Los comerciantes del polígono del Tarajal consideran una utopía la reactivación de la zona

COMERCIO

El consejero de Comercio, Nicola Cecchi, se comprometió a impulsar las naves en el último pleno después del varapalo sufrido a raíz de las restricciones en la frontera, pero los vendedores no esperan alternativas realistas a Marruecos

Comercios cerrados en el polígono del Tarajal. / NICOL'S
Comercios cerrados en el polígono del Tarajal. / NICOL'S

Un Primark, un Leroy Merlín, Viviendas de Protección Oficial (VPO), un complejo deportivo y hasta un Ikea son las ideas que se le ocurren a Tomás en unos segundos al ser preguntado por la posibilidad de reactivar el polígono del Tarajal sin contar con Marruecos. Luego se lo piensa, analiza los millones que se deberían invertir para derruir todas las naves y compensar a los propietarios y rectifica. “La actividad aquí ya está podrida. ¿Cómo vas a revitalizar esto?”, cuestiona mientras espera para que el mecánico de uno de los talleres que sobrevive en este espacio, antes motor económico de Ceuta, inspeccione su moto.

El debate político del pasado lunes en el pleno les suena oxidado, antiguo, utópico a muchos de los comerciantes que mantienen su actividad en el polígono del Tarajal después de unos años duros propiciados por el cierre de la frontera, la pandemia y el fin de las porteadoras. La propuesta del MDyC, a través de su diputado Mohamed Ali Duas, salió adelante en la asamblea, pero los vendedores, los que viven la situación desde el terreno, transmiten pocas esperanzas.

Comercios cerrados en el polígono del Tarajal. / NICOL'S
Comercios cerrados en el polígono del Tarajal. / NICOL'S

Prometió el consejero de Turismo, Comercio y Empleo, Nicola Cecchi, que en breve contactará con los empresarios que aún no han salido corriendo de la zona para ver qué opciones hay para revivir el famoso polígono en el que antes había unas centenares de empresas y en el que ya solo se divisan una veintena. Quizás una treintena. Las medidas suenan bien, explican algunos comerciantes, pero para algunos no son suficientes.

Puso sobre la mesa el consejero estudiar una rebaja del Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI), una disminución en los costes de la recogida de cartones y, entre otras cosas, analizar la posibilidad de implementar una tarifa especial para que los precios de la luz y el agua no sean tan elevados y se ajusten a las necesidades actuales.

Una de las pocas calles donde aún queda algo de vida en el polígono del Tarajal. / FOTO NICOL'S
Una de las pocas calles donde aún queda algo de vida en el polígono del Tarajal. / FOTO NICOL'S

Ángel y Dani son dueños de dos grandes naves en el polígono del Tarajal que se encargan de distribuir por Ceuta bebidas alcohólicas y alimentos. Remarcan que ellos no están ‘con el agua al cuello’, como muchos de los comerciantes, aunque sí admiten que hay determinados costes que no les parecen justos. “Asumimos los pocos que quedamos todo lo del resto que se fueron”, lamentan.

Desde sus naves se abastece de cerveza Cruzcampo al 80% de los bares de la ciudad autónoma. Sus ventas se centran en Ceuta, con un 50% y en Marruecos, con otro 50%, aunque envían su material desde Algeciras. Solo este año surtieron al país vecino con 80 camiones repletos de productos. El principal problema que ven son las altas facturas que pagan a la empresa municipal ACEMSA y hacen hincapié en un coste que, según Cecchi, se pretende estudiar desde el Gobierno local: el de la recogida de cartones.

Almacenes Victoria, uno de los pocos comercios que aún resiste en esta zona. / FOTO NICOL'S
Almacenes Victoria, uno de los pocos comercios que aún resiste en esta zona. / FOTO NICOL'S

“Lo de los cartones es una barbaridad. Mira que llevamos tiempo luchando para que se rebaje ese servicio. El problema es que mantienen el precio de cuando había porteo y esto estaba repleto de gente y claro, ahí sí tenía sentido. Ahora para tres cartones que se recogen es muy injusto”, recalca Ángel desde su almacén. Ambos describen, como si estuvieran viviendo en primera persona las imágenes, cómo era su misma calle cuando estaba repleta de residuos y personas “esperando una cola para poder unirse a la cola”. Lo cuentan con media sonrisa, como recordando algo lejano. Otra época.

