Venden diamantes naturales y otras piedras preciosas a través de redes sociales en Ceuta
SOCIEDAD
Cerca de un 50 % de estas piedras preciosas provienen del continente africano. También han ido surgiendo más yacimientos en países como Australia, Brasil, Rusia, Canadá y la India
Un anuncio que circula en diversas plataformas de redes sociales, concretamente grupos de Facebook ceutíes, ha llamado la atención de varios habitantes caballas al ofrecer diamantes naturales con certificado AIG a la venta. El anuncio detalla que las piedras preciosas cuentan con un peso de 0.34 quilates y están disponibles en tamaños de 3.11 x 3.88 x 1.61 mm, 2.65 x 2.56 x 1.60 mm, y 2.82 x 2.77 x 1.45 mm. Según el vendedor, los diamantes son de “buena calidad” y se acompaña la publicación con un número de contacto directo (678000627) para obtener más información sobre estos y otros tipos de piedras preciosas.
Los diamantes, considerados el material natural más duro y valioso del mundo, se forman a partir de carbono sometido a presiones y temperaturas extremas que modifican su estructura cristalina, otorgándole propiedades únicas. A lo largo del tiempo, el diamante ha mantenido su estatus como símbolo de lujo y rareza. Sin embargo, su uso se ha extendido también a la industria y la medicina. En el sector industrial, los diamantes se emplean en herramientas de corte, pulido y perforación, mientras que en medicina, se utilizan para la fabricación de utensilios de precisión en odontología y cirugía, gracias a los avances en la producción de diamantes sintéticos.
Cerca de un 50 % de estas piedras preciosas provienen del continente africano. También han ido surgiendo más yacimientos en países como Australia, Brasil, Rusia, Canadá y la India. Los diamantes se forman a una alta presión y temperatura en zonas muy profundas. Por esta razón, las pipas volcánicas son los yacimientos más adecuados. Incluso, las piedras volcánicas como la kimberlita y la lamproíta suelen contenerlos en su estructura.
Hay diversas pruebas que ayudan a determinar la pureza. Una de ellas es colocar el diamante en un vaso de agua; si la piedra se hunde, es natural. Otra es emplear la piedra preciosa como lente y comprobar si se puede leer a través de ella. Si es posible, es natural. La prueba del vaho también es infalible, ya que el diamante natural nunca se empaña. No obstante, acudir con un joyero profesional es siempre aconsejable para evitar los errores de apreciación o posibles engaños.
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