El Tercio Duque de Alba 2º de La Legión protagoniza un arriado de bandera

Ceuta ha vuelto a celebrar un arriado de bandera. Este caso ha sido el Tercio Duque de Alba 2º de La Legión la COMGECEU, presidido por el comandante general de Ceuta, Marcos Llago Navarro. Una cita de carácter militar que tenía lugar este viernes, 12 de abril en la plaza de África.

Ante los ceutíes expectantes, formada se encontraba una Unidad de Honores del Tercio «Duque de Alba» 2º de la Legión al mando del capitán Domínguez y compuesta por: Escuadra de Gastadores y Banda de Guerra del 2º Tercio. Unidad de Música del Batallón de Cuartel General de la Comandancia General de Ceuta. Y unidad de Honores de la primera compañía de la Bandera «Cristo de Lepanto» IV de la Legión.

El relator de la ceremonia recordaba la Enseña Nacional, adoptada como pabellón real en 1785, con el Rey Carlos III, y fue en 1843 cuando la reina Isabel II la instauró por real decreto como Bandera Nacional de España.

Además, profundizaba en el origen del toque de oración del Ejército español. Corría el año de 1503 cuando tuvo lugar la batalla de Ceriñola, en la que se enfrentaron las tropas españolas y francesas. En ella hubo más de 4000 muertos en la parte francesa y 100 en la española y se produjo el siguiente hecho: Una vez finalizada la batalla, el comandante de nuestras fuerzas españolas, Gonzalo Fernández de Córdoba, “el Gran Capitán”, al observar el campo lleno de cadáveres franceses, ordenó que ese día y en lo sucesivo, a la puesta de sol, se dieran tres toques de atención prolongados para que todos rezaran por los muertos caídos en la batalla.

“A lo largo del siglo XVI y principios del XVII se extendió esta costumbre a todas las unidades españolas, siendo desde entonces que, en todas las instalaciones militares, el toque de oración se interpreta diariamente, después de haber arriado Bandera, y al ponerse el sol, para homenajear a los Soldados que han dado su vida por España. Con este toque se finaliza el día militar”, explicaba.

Mientras, los legionarios entonaban la canción del ‘Novio de la Muerte’. En esta ocasión, la corona de laurel la depositaban en el monumento a los caídos el segundo jefe de la COMGECEU, Fernando Rocha y Castilla y la fotógrafa Lucrecia Díaz, acompañados por el coronel jefe del 2º Tercio.

Los ceutíes se deleitaban con la Unidad de Música y la Banda de Cornetas y Tambores del 2º Tercio mientras interpretaban el “toque de oración” en honor o todos los caídos por España. Así, la unidad de honores se desplazaba al punto inicial para adoptar la posición de desfile, y desfilar ante la autoridad que preside el acto, incluidas las civiles y militares. Y la música no cesaba de mano de la Unidad de Música que interpretaba varias piezas musicales.

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