Pintar mandalas sobre piedra para purificar el alma

Hubo músicos de la talla de Mozart o Haydn que, defendían, no inventaban sus composiciones, sino que la recibían y la ponían por escrito. “Ese es el proceso creativo, cuando no se reflexiona por la mente”, explicó este lunes ante una veintena de receptores la abogada marbellí experta en el arte meditativo, Isabel Ferrer. La Estación del Ferrocarril acogió por la tarde el segundo taller de la jornada que Ferrer impartió en Ceuta de la mano de la comunidad hindú. Con el mismo objetivo del curso matutino: trabajar la meditación expresiva, a través del arte.

‘Mandalas sobre piedra’ no se trató de un “taller de manualidades”, como aclaró su responsable minutos antes del comienzo de la sesión. En el interior de la sala de usos múltiples de la antigua estación, una mesa alargada acogía piedras de colores neutros y témperas de diferentes tonos. Sentados a su alrededor, más de veinte personas, motivo de alegría para la organizadora de la actividad. “En el taller de la mañana eran siete, ahora fíjate”, expresó Ferrer a El Pueblo de Ceuta.

La primera actividad, basada en una tradición hindú que tiene “más de 600 años”, consistió en la pintura de diseños en el suelo del exterior de la estación con polvos de arroz decorado con cúrcuma y pimentón como pigmentos naturales y flores. Esta práctica tenía como fin “pedir protección para el hogar y agradecer a la tierra por cada nuevo día”. Por la tarde fue el turno de los mandala y la reflexión interior.

“Son mandalas que creamos desde el interior”, comenzó a explicar Ferrer a los participantes, como preámbulo a la elaboración de los dibujos sobre pequeñas piedras. Pretendió que la pintura de los mandalas sirviera para meditar de forma “activa”, a través de “la expresión, con colores”. Esclareció Ferrer el significado de la meditación: “Un acto con el que conectas con tu interior. Desconectas de lo que te rodea, tienes una sensación de paz interior”.

Aunque al pensar en la meditación la población suele imaginarse “una meditación serena, pasiva, sin movimiento”, aseguró que “también se puede hacer de manera activa”. Lo ejemplificó la experta formada en La India aludiendo a las meditaciones realizadas “andando por la naturaleza; con los ojos tapados, acompañado de otra persona y andando por la playa; o los bailarines turcos que se mueven con esas faldas preciosas. Son actos meditativos porque están en trance”.

“La expiración llega porque estamos en mitad de un estado meditativo que nos hace sentir. Sentir hace que se manifieste lo que llevamos dentro”, expuso, para referenciar después a los músicos, “como Mozar o Haydn” que aseguraban no inventar la música, “sino que la recibían y la ponían por escrito”. “Eso es el proceso creativo, cuando no se reflexiona con la mente”, añadió.

Enseñó a los asistentes que para el trabajo que estaban a punto de realizar debían “separar la mente de lo que es el corazón, el sentimiento”. “Lo que vamos a reflejar sobre la piedra es lo que sentimos”, comentó, y entregó a continuación un pequeño papel a cada uno de ellos para depositar en él sus intenciones.

Aclaró que en la actividad ‘Mandala sobre piedra’ “lo importante es el proceso, la acción mucho más que el resultado”. “No estamos planificando, sino expresando nuestra intuición, nuestra creatividad”. Explicó que no debían preocuparse en caso de bloqueo, y que tal situación se debe a que la mente está interfiriendo. En tal caso aconsejó “no angustiarse”, sino parar, cerrar los ojos y pensar. “Controlar las emociones. Olvidaos de las angustias y los problemas que, creo, todos tenemos ahí fuera, y centraos en la emoción que ahora mismo tenéis”, resumió. A continuación, todos comenzaron a meditar y a crear en consecuencia.

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