La reducción del IPSI es una "buena noticia" para los comerciantes, pero está "huérfana"

COMERCIO

Varios pequeños empresarios celebran la medida aprobada en el Pleno de la Asamblea, aunque matizan que el precio del transporte continúa siendo una traba, sumado a lo "imposible" de exportar hacia la península

Interior de la tienda de moda `surfer´ en la calle Real, Salistre. / FOTO G.S.
Interior de la tienda de moda `surfer´ en la calle Real, Salistre. / FOTO G.S.

Enrique Serrano, propietario de Ádama Woman, desconocía aún este martes, 2 de diciembre, que el impuesto que paga por importar y vender sus prendas de ropa se ha reducido a la mitad. Así fue aprobado en el Pleno de la Asamblea del pasado jueves. Agradece con una sonrisa la información ofrecida por este diario y confiesa su alivio: "Las únicas noticias que me llegan últimamente es que todo sube. Hemos tenido subidas de luz, de agua, de todo... Es la primera buena noticia". Las rebajas fiscales del IPSI "van a repercutir en mayores beneficios y mejor movimiento de la economía de la ciudad". Cree que es "una buena noticia en estos momentos de crisis y necesidad". Pero, matiza, "es cierto que como única medida se queda bastante corta".

Cuatro de los cinco partidos de la Asamblea votaron a favor de la modificación de la Ordenanza Fiscal reguladora del IPSI con el fin de reducir al 50% los tipos de gravamen aplicables a la producción, elaboración e importación de ciertas categorías de bienes muebles corporales, tales como ropa, calzado, joyería o material electrónico. Todos menos Ceuta Ya!, cuyo líder, Mohamed Mustafa, tildó de "huérfana" la medida. Se preguntaba si estas rebajas fiscales contribuirían a ser más competitivos, afirmando que es beneficiosa "para las grandes empresas instaladas en la ciudad". "Esa reducción del IPSI se agotará en el momento en el que las ventas vuelvan a bajar", por lo que planteó la necesidad de aplicar medidas que incentiven el consumo y abaraten los gastos del transporte.

Enrique Serrano, propietario de Ádama Woman. / FOTO G.S.
Enrique Serrano, propietario de Ádama Woman. / FOTO G.S.

A unos metros del Palacio Autonómico, donde los líderes políticos presentaban fórmulas para reactivar el comercio local de Ceuta cinco días atrás, Adel Ouidan espera tras el mostrador de su tienda la llegada de consumidores. Abrió las puertas de la tienda de ropa, `Noor´, en Gran Vía hace dos años. Si en unos meses no se toman medidas efectivas, tendrá que cerrar. Marchará a la península, "donde la gente se mueve", y el abanico de clientes es "mayor". Cree que las rebajas fiscales "van a beneficiar especialmente a las grandes superficies", mientras el pequeño emprendedor "va a seguir igual". Todo porque "la mayor traba del comerciante en Ceuta es la aduana, los despachos, el tiempo que se tarda".

En primer lugar, se refiere a la importación. "Mínimo pagamos 20 euros por bulto, aunque algunas empresas cobran 35. Por cada factura tenemos que pagar al menos 12 euros en los despachos. Ya hablamos de pagar 50 euros por importar un paquetito". Esto le obliga a realizar pedidos de grandes cantidades únicamente, no siendo rentable para él comprar productos en función de la venta."Si quiero comprar 2 unidades de un vestido que ha gustado mucho y se ha agotado, no puedo, porque me costaría más el transporte que el producto".

Propuestas del comercio

El "problema" resulta complejo para ser atajado solo por medio de rebajas fiscales. Según Enrique Serrano, comerciante de la calle Real desde 1998, debe ser resuelto "desde diferentes perspectivas". Aunque pagar menos impuestos les aliviará las cuentas, espera medidas que los ayuden a paliar los gastos de transporte. "Nos toca desplazarnos hasta la península para adquirir nuestros productos. Necesitamos ayudas para realizar esos viajes, porque es un gasto enorme". Además, propone reducir los impuestos por recogida de residuos y saneamiento que pagan a la Ciudad y que el mes pasado situaron su factura del agua en 250 euros: "Somos una tienda pequeña, gastamos solo los cubos de agua para la limpieza y lo que tiremos del váter, pero en esa factura entra también los impuestos por alcantarillado y residuos".

Interior de la tienda de moda `surfer´ en la calle Real, Salistre. / FOTO G.S.
Interior de la tienda de moda `surfer´ en la calle Real, Salistre. / FOTO G.S.

Frente a Ádama Woman, las encargadas de la tienda de ropa estilo `surfer´, Salistre, también desconocían la reducción fiscal. La celebran, como cualquier medida pensada para mejorar la situación de los empresarios. Pero les gustaría ir más allá. Defienden que el problema "no es que los ceutíes no compren en Ceuta, porque sí lo hacen", sino que la clientela se reduce a ellos. Para sobrevivir se ven obligadas a "darle vueltas a la cabeza" a innovar. Ser "originales" para que su reducido abanico de consumidores continúe comprándoles cada año. Es por esto que piden "incentivar el turismo", para que aumenten los clientes reales y potenciales.

Su vecino, Enrique Serrano, coincide. Recuerda que hubo "épocas muy buenas en cuanto al turismo". Asegura que atracaban barcos con turistas "que dejaban bastante dinero en la ciudad". Actualmente, "desde la Consejería de Turismo hablan de que están trayendo cruceros. Y es cierto, pero no los veo consumir". Cree que deberían hacer accesible y atractiva a Ceuta para los turistas de la península. "Cuando se presentan en el puerto les someten a un atraco a mano armada. Por un billete te cobran 60 euros. Si vienes con tu familia tienes un desembolso de 300 euros solo por entrar en la ciudad". Es por esto que sus propuestas son claras: abaratar el coste del transporte e implementar medidas para que a los ciudadanos de la península "les compense" comprar en Ceuta. A través, por ejemplo, de una "reducción de impuestos": "Creo que la idea de un puerto franco sería bastante acertada y supondría un cambio de rumbo".

"Imposible" exportar

Otra de las posibles medidas es presentada desde Salistre, a quienes, aseguran, en numerosas ocasiones les preguntan desde la península si hacen envíos fuera de Ceuta. Pero es "imposible" para ellas exportar. Lo mismo le ocurre a Adel Ouidan, de `Noor´: "Todos los negocios pequeños en Europa trabajan hoy en día online. Nosotros no podemos". Hace escasos días le enviaron una caja por error, y el proveedor le propuso quedársela por la mitad de precio. Todo con tal de no devolverla. Es usual que los comerciantes tengan que descambiar productos, pero los afincados en Ceuta prefieren quedársela y comprar la que finalmente les es de utilidad. El motivo: los gastos de exportación.

Enrique Serrano no exporta "prácticamente nada", en su caso, porque sus productos "se pueden adquirir con facilidad en la península". Aún así, reconoce que si alguien de la península quisiera comprar en su tienda "una de las grandes trabas que encontraría sería el envío del producto. Tendría que pagar una cantidad en transporte que encarecería mucho el artículo, cosa que en la península no pasa". Para Adel Ouidan, el problema de base es que "los organismos que pueden defender al comercio" no escuchan a los comerciantes. De poder expresarse ante los dirigentes, Ouidan pondría el foco en la necesidad de reabrir la aduana comercial y la frontera con Marruecos. Recuerda la época en que el lema de la ciudad era "Ceuta, ciudad de compras". Para éste, "sin frontera, esa ciudad no puede existir".

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