Los mayores reivindican la tradición caballa de La Mochila en el Sarao
SOCIEDAD
Más de 500 personas se han anticipado al Día de la Mochila con comida y bailes en el salón de celebraciones con la actividad organizada por el Centro del Mayor
La treintena de jóvenes camareros del Catering Sarao comenzó alrededor de las 12:00 horas a reposar grandes bandejas de frutos secos sobre las centenares de mesas redondas. La frondosa vegetación de los Jardines Sarao ha sido enverdecida por unas leves gotas de lluvia que amenazaban con `aguar´ la fiesta organizada por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, a través del Centro del Mayor. `Mochila para mayores´ ha reunido este año a más de 500 personas con un mensaje común: la reivindicación de La Mochila como una tradición ceutí que "debe ser mantenida". El temporal ha amainado y los presentes han continuado disfrutando hasta las 17:00 horas de comidas, bailes y encuentros.
Paseando entre las mesas, acompañada de la consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Nabila Benzina, y de la directora general de Asuntos Sociales, Adela Nieto, se encuentra María Contreras. La coordinadora del programa de Envejecimiento del Centro de Mayores, del cual forma parte esta actividad, garantiza que todo está saliendo "según lo previsto".
Tras más de 15 años en la consejería, abre bien los ojos al afirmar que se trata de una de las actividades que más ilusión reciben. Fue, cuenta, "de las primeras" realizadas por la Consejería de Asuntos Sociales, e incide en que, aunque el objetivo principal es "que se diviertan", pretenden también "recuperar viejas tradiciones, para que los mayores puedan transmitirlas a las nuevas generaciones". Las muchas personas que por su lado merodean, todos sonrientes, se proponen cumplir con los objetivos planteados.
Nicolás Figueroa es uno de los últimos en llegar. Prefirió obviar el servicio de autobuses facilitado por la Ciudad Autónoma, que partió hasta los salones a las 10:00 horas desde la rotonda del Poblado Marinero. Acompañado de su esposa, el agente de la Policía Local jubilado hace ya 13 años, se pasea por los atestados y bulliciosos jardines en busca de su "señora".
Se enteró del evento "por casualidad", pero no lo dudó, al considerar de enorme importancia "mantener la tradición de La Mochila, porque en casi ningún sitio de España se conoce". Por no hablar de que este día se erige, asegura, como "un momento de reunión entre mayores", que no "viejos", lo cual éste no se considera. Al contrario, se encuentra viviendo una `segunda juventud´ y, aunque echa de menos el día a día con sus compañeros de profesión, "la jubilación es de lo mejor que se puede vivir".
La misma vitalidad muestran Francisco Trujillo y su hermana `Loli´. En una mesa con una decena de comensales, todos "amigos", Francisco confiesa no ser primerizo. No se cansa de "la compañía y el ambiente", además de defender la importancia de "inculcar" a sus nietos la tradición caballa. Su hermana garantiza que lo mejor es "el baile", al cual acudirán "en un ratito". De fondo suena el Dúo Musical Tropical, que ameniza la jornada con canciones de Rafael, Carlos Cano o Mónica Naranjo.
Muchas son las personas que bailan con vigorosidad frente al escenario, pero Loli y sus amigas aún no se sienten preparadas. Asegura que los jóvenes deben aprender a mantener las tradiciones, como ella hizo con su familia, con la que volverá a celebrar La Mochila el próximo miércoles, 1 de noviembre, en el campo. Mientras tanto, sus amigas se levantan, una de ellas con andador en mano. Bailan al ritmo de la música.
La vivacidad de los mayores
Algo apartados del alboroto, sentados alrededor de una mesa también presidida por una bandeja de los tradicionales frutos secos, se encuentran los trabajadores de Cruz Roja. Todos alerta en caso de cualquier imprevisto, observan a sus potenciales usuarios "alegres" por la "energía" que transmiten. Mustafa Mate, técnico de emergencia sanitaria, cuenta que es para él "una satisfacción" ejercer este trabajo.
