El Observatorio de Ceuta y Melilla propone cinco estrategias para impulsar la economía de las dos ciudades

El Observatorio de Ceuta y Melilla presentó en la mañana de este martes, 19 de marzo, su octavo informe bajo el título de ‘Redefiniendo la economía del sur: oportunidades y desafíos de futuro en Ceuta y Melilla’. Lo hizo pasadas las 11:30 horas, en la Biblioteca Pública del Estado en Ceuta ‘Adolfo Suárez’, en un acto protagonizado por el ausente experto en análisis económico que elaboró el documento, Diego Sánchez de la Cruz.

El informe identifica cinco ejes fundamentales para el desarrollo económico de Ceuta y Melilla, entre los que se destacan el impulso de los puertos y la logística, la atracción de turismo de calidad, el desarrollo del sector tecnológico, la creación de una Zona Económica Especial o la colaboración con Andalucía, entre otras iniciativas. Estas estrategias se presentan como catalizadores para estimular el crecimiento empresarial, la inversión extranjera y la generación de empleo en ambas ciudades.

A la presentación, introducida por un "agradecido" director de la Biblioteca, José Antonio Alarcón, acudieron personalidades de la ciudad del ámbito militar, académico, empresarial e institucional. Entre ellos, el comandante general de Ceuta, Marcos Llago, José Luis Aróstegui o Mohamed Ali.

Siguiendo el modelo canario, el Observatorio de Ceuta y Melilla ha destacado la propuesta de aplicación de una Zona Económica Especial (ZEE), región geográfica con autoridad para aplicar leyes fiscales y laborales orientadas al fomento de la economía, como un catalizador exitoso en el crecimiento económico, pues ofrecería un régimen fiscal atractivo para la inversión y creación de empleo en ambas ciudades autónomas, con un impacto de 100 millones de euros y la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo.

Investigaciones "útiles"

Afirmó el decano de Ciencias Sociales del Instituto de Estudios Ceutíes, José María Campos, durante su presentación detallada de las conclusiones a las que llegó el autor del informe que uno de los objetivos con este tipo de investigaciones reside en su aplicación práctica. Esperan elaborar “informes más pegados al terreno, más útiles”, que “generen lo que tienen que generar: empleo y oportunidades”. Sin embargo, estaban hablando de dinamizar la economía de Ceuta sin profundizar en uno de los sectores clave, el comercio, y sin ahondar en una de las trabas que más preocupa a los comerciantes: la frontera.

Dio las gracias, aunque irónicamente, el director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echevarría, a Marruecos por cerrar la frontera. Lo decía porque considera un error que todo el esfuerzo de la actividad económica de las ciudades autónomas se haya limitado al país vecino durante todos estos años. Considera que puede ser positivo que, pese a ser por obligación, las miras sean ampliadas hacia “el Norte”. Sin embargo, los comerciantes ceutíes se topan con la dificultad que supone importar y exportar con la península y el resto de Europa.

No quiso Echevarría ahondar en el hecho de que Ceuta no pertenezca a la Unión Aduanera, en la que se encuentran inmersos los países europeos, con España incluida. Ni tampoco en que no se disponga de tratados que faciliten el comercio entre terceros países, como la Unión Aduanera sí tiene con, entre otros, Marruecos. Aseguró que el noveno informe del Observatorio estará enfocado en tal asunto.

Andalucía

Una de las principales líneas de acción propuestas es el estrechamiento de la colaboración con Andalucía, región vecina con la que Ceuta y Melilla comparten lazos históricos y oportunidades de colaboración estratégica. Así, y aprovechando el marco que brinda el artículo 228 del Estatuto de Autonomía de Andalucía y el reciente acuerdo firmado entre las ciudades autónomas y la Comunidad Andalucía, se ha subrayado la necesidad de fortalecer sus vínculos económicos y comerciales como primer paso hacia una mayor integración con el resto de España y Europa.

Asimismo, el Observatorio de Ceuta y Melilla ha puesto en valor la importancia estratégica de los puertos ceutí y melillense, cuyo desarrollo potenciaría significativamente la actividad económica y la creación de empleo en la región, así como la promoción de un turismo sostenible y de calidad, aprovechando, entre otros, el potencial de los cruceros y el turismo de buceo para diversificar la oferta turística de las ciudades autónomas.

El caso de ciudades como Linares, que han empezado a desarrollar estrategias centradas en hacer de las tecnologías su seña de identidad y su eje vertebrador, junto al modelo de smart city o ciudad inteligente, puede ayudar a hacer frente a algunos desafíos a los que se enfrentan Ceuta y Melilla, tales como la escasez de recursos, la eficiencia energética o la gestión del agua.