«No se puede hablar de buena vecindad con Marruecos cuando existe una reclamación ilegítima»

GEOPOLÍTICA

Carlos Echevarría, director de las Jornadas de Geopolítica de la UNED Ceuta, que finalizan este viernes, disertó ayer sobre la “descuidada” frontera Sur de Europa

Carlos Echevarría, profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y director de las Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia organizadas por UNED Ceuta. / FOTO REDUAN
Carlos Echevarría, profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y director de las Jornadas sobre Geopolítica y Geoestrategia organizadas por UNED Ceuta. / FOTO REDUAN

El profesor Carlos Echevarría lleva tantos años disertando sobre Relaciones Internacionales en Ceuta que ha dejado de contarlos. Desde hace varias ediciones dirige las Jornadas de Geopolítica y Geoestrategia que organiza el Centro Asociado de la UNED en Ceuta. El también director del Observatorio de las dos ciudades autónomas intervendrá como ponente este jueves, penúltimo día de las jornadas que comenzaron el miércoles, con la conferencia: ‘El ¿descuidado? Flanco SUR: situación en el Magreb y Sahel’.

Enfocado en la intención de hacer “visible” la existencia del frente Sur, alude a la necesidad de “conseguir que las ciudades sean prósperas independientemente de cuál haya sido la evolución en la relación con el vecino”. Echevarría ha conversado con este medio sobre el dibujo del panorama geopolítico actual que estas jornadas pretenden realizar.

Pregunta.- Este año celebráis el vigésimo aniversario del lanzamiento de las jornadas, ¿cuáles están siendo las novedades?

Respuesta.- De partida, hemos contado con una conferencia del Jefe del Estado Mayor del Ejército, que es un privilegio. Amador es, aparte de buen amigo, conocedor de las jornadas, porque ha sido ponente en el pasado, y un gran apoyo nuestro en todas las actividades. Esa sería una primera característica a destacar. Y también le concedo mucha importancia a la mesa redonda que tendrá lugar el viernes. Por supuesto, todas las ponencias que presentamos y los ponentes son geniales, pero la mesa redonda final será, además de rica en contenidos, entrañable. Vamos a tener a quienes están detrás de todo esto, que lo idearon.

En estas cosas siempre se necesita partir de alguien que tenga la idea de lanzarlo y ponerlo en marcha. Va a ser una mesa redonda muy entrañable. Insisto, además de los contenidos y de lo que podemos hablar en ella, se hará una recapitulación de las jornadas, de lo que han supuesto para Ceuta, para la UNED y Comandancia General en términos de colaboración permanente.

P.- ¿De qué forma trataréis de dibujar el panorama geopolítico y geoestratégico actual?

R.- En el programa vemos que se tocan temas variados, y con todo ello hacemos un recorrido que nunca puede ser completo, porque hay otros muchos escenarios del mundo que merecerían un análisis. Las jornadas tienen sus limitaciones en días y ponencias, pero sí permiten a los asistentes salir con una composición de lugar muy completa. Además, tienen la oportunidad en los coloquios de preguntar a estos ponentes de `postín´ que traemos las dudas que puedan tener.

Partimos con algo de enorme importancia, de la mano del Jefe de Estado Mayor, que es el análisis sobre el papel, presente y futuro del ejército de tierra. Es importante porque España y la Unión Europea, viven en un mundo convulso y los ejércitos, tierra, mar y aire tienen que adaptarse a la transición tecnológica, al marco geopolítico, y en ese sentido es un arranque privilegiado.

Continuó con una ponencia de Félix, sobre la seguridad de defensa común en la dimensión Unión Europea. Es otro tema de enorme actualidad. No olvidemos que con la guerra en Ucrania, que va a cumplir ya su segundo año en febrero, toda una serie de desafíos que antes parecían mas filosóficos que reales se han planteado para la seguridad y la defensa de Europa vía Unión Europea.

Hubo otras ponencias sobre cultura militar en España, sobre tomas de decisiones estratégicas en los conflictos de Irak y Afganistán, reflexiones sobre la ética y los conflictos actuales, y dejo para el final la mía, sobre el Flanco Sur, que aúna el Magreb y el Sahel.

P.- En estas jornadas se produce una retroalimentación entre el ámbito académico y el Ejército, ¿de qué forma es beneficioso este intercambio transversal de conocimientos y experiencias?

R.- Eso es muy importante y me gustaría destacar que es el marco más destacable de las jornadas a nivel nacional, en términos simbólicos y de permanencia. Cada año hemos mantenido esa colaboración entre la Universidad y el Ejército. En otros sitios ha habido experiencias similares de colaboración con las Fuerzas Armadas, pero nunca hemos encontrado una iniciativa con esta permanencia y que no pase de moda en ningún momento ni pierda el interés.

