El riesgo de presión migratoria generada a través de redes mantiene la tensión en Ceuta

La tensión se palpa desde hace semanas en Ceuta, donde una nueva moda está propiciando la presión migratoria desde Marruecos a través de las redes sociales. Cada vez más pequeños y organizados, los jóvenes están acudiendo en masa a la frontera de Fnideq (Castillejos) para intentar el cruce a nado o saltando las vallas que delimitan ambos países. El cóctel es perfecto: altos índices de desempleo, precariedad y poca visión de futuro unido a plataformas como Tik Tok o Instagram, donde los chavales que consiguen acceder al enclave español de forma irregular suben vídeos para difundir su ‘hazaña’. A pesar del más de medio centenar de detenciones en el reino alauí las últimas semanas debido a los llamamientos y bulos de sus nacionales vía internet, continúa la propagación de mensajes instando a una entrada masiva.

Este domingo quedó claro el poder de convocatoria que están teniendo las redes sociales y su papel en la presión migratoria. Semanas difundiendo vídeos virales pidiendo una entrada masiva el 15 de septiembre dieron sus frutos y las autoridades marroquíes tuvieron que emplearse a fondo mediante un dispositivo especial para evitar lo que hubiera sido una tragedia en Ceuta teniendo en cuenta el nivel de colapso que sufre la ciudad autónoma desde principios de año. También se evidenció que la actuación de la Gendarmería es imprescindible para garantizar la seguridad en la frontera. La duda ahora se centra en hasta cuándo continuará un operativo que, en mayor o en menor medida, lleva varios días actuando.

Para Carlos Echeverría, miembro del Consejo Académico del recientemente premiado Observatorio de Ceuta y Melilla, hay dos tésis que pueden arrojar luz sobre la situación actual. El experto habla por un lado de la posible “conexión” de Marruecos con esos movimientos masivos a través de redes sociales para luego, como está siendo el caso, dar un mensaje contundente confirmando que la estabilidad de la ciudad autónoma depende directamente de su acción. Por otro lado, no descarta que el país vecino se haya visto “sobrepasado” ante la situación y por ello haya tenido una “reacción oficial”.

“Como telón de fondo sigue y seguirá siempre presente la instrumentalización de los flujos migratorios por parte de Marruecos según le convenga, aunque ahora, coyunturalmente, puedan haberse dado cuenta de que la situación les está desbordando. Además, su imagen está perdiendo muchos puntos en el mundo, sobre todo en Europa”, recalca.

Echeverría asume que Ceuta tendrá que seguir lidiando con esta presión a través de Tik Tok y otras plataformas. De hecho, el portavoz del Gobierno, Alejandro Ramírez, aseguró tras el Consejo de Gobierno este martes que los servicios de inteligencia de Marruecos y España están trabajando para identificar a las personas que impulsan este nuevo movimiento.

Hace solo unos días, el usuario Haraga (inmigración clandestina) El Ghorba, con casi 30.000 seguidores, publicaba un vídeo que cuenta ya con casi 80.000 visualizaciones y unos 1.000 ‘Me gusta’ en el que se aprecia a una lancha de la que caen monedas y billetes en su trayectoria hacia España por el Estrecho de Gibraltar desde Marruecos y que fija una fecha: el 29 de septiembre. Es solo un ejemplo reciente de las publicaciones instando a los nacionales marroquíes a llegar a España, ya sea por mar o tierra, de forma irregular, después de los sucesos del pasado domingo. Agosto cerró en Ceuta con cinco cadáveres en las costas. A estas alturas de septiembres ya son dos.

Campanas al vuelo

No es partidario Echeverría de lanzar las campanas al vuelo ante el éxito del dispositivo policial al otro lado de la frontera. “Estamos en un momento muy particular, pero no tenemos que creer que Marruecos a partir de ahora se va a comportar como hubiera debido comportarse desde hace muchos años, es decir, poniendo control en sus fronteras y que no generen inestabilidad en el vecino”, argumenta.

Tiene claro el académico que Marruecos continúa ofreciendo una imagen de que las ciudades autónomas, que “para ellos son territorios que tienen que recuperar”, son “escenarios de inestabilidad permanente”. Eso al país vecino, insiste, le conviene. “Les interesa ofrecer siempre una imagen mancillada de los dos territorios”, subraya.

Jóvenes desesperados

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó un informe hace unos días que reflejaba la compleja realidad de los jóvenes en Marruecos. El desempleo de las personas con menos de 25 años se sitúa actualmente en un 35,8%, bajando a 28,1 entre la gente que cuenta con diplomas universitarios. El trabajo irregular se sitúa en un 67,6% sobre el empleo total, según cita el documento.

“Marruecos tiene una población joven y en crecimiento, pero el empleo informal está muy extendido, el desempleo juvenil es elevado, especialmente entre los trabajadores jóvenes cualificados, y la tasa de participación de las mujeres es baja”, reza el informe.

“El dispositivo actual ¿va a durar siempre? Las necesidades sociales existen en Marruecos, y no solo en el norte. Esto es algo que hay que explicar con mucha claridad en estos momentos en los que se transmite un mensaje equivocado, presentando al país vecino como una zona emergente y de oportunidades. No es verdad. Hay una situación social muy negativa. Hablando de fronteras europeas y marroquíes es evidente que el contraste entre la riqueza y la pobreza seguirá siendo brutal. Las necesidades seguirán ahí”, sostiene Echeverría.

Estos días en las retransmisiones en directo de los medios marroquíes en la frontera se pudo ver a decenas de ciudadanos criticando su “precaria” situación y culpando directamente al Estado de la necesidad que sufren sus nacionales y los problemas para llegar a fin de mes. La solución para la mayoría de ellos era “migrar de forma clandestina”.

“Puede ir a peor”

Ceuta vive una ‘calma tensa’ estos días. Las autoridades están desplegadas en la frontera con un operativo especial, aunque por el momento solo han tenido que actuar desde el lado marroquí. La gran cantidad de efectivos movilizados por el reino alauí han cumplido su tarea, pero la incertidumbre en la ciudad autónoma es inevitable viendo la deriva y el calado que están teniendo las redes sociales. La Gendarmería, admite Echeverría, no va a mantenerse sine die.

“Claro que puede empeorar y no hay que esperar a que la situación se resuelva por sí sola. Tenemos que hacer más de lo que hacemos. Las propias Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan transmitiendo desde hace años a las autoridades políticas que es obligación del Estado proteger y reforzar las fronteras lo máximo posible. No podemos contar con un país que tradicionalmente ha utilizado los flujos migratorios como herramienta de presión y, si se me permite la crudeza, de chantaje”, zanja Echeverría.

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