«Las empresas deben apostar por contratar a más hombres en el sector de la educación infantil»
SOCIEDAD
Natural de Ceuta, Puig trabaja como técnico de educación infantil en el centro Dmami’s y considera que, aunque cada vez hay más conciencia, aún existen estereotipos que romper en relación a este trabajo. “Tienen que haber más oportunidades para los hombres en este sector”
Natural de la Ciudad Autónoma de Ceuta y con 30 años a sus espaldas, Juan Manuel Puig trabaja actualmente como técnico de educación infantil en el centro Dmami’s. “En Dmami’s hay un ambiente muy familiar, desde que entré me sentí como si ya hubiera formado parte de ese equipo sin haber estado nunca”, subraya.
En una entrevista concedida a este diario, Puig se abre en canal y confiesa que “las empresas deberían apostar por contratar a más hombres en el sector de la educación infantil”, ya que, tal y como él mismo afirma, “se ha avanzado mucho en la sociedad pero todavía quedan ciertos estereotipos en relación a este tema en cuestión que tienen que romperse”.
Pregunta.- ¿Quién es Juan Manuel Puig?
Respuesta.- Juan Manuel es una persona muy alegre, muy empática y muy cariñosa. Soy un chico que no para, al que le gusta siempre maquinar y buscar cosas nuevas para hacer. Soy una persona muy activa, no me gusta estar quieto.
P.- Actualmente trabajas en el Centro Infantil Dmami’s, ¿cuánto tiempo llevas en él?
R.- Creo que voy para cinco años ya. Me gustaría destacar que en Dmami’s hay un ambiente muy familiar, desde que entré me sentí como si ya hubiera formado parte de ese equipo sin haber estado nunca.
P.- ¿Por qué decidiste dedicarte al cuidado de los niños?
R.- Tengo que confesar que uno de mis sueños siempre fue estudiar Bellas Artes, pero no pudo ser por motivos económicos. Mi otra ilusión era la educación, de siempre quise también trabajar con los más pequeños y si no hubiera sido posible, trabajar con los más mayores.
Soy una persona a la que le gusta dar cariño y ofrecer mucha atención en ese sector. En el momento en el que me empecé a formar y durante el periodo de prácticas pude comprobar la evolución en los niños y el cariño que te muestran y eso me encantó. En ellos vi esa inocencia. Es un trabajo muy satisfactorio y te nutre mucho, además, aprendes de ellos aunque sean bebés. Cada día me doy más cuenta de que me encanta esto y es lo mío.
P.- ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con los más pequeños?
R.- Aparte del cariño que me muestran, el hecho de que te identifiquen como un miembro más de su familia. Es muy gratificante para mí ver que gracias a mi trabajo, niños que llegan con cuatro o cinco meses que apenas se mantienen en pie, acaban llegando al colegio sabiendo hablar. Una de las cosas más bonitas de esta profesión es ver la evolución en los más pequeños.
P.- Y… ¿lo más difícil?
R.- Una de las cosas más complicadas y que más influyen en este trabajo son los diferentes núcleos familiares que existen, que al final, de una manera u otra, afectan a los más pequeños.
El tener una familia desestructurada puede llegar a influir mucho en la educación del niño porque al final no cuentan con algo tan importante como es la estabilidad. Si una parte, por ejemplo el padre, tiene un pensamiento de educación que es contradictorio al de la otra, ya sea madre o padre, se acaba mareando al niño y pueden llegar a volverse rebeldes, agresivos…
P.- ¿Cómo es lidiar con los padres?
R.- No es tarea fácil. Hay que tener mucha empatía y filosofía y saber diferenciar que, aunque los conozcas, son los padres de los niños y al fin y al cabo solo tienes que limitarte a hablar con ellos el tema de sus hijos… nada fuera de lo laboral.
P.- ¿Cómo se maneja a un niño que “se porta mal”?, ¿hay algún protocolo de actuación?
R.- Creo que no existe un protocolo como tal. Cada niño es un mundo y lo que hay que hacer es captar un poco su interés y trabajar los valores con ellos, explicarles lo que está bien o está mal, etc. Es verdad que el niño o niña debería venir reforzado de casa porque nosotros estamos para enseñarles otro tipo de conocimientos a los niños que no es la educación. En Dmami’s tenemos muy buena relación con los padres y trabajamos de forma interactiva por ambas partes y es cierto que no solemos tener a niños que sean rebeldes.
P.- ¿Crees que todavía existe en la sociedad ese estigma de que un hombre no puede desempeñar este cargo?
R.- Los hombres también pueden trabajar en este sector. Es cierto que en él se suelen ver a mujeres trabajando y parece chocante ver a un hombre ejerciendo esta función. Hay que romper estereotipos. Creo que sí que se ha avanzado pero hay mucha gente que solo ve, por desgracia, que este trabajo es solo para mujeres y yo creo que lo puede hacer exactamente igual un hombre; un hombre puede ser igual de cariñoso que una mujer y puede desarrollar las mismas actividades porque en casa también lo hacen los padres.
P.- Como técnico de educación infantil, ¿qué le dirías a un chico que tiene dudas de coger esta profesión?
R.- Primero, que no sienta vergüenza por educar a un niño porque en el ámbito familiar está mamá y papá, mamá y mamá y papá y papá. Cambiar un pañal o recoger un vómito no es motivo de sentir vergüenza por ser un chico y esa persona tiene que tenerlo muy claro; sobre todo, tienes que tener claro que quieres dedicarte a esta profesión, además de tener mucha paciencia. Si no te gusta, mi opinión es que no te dediques a esto porque si no tienes vocación, al final los niños lo notan y seguramente afectará en ellos. Todo trabajo tiene que ser hecho con vocación, hay que buscar tu sueño y si sientes que tienes que trabajar en este sector, lucha por ello.
Una cosa que me gustaría poner de manifiesto es que considero que las empresas deben apostar por contratar a más hombres en este sector y romper el estereotipo.
Solo somos dos chicos trabajando en centros infantiles o guarderías en toda Ceuta, me parece. Por lo que hay que dar oportunidad. Aún falta mucha concienciación en la sociedad.
P.- ¿Cómo ves la situación actual en cuanto a centros infantiles y guarderías en Ceuta?, ¿crees que existen carencias?
R.- En Ceuta creo que faltan guarderías y colegios adaptados a niños con necesidades. En el tema de la inclusión, ni estamos formados ni los centros están adaptados, y esa es la realidad.
En Dmami’s contamos con profesionales con la formación más que suficiente para atender a niños que presenten ciertas necesidades. Además, nuestro centro, por la tarde, es un centro de atención temprana. Por la tarde hay una psicóloga infantil, un terapeuta ocupacional..., así que si por la mañana vemos que un niño presenta algún síntoma que pueda tener cierta necesidad educativa, mi compañera que está formada en ello, tiene una reunión con los padres y se hace una valoración. Realmente, eso es de las cosas más difíciles, que los padres lo asuman.
P.- Para finalizar, ¿hay algo que quieras añadir?
R.- Pienso que los padres tienen que dedicar en casa más tiempo a los niños. Veo muchas carencias de creación y creatividad en los pequeños por falta de dedicación en su ámbito familiar y eso es un punto que deberían valorar en casa.
Los padres tienen que pensar que aunque sea más cómodo darle una Tablet o un móvil y descansar tú, es la etapa más bonita de sus hijos.