Un asentamiento ilegal y un vertedero: lo que esconde una parte de Hadú
SOCIEDAD
En la calle Marcelo Roldán 26 hay un terreno con casas construidas sin permisos y alquiladas, además de una cantidad de basura en un vergel peligroso y con riesgo de incendio
El lugar a simple vista es insalubre. Callejeando por la zona de Hadú, casi llegando al límite con Huerta Téllez, una pequeña puerta pegada a un bloque de pisos esconde una zona que lleva cerca de 10 años deteriorándose, según denuncian los vecinos. Al menos siete casitas levantadas ilegalmente en el antiguo local de la Asociación de Petanca de Ceuta se aprecian a ver nada más entrar. Allí conviven varios inquilinos que viven supuestamente de alquiler junto a basura, residuos, ratas y colchones que dan forma a una especie de vergel-vertedero. El dueño del terreno murió, por lo que lo gestiona una señora prácticamente desde hace una década, según explica el presidente de la barriada.
Dos jóvenes fuman sentados en uno de los pocos espacios que aún no han invadido la basura y los desechos. Ven la cámara y se apartan hacia una esquina. La mañana es soleada y de las casas ilegales no salen ruidos ni personas ante la llegada de los forasteros junto a Frugui, el presidente de la asociación de vecinos de Hadú. “Esto tendrían que tirarlo todo abajo. Es un nido de bichos, es ilegal, nadie limpia y además por las noches todos los residentes se quejan del jaleo que causan los jóvenes que pasan toda la madrugada aquí”, lamenta.
El terreno está situado en la calle Marcelo Roldán 26, donde antes estaba ubicado el antiguo local de la Asociación de la Petanca de Ceuta, que ahora está ultimando las obras de lo que será su nueva zona de ocio en el Mixto, junto a las Murallas Merinidas. Fue hace menos de un mes cuando consiguieron, cuenta Frughi, cerrar uno de los accesos al vertedero levantando un muro gracias a la acción de un arquitecto municipal, aunque no fue suficiente.
“Hemos estado mucho tiempo pidiendo que se cerrara el acceso a la zona para que los jóvenes no se adentraran por la noche a molestar a los vecinos que duermen. Pero ahora la dueña del terreno ha abierto esta puertecita todo el día, incluso de madrugada, por lo que estamos en las mismas”, critica el presidente mientras da un rodeo por las instalaciones clandestinas. Este medio intentó contactar con la dueña, pero no fue posible durante la visita.
Aunque parte del terreno es propiedad municipal, la gran mayoría pertenece a Pedro de la Fuente Hezode, hombre que falleció en Cádiz en 2011, según los documentos que enseña Frughi mientras enseña en lo que se ha convertido un lugar repleto de residentes en los aledaños e incluso colindante con el conocido colegio Severo Ochoa. El presidente denuncia además que, la mayoría de los ocupantes de las viviendas son personas “indocumentadas” o procedentes de Marruecos que han visto en este alquiler clandestino una forma de tener un techo.
“No te imaginas cómo se pone esto por las noches. Muchos de los jóvenes tirar piedras desde aquí a la gente que anda por la calle. La solución es tirarlo todo, pero sobre todo porque es un lugar insalubre”, sostiene Frughi. El presidente de la asociación de vecinos asegura que los residentes llevan “mucho tiempo” quejándose de la situación y afirma que “la administración lo sabe”, pero insiste en que las trabas burocráticas sobre el terreno han impedido hasta el momento “cualquier tipo de actuación” mientras el deterioro aumenta con los años.
“Es importante que se actúe ya en esta zona porque es que ni con el nuevo muro hemos podido evitar que siga viniendo gente y viviendo aquí de forma ilegal. Estamos hartos de decírselo a la dueña, a los inquilinos y a la Ciudad, pero nadie nos hace caso. Estamos indignados con esto en una zona tan bonita”, expresa Frughi mientras llama a una de las puertas de las viviendas sin obtener respuesta.
Un asentamiento ilegal y un vertedero. Callejuelas milimétricas entre vivienda y vivienda, suciedad, trapos que hacen las veces de cristal para las ‘ventanas’, cableado eléctrico a la intemperie y todo tipo de basura con la que conviven los vecinos de Hadú desde hace años en una de las barriadas más emblemáticas de Ceuta.