Los emisarios reales sientan sobre sus regazos los deseos de los niños

Yasmine, de 12 años, sabe lo que pedirá este año a los Reyes Magos. "Suerte y salud", no quiere "nada más", lo tiene "todo". Su amigo Mohamed se decanta por "cariño para la familia", mientras Ahmed, de 6 años, confiesa que prefiere una Nintendo Switch, arrancando las carcajadas del resto del grupo. "Y un poco de felicidad para mi familia", matiza dejando a un lado las bromas. Profesan la religión musulmana, pero también son niños. Y como tal, este martes acudieron a la cita con los emisarios reales en el Palacio de la Asamblea de Ceuta desde las 18:00 hasta las 21 horas.

Aguardaban a las puertas del ayuntamiento, a la espera de niños y niñas, alrededor de media docena de duendes vestidas de terciopelo verde, con alargados y puntiagudos sombreros decorados con tonos rojizos. Este miércoles, 3 de diciembre, volverán a ubicarse en las mismas escaleras que conducen al recibidor del edificio público para acompañar a los `compañeros´ de Melchor, Gaspar y Baltasar. También son tres, solo que no portan coronas, ni montan sobre camellos.

Posaron sobre sus regazos a las decenas de niños que a lo largo del día de hoy fueron acudiendo para confesar sus deseos. Es el caso de Davinia Cantón, que se acercó acompañada de su hijo de 4 años. Reconoce que Aitor "se porta mejor" cuando se aproxima el 6 de enero. Ha pedido unas zapatillas con luces y "muchos juguetes". Los emisarios no solo escucharon las muchas peticiones de los menores que se acercaron a saludarles, también introdujeron chucherías en el interior de los gorros de sus abrigos.

La duende Olga Martí lleva años acompañando a aquellos que llevan la `ilusión´ a los hogares de Ceuta. No solo los emisarios, también los Reyes Magos y Papá Noel. Directora de `Tic tac Teatro´, cada Navidad su equipo y ella se visten con casaca roja de bordados dorados y capa verde para guiar a los niños y niñas de Ceuta hasta los `magos´, que los sientan sobre sus piernas para oír sus deseos. Nariz roja y orejas de elfo rematando el aspecto, matizan que son "duendes de los deseos, de esos que no se pueden comprar". Para estos `seres mágicos´, lo mejor de su oficio´ es "la ilusión", que "no se está perdiendo con los años".

Esa ilusión a la que alude Martí es la que Raya Nayef trata de inculcar en sus hijos. Con pañuelo recubriendo su cabello, es fácil adivinar que su religión no es la cristiana. Y aunque educa a sus tres hijos, Ilias, Fainab y Malika, de 7, 8 y 4 años respectivamente, en la religión musulmana, le gusta que respeten todas las opciones. También acuden cada año a ver el encendido de las luces de Navidad, y los lleva a ver a los Reyes Magos y a Papá Noel. "A los niños les hace mucha ilusión, disfrutan, lo pasan bien con el ambiente navideño que se respira en Ceuta". Aunque no son tradiciones de su religión, intentan adaptarse: "Pretendemos que ellos sepan que existe la Navidad, que hay Reyes Magos y de todo". También comprará regalos para ellos. Por lo pronto, un patinete eléctrico y un Ipad.