Incluso, confiesa, han bailado con ellos. "Pero ellos saben que estamos aquí para cuidarlos", matiza, explicando que el cometido del equipo de 5 personas consiste en "la prevención y vigilancia de las personas mayores, para que puedan pasarlo bien estando tranquilas".
"Normalmente" no ocurre nada grave, más allá de "lo clásico", como algunos "sustos" de diabéticos o caídas, "pero se resuelven rápidamente". También ellos valoran la "importancia" de este evento para mantener la tradición de La Mochila, aunque, para Karina Hossain, auxiliar de enfermería, "no se está perdiendo". De hecho, cuenta que el próximo miércoles se trasladarán al campo para trabajar durante el Día de La Mochila.
Alrededor de las 13:30 hacía su aparición en los jardines Juan Vivas. Durante al menos una hora recorrió cada mesa saludando a los allí presentes. También tuvo tiempo para dejarse ver por la pista de baile, donde decenas de señoras `se lo rifaban´ para bailar María la Portuguesa, de Carlos Cano.
También bailaba sin cesar Nabila Benzina. "Hoy es un día para celebrar, para compartir con los mayores. Ya ves que lo están dando todo... Qué menos que ser partícipes con ellos", declara la consejera. Su voz adquiere potencia al referirse a "lo mucho" que los jóvenes "tienen que aprender de ellos", sobre todo "el espíritu incansable": "Yo soy musulmana, en nuestra cultura los mayores son referentes, como en muchas otras, y pienso que nos aportan mucha sabiduría".
Además de las personas que acudieron de forma particular, acudieron al evento la Fundación Eduardo Gallardo, el Centro de Mayor de Villajovita y la Fundación Gerón. Dos mesas lograron completar con los usuarios de la primera de las entidades mencionadas. Isabel Soto, auxiliar de enfermería de la fundación desde hace 3 años, cuenta que "les hacía mucha ilusión participar", y confirma que ha acudido un total de "16 usuarios".
Lo ratifica su compañero, Claudio Alarcón, psicólogo de la entidad desde que se fundara hace 10 años. Este se confiesa "muy agradecido" a la Consejería y al Centro del Mayor, por generar encuentros entre "todos los mayores de Ceuta", a través de los cuales "rompen su rutina diaria con fiestas".
Para éste, la importancia de este evento reside, "por un lado", en que "mantengan vínculos con otras personas de su edad del resto de la Ciudad, ya que las redes de apoyo son importantes", y, "sobre todo", en que "se mantengan las tradiciones". Propone que otros años "se unan a los mayores con los niños de los colegios", donde, asegura, "otras fiestas, como Halloween, están cogiendo fuerza".
Defiende que son los mayores quienes deben inculcar estas tradiciones a los más pequeños, pudiendo estos últimos adquirir enseñanzas de enorme riqueza: "A mí me enseñan sobre todo que con muy poquito se conforman. Con un abrazo, una sonrisa, ellos se van llenos. Muchas veces nosotros nos centramos en los ejercicios, la estimulación cognitiva, pero ves que se van con una sonrisa con solo el contacto físico".
Solo el contacto físico es lo que han necesitado los mayores de Ceuta para celebrar con alegría su particular Día de La Mochila. Abrazos, bailes de salón y brindis con vino o cerveza. Jugando al parchís sentados alrededor de las mesas o con coreografías en la pista de baile. Al segundo grupo pertenece Enriqueta Córdoba, que es primeriza en esta fiesta, pero se deja la piel como la más veterana.
Se encuentra "pasándolo bien", entre amigas, "bailando sin parar". Y, sobre todo, preservando "una tradición preciosa, que solo existe en Ceuta y que se mantendrá con los años". Porque, defiende, "Ceuta tiene el espíritu de la Mochila" y porque los mayores se encargarán de enseñar a los jóvenes "que las tradiciones no se deben perder". "Pero las buenas, eh", matiza. Enriqueta representa el objetivo cumplido del Centro del Mayor: la energía y la tradición de los mayores inspirando a una Ceuta que se resiste a abandonar su tradicional `Día de la Mochila´.