Hay otros foros con tradición, como los cursos internacionales de Defensa, pero aquí hablamos de un escenario muy concreto, como es la ciudad autónoma de Ceuta, y de una actividad que aúna al Ejército de Tierra y a la única universidad nacional con una implantación en todo el país, incluso en el extranjero, y que, como tal, al igual que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, contribuye a vertebrar el país con sus centros asociados.

P.- En el título de su conferencia se pregunta si el Flanco Sur está descuidado. Le pregunto yo, ¿lo está?.

R.- Sí está descuidado, sobre todo cuando hacemos el análisis tanto en relación con la Unión Europea como con la OTAN, por aquello de que hay un frente Este muy visible, muy convincente, que lo ha sido siempre y más desde que comenzara la guerra en Ucrania, mientras el Sur, aunque para nosotros, españoles, es enormemente importante, aparece como algo marginal desde una aproximación colectiva, de nuestros aliados. En el Sur todo es más volátil, menos claro, no hay un solo actor que preocupe, sino que hay muchos, estatales y no estatales. Todo eso genera a algunos confusión, a otros desinterés, y de ahí que sea necesario realizar un esfuerzo pedagógico porque requiere de nuestra atención en términos de presente y mucho mas lo va a requerir en términos de futuro.

P.- ¿Puede la desigualdad social, la pobreza y las tensiones políticas y religiosas en los países del Magreb afectar de alguna forma a Ceuta y a Melilla?

R.- Indudablemente. No olvidemos que sí hay una situación caracterizada por cuestiones como las que usted ha evocado, que afectan a nuestro vecino marroquí, pero también vemos cómo la tensión entre Argelia y Marruecos no hace sino incrementarse, vemos que Libia no se estabiliza, sino todo lo contrario. Mirando un poco más al Sur, vemos un conflicto no resuelto como el del Sáhara Occidental, o una situación de conflicto estructural, como la del Sahel, obviamente esto nos debe preocupar. Y no solo en términos de desigualdad económica o de los flujos migratorios irregulares, que deben ser motivo de atención y preocupación, sino también por la tensión estratégica. Tanto Marruecos como Argelia están sumidos en una profunda carrera de armamentos y eso a cualquier vecino, en este caso el más inmediato es España, le preocupa, es lógico que así sea. Y también es lógico que nuestra ciudadanía esté informada de esa evolución, porque lejos de aproximarse a escenarios de estabilidad y prosperidad, va en sentido contrario.

P.- ¿Considera que la securitización de las fronteras, en aumento en los últimos años, incrementa la seguridad ante el descuido del que habla?

R.- Esa es una dimensión, pero una de las muchas. La de la frontera. Y no solo es la frontera de España, sino también de la Unión Europea. Es una frontera securitizada porque tiene que serlo. No olvidemos que es la frontera de España, pero también de la UE. Pero esa no debe ser la única imagen que se transmita a la ciudadanía, ni la única preocupación, porque ello lo que implicaría es tener una visión sesgada, incompleta. Hay un todo, que es al que nos referimos cuando hacemos análisis. Si nos centramos solo en esa imagen, corremos el riesgo evidente de que el debate parecerá centrarse en las cuestiones migratorias desde una dimensión de seguridad o de desarrollo. Ver eso así es verlo de una forma simplista y no ayuda a tener una posición clara, de Estado, y responsable.

P.- ¿Cuáles deberían ser las principales preocupaciones geopolíticas de la población ceutí y melillense?

R.- La población ceutí y melillense, todos los sabemos, pero algunos lo olvidan y es importante recordarlo, tienen, como es lógico, una primera preocupación, que es el hecho de que el vecino, el reino de Marruecos, esté continuamente reclamando algo para lo que no tiene ningún derecho ni legitimidad. Es una situación que no solo es molesta, sino que afecta a la vecindad. No se puede hablar de una vecindad normalizada o de una buena vecindad cuando existe esa reclamación ilegítima. Eso es algo que no hay que olvidar. Históricamente en España muchas veces se ha querido dejar ese tema de lado para avanzar en una buena relación con Marruecos. No puede haber una buena relación con Marruecos si Marruecos se sigue comportando como lo hace.

Dicho esto, lo importante, hablando no solo como director de las jornadas sino también del Observatorio de Ceuta y Melilla, es conseguir que las ciudades sean prósperas. Que su población tenga confianza en el presente y en el futuro, y ello porque hay múltiples ventanas de oportunidades para que las cosas vayan bien en las ciudades, independientemente de cuál ha sido la evolución en la relación con el vecino del sur. Y con ello, obviamente, me refiero a la frontera. Si ha estado cerrada, si ha sido reabierta, en qué condiciones... Lo importante para las ciudades es que consideren lo que históricamente no se ha considerado con claridad. Y es que forman parte de un todo, que es España, que hay mas vida aparte de la frontera con el sur, con la península y dentro de la Unión Europea, porque es territorio comunitario.

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