Según exponen Ángel y Dani, al mes pagan de recogida de cartones, que se une a la factura de la luz y el agua de ACEMSA, unos 2.200 euros. “Si calculas, al final es un coste de más de 20.000 euros anuales. Es una burrada”, lamenta el primero. De los recibos, concretan, la mayoría tiene que ver con la recogida de cartones, ya que es la principal tarea que llevan a cabo los operarios de Obimace junto con la limpieza.

Una nave en venta en el Tarajal. / FOTO NICOL'S
Una nave en venta en el Tarajal. / FOTO NICOL'S

“De agua gastaremos unos…¿50 euros?, de luz algo más por los ordenadores y porque la nave al final es grande, pero en ningún caso es equivalente al total que nos cuesta todos los meses”, puntualiza Dani. Ambos empresarios coinciden en que las medidas que propone Cecchi les favorecerían. “A nosotros sí”, puntualizan. Más dudas les surgen sobre si servirían para revitalizar una zona que lleva prácticamente muerta desde el año 2020.

Dureza en la frontera

A unas calles de la nave de Ángel y Dani, el comerciante Abdul “sobrevive” con una tienda en la que vende alfombras y toallas. “Difícil, difícil”, responde a la posibilidad de reactivar el polígono que se debatió en el pasado pleno. Para este vendedor, que ha visto cómo en buenos tiempos su almacén costaba al mes 2.000 euros y ahora solo 600 gracias a la empatía del dueño, hay dos aspectos que deben mejorar para, al menos, “no seguir deteriorando la situación”.

El interior de un comercio en el Tarajal. / FOTO NICOL'S
El interior de un comercio en el Tarajal. / FOTO NICOL'S

Lo que indigna a este comerciante son los controles exhaustivos que hacen los Guardias Civiles en la frontera. “Hombre, eso es lo que más me afecta. A mí al menos. Ha llegado a venir gente, comprar tres mantas y que se las echen para atrás en el cruce fronterizo. No lo entiendo. Todavía si fueran las autoridades marroquíes mira, pero las españolas para tres toallas…Eso es lo que más daño me hace a mí que ya de por sí me cuesta mucho llegar a final de mes”, recalca. Abdul explica que, en muchas ocasiones, esos clientes vuelven resignados y les tiene que devolver el dinero. “Es frustrante encima de cómo están las cosas”, lamenta.

Otro asunto imprescindible para Abdul es el de cuidar y publicitar más el polígono del Tarajal. Las calles desoladas y la falta de impulso por parte del Gobierno local hacen que poca gente coja el coche para hacer compras en dicho espacio y así aprovechar para ahorrarse unos euros. “Aquí todo es mucho más barato. En el centro vale todo el doble que aquí. Pero claro, si desde la Ciudad no se promueven las ventajas…Además, cualquiera viene aquí y se asusta. Date una vuelta y me dices”, sostiene. A pesar de sus propuestas, el vendedor tiene claro que sin los ciudadanos marroquíes, estimular de nuevo la zona es “muy complicado”. “Aquí ya hay poco que hacer”, zanja.

FOTO NICOL'S
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Consejero y empresarios se sentarán en despachos e intentarán buscar soluciones, siempre con la sombra de Marruecos a lo lejos. Uno de los pulmones económicos de Ceuta, también imprescindible para la subsistencia en Castillejos en su día, ‘está en coma inducido’ desde hace más de cuatro años. Por mucho que sopesen alternativas los políticos, pocos son los comerciantes que confían en un cambio. Solo hace falta darse una vuelta por el polígono. Eso sí, insisten en que “cualquier mejora es bienvenida” para los que aún resisten.

Un coche abandonado y destrozado en el polígono del Tarajal. / FOTO NICOL'S
Un coche abandonado y destrozado en el polígono del Tarajal. / FOTO NICOL'S
FOTO NICOL'S
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