Lágrimas de amor riegan el árbol por las `valientes´ del Cáncer de Mama
DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL CÁNCER DE MAMA
A horas del Día Internacional Contra el Cáncer de Mama, las mujeres de ACMUMA han plantado `vida´ en la Plaza de África para las que `perezcan´ y las que `ganen´ este miércoles a las 12:00
"Este por ella y este otro por todas nosotras", exclamaba Rocío Fariña mientras, pala en mano, retiraba arena de un pequeño montón para depositarlo sobre el hueco reservado para el árbol de "la vida". Una a una, decenas de mujeres presentes en la Plaza Virgen de África este miércoles, al comienzo del mediodía, han ido asentando pequeños cúmulos de arena para fijar con resistencia el árbol plantado por iniciativa de la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizada (ACMUMA). Se alza ésta, que ha despertado la emoción salada de las presentes, como la tercera de las actividades organizadas por la entidad ceutí con motivo del Día Internacional Contra el Cáncer de Mama, este jueves, 18 de octubre.
Sobre el césped húmedo de la plaza, trabajadores de Parques y Jardines u Obimasa ayudaban a las mujeres de ACMUMA. Ellas eran las protagonistas, encargadas de `sustituirles´ en la plantación del árbol pensado como refugio: "Para que cuando una de nosotras muera, tengamos donde ir a hacerle un homenaje. Y cuando una de nosotras gane también tengamos donde hacerlo". Así lo narraba minutos más tarde Isabel Lagares, miembro de la asociación, en el manifiesto leído ante los medios de comunicación y autoridades políticas.
Jardineros y mujeres de ACMUMA se encontraban cosidos por un hilo común llamado Encarnación García. Visible a diario con su uniforme de trabajo por los parques de Ceuta, `Encarni´ también es habitual en los eventos organizados contra el cáncer. De igual forma que, con un vestido estampado hasta los tobillos, acudía el pasado 30 de septiembre a la Cena Benéfica de la Asociación Española Contra el Cáncer, la jardinera, cuya hija lucha contra un cáncer en la actualidad, ha estado presente también en el homenaje de la asociación ceutí centrada en el cáncer de mama. "Estoy muy emocionada", enunciaba Encarni al finalizar, personaliza ésta el ánimo generalizado de mujeres y hombres unidos por el respeto a las que se fueron y a quienes, como la hija de Encarni, continúan `peleando´.
Recuerdos y lágrimas
Mientras los jardineros ultimaban la preparación del árbol, añadiendo también alrededor de sus raíces flores de color rosa, Isabel Lagares se preparaba para leer un discurso en representación de sus compañeras de ACMUMA. Tras ésta, autoridades políticas como Nabila Benzina, consejera de Sanidad y Servicios Sociales, o Alejandro Ramírez, consejero de Fomento, permanecían cabizbajos y en un sepulcral silencio. "Queremos que este árbol represente nuestra lucha con troncos fuertes y ramas largas, que florezca mínimo una vez al año. Si es posible, en octubre. Con raíces profundas como nuestra esencia, y que sus flores de color rosa florezcan a cada paso que vamos avanzando en la lucha contra la enfermedad", sentenciaba.
A cambio del "refugio" que el árbol les ofrenda, prometen ofrecerle "cariño y amor, constancia y compromiso en la lucha". Y a cambio, `escribe´ con palabras vociferadas, cada año, "por este mes", acudirán al mismo sitio a inmortalizar el momento con una fotografía: "Para ver cómo crece y ver quiénes seguimos y quiénes no pudieron continuar". La hermana de una chica "que no pudo continuar" escribió una carta `al cielo´, que fue leída por Isabel Hernández, psicóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) tras la intervención de Lagares. Portando como título `Otro octubre más sin ti´, comienza afirmando a su hermana que "llega otro 19 de octubre" y le toca celebrarlo, sin ella, aunque con ella: "Porque siempre estarás aquí". Podían vislumbrarse lágrimas asomándose bajo las gafas de sol de la encargada de transmitir el mensaje.
No le gusta escribirle "triste", confiesa en la carta, como ya hablaron en su momento, hace 7 años, cuando el corazón de su hermana dejó de latir. Y rememora, a través de la voz pausada de Isabel, las canciones que escuchaban juntas, los lugares a los que les gustaba ir o "ese olor de naturaleza" que amaba. Cada día, le declara, la quiere más, porque la siente más. "Siempre que te pienso me sale una sonrisa, pero hoy me duele el corazón, si te soy sincera no puedo asimilarlo aún. Pero sigo por las dos. Seguimos".
Le entristece el recuerdo, revela a través de la tinta, pero se sabe "afortunada" de haber podido compartir con ella 26 años. "De los días de playa, tardes de piscina, de saltar en las olas sin parar, de domingos de paseos con el coche, de fines de semana trabajando juntas, de tardes inolvidables y alguna que otra noche que no se puede contar...", enumera permitiendo, con la sorpresa del final, que alguna sonrisa leve se escape en los rostros de algunos presentes.
Y aunque se quedaría "ahí", dondequiera que la escritora anónima redactó la carta, dedicándole "mil palabras y mil horas", prefiere finalizar. Con la petición de que siga luchando "desde allá arriba" y con la promesa de que siempre hará "las carreras" en su honor, y de que nunca faltará su "granito de arena contra el cáncer", el cual pondrá por las dos. "Te quiero mucho hermana, esta noche brillarás más que nunca".