Un margen de dos meses para ‘poner a punto’ la plaza de Azcárate

Es mediados de marzo y en la plaza de Azcárate decenas de niños juegan. Los que son algo más mayores al fútbol, los pequeños en los columpios bajo la atenta mirada de sus madres. Ana Mesa llega puntual. Es presidenta de la asociación de vecinos que abarca también la zona de Molinos y Canalejas hasta Maestranza. Lo que aparentemente es una zona cuidada, de ocio para los jóvenes, esconde un deterioro que no solo denuncia Mesa, también los vecinos de la zona. El olor y el área situada tras los bancos de piedra -deteriorados en su mayoría- ya presagian la falta de limpieza en un lugar de tránsito constante. Tras una reunión con Fomento, ya hay una promesa para empezar una reforma en un plazo de dos meses.

“El que pasa por aquí no se imagina cómo está esto. Vamos a mirar detrás de los asientos”, expone nada más llegar. Los bancos de piedra lucen rotos. La forma en la que están fabricados propicia embolsamientos de agua que impiden que los residentes puedan sentarse. Por detrás, el barro, la basura, los embolsamientos de agua y los insectos invaden un espacio situado frente al colegio Lope de Vega al que pocos se atreven a asomarse. “Esto no está trabajado. No hay mantenimiento. Solo hay que verlo”, recalca.

“Mira asómate por allí”, cuentan varios niños en un pequeño parón de su partido. Una madre se acerca al ver a la prensa pulular por el lugar. “La zona de atrás de los bancos de piedra está de vergüenza. Pero todas. Deberían hacer algo. Está así todos los días y va a peor”, afirma ante la aprobación de la presidenta.

Mesa asegura que lleva ya tiempo exigiendo cambios en la plaza a la Ciudad. Además de lo ya expuesto, muchas de las farolas instaladas están con los focos rotos o directamente arrancados. “Es algo que da muy mala imagen y esto es una zona de tránsito continuo. Centro, con el colegio enfrente y mucho movimiento”, insiste la presidenta.

Hace unos días se reunió con personal de la consejería de Fomento. Pidieron un plazo de dos meses para arreglar la plazoleta. “Me aseguraron que la reformarán. Que la pondrán bonita. Lo que quiero es que pongan bancos normales, se limpie la zona de atrás y se decore todo con macetas, entre otras cosas. Espero que cumplan su palabra. Los vi interesados y quedé conforme tras el encuentro”, cuenta.

Otra de las reivindicaciones que destaca Mesa es la necesidad de cerrar la zona del parque infantil y poner cajeros. “Nos quitaron los dos que teníamos y aquí hay muchas personas mayores y comercios que tienen que ir hasta la plaza de los Reyes”, se queja.

Una de las vecinas del barrio, Marta, llega con su perro, Thai. Esta profesora de baile asegura no estar contenta con el estado del barrio en el que lleva viviendo décadas. “Veo todo muy feo. Mira esta plaza y compárala con la plaza de los Reyes. Con su jardín, sus zonas verdes. Esto está horroroso. Hay muchas cosas que mejorar, pero no solo aquí, en todo Ceuta en general”, recalca.

Un local social sin agua

Uno de los ‘pilares’ del ambiente en la asociación de vecinos de Azcárate era su local social, situado en el Molino. Lugar de reunión de los residentes y de organización de actividades de todo tipo para fomentar la convivencia en la zona. Mesa, que lleva unos ocho años liderando esta barriada, fue una de las que impulsó la reforma del establecimiento. “Luché mucho por eso y conseguí que se hiciera la obra en el local. Antes no se podía ni entrar, a pesar de que lleva dado de alta desde hace mucho tiempo”, afirma.

La presidenta agradece tanto a la consejería de Fomento como a Fernando Ramos, miembro de Obimace, la “predisposición” a la hora de realizar los cambios necesarios para que el local esté apto para el vecindario. Las llaves las recibió el pasado diciembre, pero se encontró con un problema con el que no contaba: no había agua.

“No sé qué pasa. El local está perfecto. Pero desde Acemsa me transmiten que no es que esté cortada el agua por no pagar, sino porque la ubicación del contador tiene que cambiarse. Que no está donde tiene que estar”, sostiene contrariada. Desde la compañía municipal le trasladaron a Mesa, según cuenta, que dicho contador había que llevarlo al bloque de arriba del edificio. “Si es necesaria, esa obra tienen que hacerla ellos. La asociación no tiene poder adquisitivo. El local es de la Ciudad. Es una pena que esté el local listo, pero no se pueda utilizar por esto”, lamenta.

En la reunión con Fomento, explica Mesa, ya contactaron con gente autorizada de Acemsa para exponerles el problema. “Me dijeron que no me preocupara. Que lo tenían que hacer ellos. Por eso mandé un escrito para que se llevara a cabo lo antes posible”.

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