la flauta de pico mientras el momento de participar en la competición se hacía real. Primero fue el turno de Secundaria, después de Primaria y, por último Infantil, con un "mini Gran Prix". Cada cual compitió por separado, pero todos compartían las vestimentas. De amarillo los alumnos de los grupos `A´ y de azul los de los grupos `B´.

Desde septiembre esperan la festividad del patrón y desde entonces el departamento de Educación Física del centro concertado se reúne para prepararlo. Se trata de una tradición longeva, pero por primera vez recrean el programa presentado por Ramón García. David Mena y Juanma López son dos de los maestros que idearon el proyecto. Logran mantener el respeto de sus alumnos a pesar de las `fachas´. Mientras David acude disfrazado de Ramón García, con una americana que le confiere un aspecto algo más sobrio que su compañero Juanma. Interpretando a Wilbur, López, con peluca de pelo largo recogido con una cinta, se encarga de entretener a los niños que van llegando paulatinamente al patio a la espera de que comience el concurso.

A las 11 de la mañana le tocaba el turno a los alumnos de Primaria, quienes, para la orientadora del colegio, Zoe García, son los que más disfrutan de estas actividades. El profesorado y demás profesionales del centro educativo también han acudido vestidos de amarillo o azul para prestar apoyo a sus alumnos y darles ánimos. "Todo el cole está implicado para que sea un evento interetapa y generar unidad con motivo del día de nuestro patrón", asegura García.

Suena de fondo la música creada para la animación del Gran Prix, mientras los niños continúan apareciendo en filas, acompañados de sus tutores. Cuando pasan por delante de los compañeros ya sentados, a la espera del comienzo, levantan sus brazos inclinando sus pulgares hacia abajo, en señal de derrota. Todos quieren ganar, y vitorean a sus compañeros de equipo. Algunos grupos incluso entonan cánticos inventados para anunciar su victoria. Sin embargo, aseguran los profesores, la finalidad no es "la competición".

"Aquí ganan todos. Es un juego colaborativo, compiten para darle la emoción, pero no hay recompensa", explica Margarita Salazar, maestra de refuerzo para Primaria. Por su parte, otros miembros del equipo docente confiesa haber acordado con sus alumnos algún que otro premio. Es el caso de Cristina Torres, tutora de 2ºA, quien entregará un diploma a su clase en caso de salir victoriosa, o Jesús Villatoro, de 4ºA, que ha prometido alargar el recreo del miércoles unos minutos más.

Ocio educativo

El evento partió de una "lluvia de ideas". El departamento de Educación Física del colegio San Daniel finalmente consideró que sería "original" recrear un programa "familiar" que gustaba mucho entre el alumnado. La competición ha consistido en cuatro pruebas distintas, todas basadas en el programa. La primera ha consistido en cruzar el río por encima de los troncos, la segunda, el futbolín humano; la tercera, los bolos; y, por último, la patata caliente. Consiguieron hacerse con globos gigantes, los cuales inflaban con un compresor y hacían estallar en caso de errores, lo cual les hacía perder el turno.

Esta la última prueba es para Zoe García el mejor ejemplo del "carácter educativo" que se esconde en este tipo de actividades: "En San Daniel siempre preparamos cosas así porque pensamos que proporcionan recuerdos y experiencias a los niños". Para ésta, "tiene su base pedagógica", aunque, matiza, "el fin real es la diversión". Teresa Vera, maestra en San Daniel desde hace un año, defiende la importancia de la innovación docente: "Todo no está en los contenidos teóricos, también en estos eventos. Puede aportarles valores como el compañerismo, la colaboración, el respeto o la disciplina". Además, opina, alimenta sus ganas de ir "al cole".

Los correteros, los gritos y la implicación manifiesta de los niños y niñas del San Daniel transmitían una efusividad que lograban contagiar también a sus profesores. Es el caso de los amigos Naira, Lucía e Ibrahim, que se confesaban "muy contentos" de participar. Para el último ha sido el futbolín humano su prueba favorita, mientras sus amigas se decantan por los `tronquitos´. El ambiente era colorido y lleno de risas, pero el espíritu competitivo de los participantes aportaron a la jornada una seriedad demostrada por la implicación de todos los presentes.

- ¿Vais a ganar?

- ¡Sí!